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〘 Prólogo.〙

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Jin Bubaigawara es un Alfa de cabello rubio cenizo junto a unos orbes grisáceos, se encontraba en plena mudanza en su nuevo departamento para su suerte el alquiler no era tan caro qué se podría ajustar a su sueldo, también de que era bastante bonito, ya quería hacer un cambio en su vida y desde que consiguió nuevo puesto en su trabajo se le ha facilitado esto.

Aunque fuese extraño sabiendo la edad que tiene este no tenía ninguna pareja en realidad había tratado bastante con muchos, omegas y betas, pero todos parecían hartarse de el con facilidad, tampoco es que los pudiese culpar.
Por que este Alfa sufre personalidad múltiple, lidiar con eso en tu pareja podría ser muy cansador, Jin lo sabia bien qué por su condición nunca conseguiría una pareja estable como el resto de sus compañeros, pero se había acostumbrado a esa vida tan ordinaria qué llevaba consigo.

-Tampoco es que pueda hacer mucho al respecto-hablo en voz alta sumado en sus pensamientos-.

Se sentó en su sofá sin muchas ganas de moverse realmente, había estado todo el día moviendo cajas y muebles, sus amigos le ofrecieron ayuda pero este se quería encargar solo.
Busco en su bolsillo la cajetilla qué había comprado de cigarros para así sacar uno y encenderlo con el mechero qué tenía en su otra mano, inhalo de ese cigarro para calmar su animo, sabía que era malo para su salud pero a este punto de soledad ¿a quien mierda le importaría si le agarrara un cancer?

Su vida seguía siendo monótona desde que tuvo los 25, no había ningún cambio o algún motivo para hacer algo diferente. Se preguntaba si es que acaso esa motivación tenía que venir sola o el tendría que buscarla, ¿Acaso el tendría algún propósito en la vida monótona qué está teniendo? ¿O seguiría de tal modo hasta morirse? Esas preguntas le inundaban la cabeza al punto de dolerle.
Soltó el humo qué contenía su boca para así apagar tal cigarro de una vez, ahora debería empezar a ordenar sus cosas, pero se encontraba especialmente cansado, para así dormirse en tal sofá cómodo con el dolor de espalda a ver si así disminuirá.

. . .

-Ahg... ¿Cuanto dormí?-se despertaba el de cabellos cenizos al sentir los rayos de luz en su rostro-.

Este se estiró para así levantarse de tal sofá, ahora observó la gran montaña qué tenía de cajas, suspiro pesado para ver de reojo su reloj dando la hora, aun era temprano así que tenía su tiempo para ordenar su departamento.

-¡Bien aquí vamos!-se animo a si mismo para dar comienzo a su día a día-.

A pesar de que no había nadie allí, se había acostumbrado el hablar solo o el darse ánimos a si mismo, en temas de soledad uno se vuelve loco al punto de tener que hablar consigo mismo para que el silencio no te agobie, aunque el no se consideraba un loco... O quizás si lo era al tener doble personalidad, que gracias a pastillas lograba controlar un poco pero no lo suficiente, solo era un desastre en temas de socializar, parece un extrovertido pero en verdad cuesta tener una conversación normal con él, tiene pocos amigos qué lo soportan.
Tampoco es que se podría considerar todo el atractivo, tenía bastante cicatrices gracias a su infancia y adolescencia en general, un punto el rompieron la cabeza qué tuvieron que meterle puntos a su frente para así sobreviviera, no le gusta que se vean tal es cicatrices así que siempre cuando va a la calle se le puede ver usando una chaqueta con capucha, quizás lo confundan con un ladrón pero prefiere eso a que se vea sus cicatrices, no más podría estar tranquilo cuando estaba solo.

Después de unas horas termino el orden en su departamento, por lo menos se veía organizado... Se preguntaba internamente de cuanto aguantaría tal orden conociéndose a el mismo, se fue a cocinar al sentir como su estómago rugia del hambre se había olvidado de tomar desayuno así que era normal esto.
Se preparo un guiso sencillo se fue cerca a su ventana para almorzar, viendo la calle principal. Se escuchaba el sonido de los autos pasar junto a algunas personas pasando por allí, vio para adelante y ver las vistas qué tenía, los edificios de delante no eran tan grandes así que se podía observar una vista hacia la cordillera, era un lindo sitio se preguntaba el como podría ser tan barato... Pero si había oído de que estaba en calles peligrosas, su pregunta se fue pronto.

-De seguro son debiluchos.... Espero que no venga ningúno acá-comento sus pensamientos tan distintos de una vez mientras comia-.

Hasta que sintió un extraño olor a limón... Eso era raro ¿que era tal olor limón que podía oler? No es que fuese el mejor en notar olores, se preguntaba si es que acaso había un puesto de limones como cuando hacías eso al ser un niño que quería recolectar dinero para comprarse un juguete. Inspeccióno la calle para ver si es que había un puesto así pero nada, seguía sintiendo ese hinoptizante olor a limón fresco, en la calle no se encontraba nadie, no sabía el por que pero sentía la fuerte necesidad de seguir tal aroma a limón qué olía en su fosa nasal.

Salio de su departamento para así bajar al primer piso saliendo del edificio, cada vez lo sentía mas cerca tal aroma dulce, aunque sentía que había otro olor como metálico ¿sangre? ¿Alguien se había dañado? No era de su incumbencia aquello, pero después se sentiría culpable si es que no hacía nada. Guió sus pasos a donde llevaban esos olores juntos llegando al callejón qué estaba cerca, allí se podía sentir tal escencia... Se había acorbadado un poco al ver la oscuridad qué iba a fondo de tal callejón.

-¡Ahg! ¡Demonios solo entra de una vez Jin! -se grito a si mismo apretando sus ojos en cierto temor para así dar un paso en tal callejón oscuro-.

-¡Ek!-exclamo una voz femenina chocando con el pecho de tal Alfa-.

Jin se quedó confundido para así mirar abajo suyo viendo así una joven de cabello rubio, que llevaba en sus brazos una bolsa qué contenía comida. Al instante noto de que ese olor a limón provenia de tal rubia, era una Omega.

¿Que hacía una Omega en ese sitio?

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[Aclaración de que Toga Himiko tiene 18 en este fanfic por cualquier duda]

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[Aclaración de que Toga Himiko tiene 18 en este fanfic por cualquier duda]

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