En pos de un corazón escarchado. (TR/AU/Torafuyu)+ 18-En edición.

😉 1: Alumno nuevo 👀 (Kazutora)

Era lunes por la mañana, Kazutora acababa de levantarse, luchó contra su flojera y se metió a bañar.

Después de ponerse el uniforme impecable, se perfumó, se pasó la secadora y peinó su cabello largo en un chongo prolijo.

Al mirarse en el espejo de su habitación, pegó un grito en el cielo al notar un barro en el pómulo derecho, justo el lado más simétrico de su rostro, alarmado acudió a un bloqueador con bace del tono de su piel, tras matizar el barro con sombra verde, se lo untó; se sintió aliviado por lograr mantenerlo oculto.

Bajó a desayunar un jugo de naranja natural, un huevo frito con arroz y pan tostado.

Al terminar se lavó los dientes, cogió su mochila y se fue antes de que se hiciera más tarde, pues salía con el tiempo justo.

Siempre se iba al colegio en su motocicleta y llegando a este la dejó en el estasionamiento.

Su primera clase era Geometría analítica y el profesor era estricto, así que en cuanto desmontó corrió hasta el aula, esto probocó que no tuviera cuidado en el camino y al no fijarse chocó con alguien.

—DIsculpa —dijo por decir mientras se enderesaba.

Cuando hizo eso pudo ver bien a su contrario: se trataba de un chico de estatura media, cuerpo esbelto pero bien proporcionado y definido, cabello negro corto y un rostro de facciones lindas, afables, suaves, pero lo más llamativo de él eran sus cristalinos ojos turquesas, estaba seguro de que se perdería en sus profundidades si no apartaba pronto la mirada.

—Lo siento —murmuró el chico unos segundos tarde.

—No te preocupes, no fue nada, es mi culpa por no fijarme al venir con prisas —dispensó incapaz de no fijarse en lo lindo y sexi que le parecía aquel chavo de preciosos ojos claros y labios que dibujaban una tenue sonrisa fácil. Lo admitía, estaba deslumbrado.

El chico ennarcó las cejas ante su respuesta y Kazutora le dedicó una pícara sonrisa.

—Soy Hanemilla Kazutora, ¿y tú cómo te llamas?

—Matsuno Chifuyu.

—Es un gusto, Matsuno, ¿de qué grado eres?, no recuerdo haberte visto antes.

—Soy de nuevo ingreso, acavo de entrar a primero.

—¡Ah!, conque de primer año, claro, eso explica que no te haya visto, de haber sido así dudo que hubiera olvidado unos preciosos ojos como los tuyos.

—Me estás coqueteando, ¿acaso? —inquirió el chico levantando una ceja.

—No lo sé, puede que sí, depende de cómo lo quieras tomar —repuso adoptando una postura chulesca. Matsuno rió.

—¿Creí que ibas con prisa?

—Lo voy pero siempre tengo tiempo para un rostro bonito, las clases pueden esperar si me lo pides. —Matsuno sacudió la cabeza.

—¡Qué cínico! —replicó con un tono desaprobatorio.

—Lo sé. Es bueno que haya alguien interesante entre los de primero —dijo guiñándole un ojo, Matsuno se ruborizó un poco.

—Debo irme, yo también estoy llegando tarde.

—Está bien, ya entendí, te dejo, pero promete que te veré alrato en el descanso —pidió esperando que su tono no fuera suplicante.