𝖊𝖑 𝖗𝖊𝖓𝖆𝖈𝖚𝖆𝖏𝖔

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Narra: Dustin Henderson

Entre a mi casa sin hacer tanto ruido pero obvio fue imposible, ya que mi mamá me vio

—¡Dusty! —Me gritó mi madre al verme entrar—¿Que tal estuvo? —Me preguntó

—¿Que tal estuvo que? —Le pregunte confundido

—¿Que tal estuvo que? La mejor noche del año, por supuesto

—Oh, claro. Estuvo... Tubular —Dije medio nervioso

—¿Que tienes? —Me preguntó

—Nada

—¿Paso algo?

—No. ¿Que? No

—¿Estás constipado de nuevo?

—¡No! Mamá!

—Okey estás actuando raro

—¡No estoy actuando raro! —Dije y se empezó a mover la trampa 

Mi madre solo soltó un leve grito

—Me reí mirando la trampa— Increíble, ¿no? Si, yo accione la trampa con una máquina para que pareciera que atrapé un fantasma. Cómo en la película

—Ohh Dusty

Los dos nos reímos

—Si. Gracioso. Mira esto

Dije y me fui directo a mi cuarto. Cerré la puerta con pestillo.

—Te dije que te callaras —le hable a la trampa— solo tenías que quedarte callado un minuto. ¡Un minuto!

Saque una rejilla y saque a mi tortuga de ahí

—Lo siento, yurtal. —Me hable a mi tortuga—Desalojo temporal —Dije y lo deje en el suelo. Puse a el extraño bicho y la vitrina y lo mire—¿que eres pequeño? ¿Que hacías en la basura? ¿Tienes hambre?

Tire todos los dulces en mi cama y saque turrón para poder darle. Le parto pedacitos y se los tire para que los comiera

—Es turrón —Dije mientras también comía— vamos, come —Vi que le molestaba la luz asique decidí apagarla— ¿muy caliente? Lo siento, pequeño —Lo mire sonriendo— también te gusta el turrón, ¿eh? Eres muy lindo, ¿sabías? Que bueno que te encontre —Mire el embase del turrón y se me ocurrió el nombre para el pequeño— D'Artagnan. Te llamaré D'Artagnan

Después de una horas investigando que pudiera ser el pequeño, me quedé profundamente dormido

Al día siguiente fui a la biblioteca para buscar más libros de que pudiera ser el pequeño. Busque los cinco libros y los fui a pedir. Le sonreí y ella solo me quedo mirando

—Señor Henderson, conoce las reglas. Cinco a la vez —Me dijo la bibliotecaria.

—Si. Uno, dos, tres, cuatro y cinco —Se los conte

—Díes —Dijo sacando una tarjeta— Ya tienes cinco prestados

—Mi error. Sin embargo, estoy en la búsqueda de la verdad, y necesito los remos para viajar. Estos libros... Estos libros son mis remos —Le explique

𝐒𝐢 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐚𝐬 ~𝐌𝐚𝐱 𝐌𝐚𝐲𝐟𝐢𝐞𝐥𝐝~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora