╭─────────────────────×
Jin Bubaigawara es un Alfa qué se instala en un departamento, en su vida siempre habia sido monótona sin ningún cambio esencial, pero un día en su nuevo departamento mientras se encontraba viendo la calle, siente un aroma inu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me sentía confundido, me imaginaba de que tal olor a limón vendría de alguien, pero no pensaba que esa persona fuese tan joven... Y más encima una Omega ¿que hace una Omega así en esos lugares? Podría ser peligroso para su ser ¡en estos sitios se podría encontrar todo tipo de criminales y bandidos! Está se quejaba tocando su frente por que justo había chocado en mi pecho, así ella levanto la mirada para quedarme viendo con una expresión de molestia junto a unos hermosos orbes ámbar... No debería tener tal pensamiento en alguien tan joven, sacudo mi cabeza para quitarmelo.
—Deberías ver hacia donde vas caminando—me informo la Omega qué intentaba no dejar que las cosas se le cayeran—.
—L-Lo siento ¡Espera tu igual deberías ver hacia donde miras! Igual perdón—me encontraba nervioso, tenía una voz aguda la rubia—.
—Lo que sea... ¿Eres nuevo acá? Jamás te había visto por aquí—pregunto ella haciendo una expresión curiosa—.
—¿Nuevo acá? ¿Por qué te debería decir?... Pues si soy nuevo, me mude ayer a los departamentos de acá—conteste mientras cruzaba mis brazos—.
—Ohhh~ interesante qué vinieras acá a pesar de que sea peligroso~—dio unas ligeras risitas tal de orbes ámbar—.
Ella dio vueltas mientras apoyaba su cuerpo en la pared de tal callejón, me estaba mirando con esos ojos brillantes junto a una sonrisa algo... Extraña, no sabía como decirlo, no era como una sonrisa amigable o falsa, simplemente era esa sonrisa que ves cuando estas cerca de un asesino sicopata. Eso no es buena señal ¿verdad? Pero vamos es solo una Omega, tampoco creo que me pueda hacer algo, sude un poco a tal pensamiento.
—¿Tu vives aquí cerca? —pregunte queriendo matar el silencio raro que había—.
—Se podría decir que si ¡vivo acá! ¿Por qué? ¿Acaso te interesó?—me dio otra risa lasciva mientras me observaba—.
—¿Qu-Que? ¡Claro que no señorita!—sentí los nervios hacia arriba sintiendo como mis mejillas se volvían rojas, esperaba que ella no se diera cuenta de eso—.
—Que bien por que tampoco eres mi tipo~—se burlo en mi cara, ni parecía asustada por mi presencia, nunca conocí una Omega tan... Directa—.
Pero recordé algo de que había un olor qué me había dejado algo descolocado ¡olía a sangre! En algún lugar de allí, era peligroso, quizás era mejor sacar a la Omega de tal sitio por que parece ver que no la huele.
—Será mejor que nos vayamos de acá, es peligroso ir a estos sitios—le dije mientras con lentitud me acercaba ella con la intención de tomar su brazo—.
—¿Peligroso? Vivir acá ya es peligroso, aun así aqui no hay nada~—afirmó eso, pero aun así no podía dejarla sola—.
—No me digas que estas asustado, conejito~—se seguia burlando, con esos ojos que solo se reían de mi—.
Me sentí algo ofendido, ¿me comparaba a un conejo asustadizo? Vamos se que no soy como los alfas promedio pero tampoco era para rebajarme a eso ¿verdad?, si hasta ya estaba dudando de mi apariencia.
—Para que sepas soy un Alfa, y segundo te dejaría acá sin problema pero estoy oliendo sangre, será mejor salir de acá—le advertí a la Omega—.
—Ohh ¿así que sabes el olor a la sangre? ¿Eso no te debería hacer más peligroso?—sabía que solo intentaba provocarme, enserió qué no la entendía—.
—No es tan raro que lo sepa, aun así es algo que tu no deberías saber, tu eres una indefensa Omega y yo soy un Alfa ¡así que salgamos de acá! —le intentaba convencer ya con una expresión de furia—.
Sentí como en mi piel se rozó una cuchilla filosa haciendo un corte para así que saliera sangre de esta, pude reconocer qué el olor de sangre había sido de tal cuter qué me estaban amenazando, la omega lo había sacado de su bolsillo de la nada, me quede estático no sabía que decir, sentía como sudaban mis manos y temblaba ¿ella había matado alguien anteriormente? ¿Que era lo que sucedía ahora? Una Omega le encontraba amenazando a un Alfa.
—Bleh~ por eso no me gustan los alfas, se sienten superior a los demás y por eso creen que pueden controlar a quienes quieran~—me sacaba la lengua donde sentí como presionaba más el cuter a mi mejilla—.
—Aquí tienes tu sorpresa ¡Yo era la que tenia la sangre! —reía como sádica la de orbes ámbar—.
—¿Enserió tenias que hacer tal comentario? ¡NO ME MATES! —suplique nervioso, a pesar de que quería desaparecer algunas veces no quería morir de tal forma—.
Para así ver como la Omega subía su pierna y me dio una patada en el estómago qué por mi shock me hizo caerme al suelo frío adolorido, rápidamente intente limpiar mi mejilla qué se encontraba herida gracias al corte qué me había hecho tal rubia. Ella no me dijo nada para así solo intentar irse de allí, pero en vez de salir de tal callejón solo se iba a adentrar, quizás llevaba a otro lugar pero me encontraba muy asustado como para intentarlo.
—¡E-Espera! ¡¿Como te llamas!? —pregunte en voz alta ¿por qué había dicho eso? ¡Ni yo tengo idea!—.
La Omega dio un giro para mirarme confundida, de seguro le parecía raro de que a pesar de lastimarme aun así quería saber su nombre, esa Omega era el peligro puro pero aun así, quería saber quien era. Ella tomo un pan qué tenia dentro de su bolsa para así darle un mordisco.
—Toga, Toga Himiko... ¡Bye bye conejito!~—se despidió la Omega para así irse dando saltitos, en ese caso ella sería el conejo—.
Me quede en silencio, todo sentía que había pasado muy rápido a mi gusto, solo me levante para así irme a mi departamento sin mucha duda, ¿Toga Himiko? ¿Que tipo de chica es? ¿La loca? Lo más seguro, me pregunto si habrá lastimado a alguien... O quizás matado, ese pensamiento me dio escalofríos, esperaba no verla seguido por acá.
Pero tengo que admitir que me es curiosa, me pregunto que escondera esa Omega agresiva.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.