Desde que Woo Dae-sung ingresó a la secundaria Yuil el mundo de Kim Yong-sun cambió de manera drástica. Nunca había amado tanto a alguien como lo hacía con Dae-sung, es más, nunca había amado a alguien.
Tristemente él estaba enamorado de otra chica...
La señorita Moon sería nuevamente la directora del grupo. Después de los exámenes harían voluntariado y harían un picnic, acamparían y harían una parrillada, o, al menos eso les había dicho Jin-hwan.
En el momento se encontraban caminando y hablando animadamente entre sí, algunas chicas retocaban sus maquillajes a la vez que caminaban y los demás simplemente hablaban y reían, al menos fue así hasta que el señor Cho los regañó.
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—Estas hermosa el día de hoy —le susurró Bon-hwa, el cual se había puesto a caminar a su lado.
—¿O sea que ayer no lo estaba?
—Ehh, yo no quise decir eso, la verdad es que siempre estas hermosa —su actitud cambió a una nerviosa provocando que ella se riera de él.
A cada uno les entregaron bolsas y un recogedor para que pusieran todas las basuras en estos.
Bon-hwa no podía dejar de verla, se mantenía analizando todos los movimientos que Yong-sun hacia.
En la tarde ya todos se encontraban descansando. Bon-hwa había llevado una manta para poner en el pasto y poder acostarse ahí, estaba bastante cansado. De pronto, llegó Yong-sun, esta se quito los zapatos y se sentó en la manta.
—¿Cómo es que se cansaron por recoger basura? —no obtuvo respuesta— Ay no, tú también estas cansado. Con que clase de compañeros flojos estoy conviviendo —se acostó.
—Calla y deja dormir —se quejó adormilado, volteándose y abrazándola por la cintura.
Yong-sun se quedo quieta, no parpadeaba, no respiraba, incluso había dejado de oír a las personas de su alrededor, todo es mientras sentía un extraño cosquilleo en su estómago.
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Ya era de noche, la clase 3-8 estaba sentada en forma de círculo, asando carne y comiendo las otras cosas que prepararon.
Sus amigos estaban sentados en el siguiente orden de izquierda a derecha: Ha-yeong, Jin-hwan, Sol-i, Heon, Yong-sun y Bon-hwa.
—Heon ¿puedes abrir esta botella por mi? —le preguntó Oh Hee-ji, quien estaba al lado de Bon-hwa, literalmente se había estirado de más para llegar a Heon.
—No te preocupes, yo la abro por ti —le arrebató la botella Yong-sun, la abrió con facilidad y se la devolvió, dándose cuenta que Hee-ji la miró mal.
—Sol-i, parece que tienes problemas para abrir tu botella, ¿por qué no le pides a Heon que la abra para ti? —habló Bon-hwa sonriendo ligeramente.
—Ah, si... —Heon le abrió la botella y ella sonrió ilusionada.
Yong-sun y Bon-hwa procedieron a chocar las palmas.
—Chicos, demos lo mejor este año y no pospongamos más las cosas. Por mi boda y su universidad —habló la señorita Moon levantando un vaso y los estudiantes hicieron lo mismo.
—Heon, reúnete conmigo en ese sendero en cinco minutos —le dijo Sol-i y luego se fue.
Detrás de ella fueron Yong-sun y Ha-yeong, y detrás de ellas Bon-hwa y Jin-hwan. Ellos se encargarían de arreglar las últimas decoraciones y encender las mil velas que compro Sol-i.
—Uh, ya viene, váyanse, váyanse —habló con nerviosismo.
Jin-hwan y Ha-yeong fueron los primeros en irse corriendo y esconderse detrás de un árbol.
Bon-hwa se enredo con unas luces y por poco se cae, siendo Yong-sun quien tuviera que jalarlo para que fueran a esconderse.
Yong-sun se río en silencio al ver como Bon-hwa tenía las mismas luces enredadas en la pierna izquierda, ni idea de como terminó con tremenda enredadera.
—Shh, Heon ya casi llega —se quedo en silencio por unos segundos— ya Sol-i y Heon van a tener su final de película, ¿por qué tú y yo no tenemos el nuestro?
—No —le hizo señas de que hiciera silencio.
Él acercó su rostro al de ella, hizo una mueca triste:—Besito. Dame un besito, por favor —estiro los labios.
Yong-sun negó con la cabeza y sonrió tomándolo del mentón, uniendo sus labios en un tierno beso.
