Salí del closet...de Eddie

Prisionero de tus ojos

Por el mes de junio:

❝Dejen de ser crueles con los que no son iguales, está mal. Tenemos que aprender a vivir juntos en esta roca redonda. Libres para poder vivir Libres❞.

—Venom 🙏

Es increíble el poder que tienen las palabras, especialmente cuando son dichas por alguien que te ama...o que se suponías que te amaba.

Una pelea con Eddie realmente le parecía muy normal, finalmente –y después de todo un buen drama-, terminaban por disculparse. Pero tal vez, en esta ocasión, no sea de este modo.

Sinceramente, Venom creía que la pelea reciente con el humano aquel, ya no tenía solución. Ahora todo se veía y se sentía mal, y estar en otro huésped que no fuera Eddie, se sentía extraño, como incómodo, sencillamente no encajaba. Siempre consideró a Eddie como el ser con el que mejor podía entenderse, si se ponía romántico podría decir que se sentía como si estuvieran hechos a la medida.

Son pensamientos que ahora considera ridículos, pensamientos que se arrepiente de haberlos tenido, porque no era correspondido en ello, Eddie al parecer jamás dejó de verlo como un parásito, él lo dijo: "eres un rechazado, eres un paria, ¿protector letal?, me das risa no puedes proteger nada, eres un inútil". Cada palabra quedó grabada.

Y a pesar de ello, de todo lo pasado, de no haber sido valorado...no podía descartar tan fácil a Eddie, esto debía tratarse de una locura o de una nueva clase de simbiosis, pero, reconocía para sí mismo, que al parecer todo indicaba que quería a Eddie Brock. Y carajo, no era buen momento para eso.

—Ojalá me hubieras visto esta noche...Eddie

Después de un buen discurso, de estar en un ambiente donde sentía que pertenecía, de demostrar (o aparentar) al mundo que un ser superior como Venom no se dejaba afectar por un simple humano fracasado; Venom se desploma lentamente en el suelo y sabe que debe cambiar de huésped rápidamente. Por eso en cuanto siente que esta persona comienza a quedarse sin fuerza, sale del cuerpo y se escabulle para encontrar otro nuevo.

Y cuando lo hace, aprovecha que por el momento, el nuevo cuerpo tiene "las pilas recargadas" y se apresura en busca de un plan B. Dirige al huésped hacia la tienda de la señora Chen, hasta ahora su única opción para conseguir comida y obtener la fuerza suficiente en lo que pensaba algo mejor.

El destino -si es que tal concepto tan disparatado existe-, resulta que tiene un sentido del humor bastante ácido; pues resulta, que justo en el camino de Venom se encuentra a Eddie Brock entrando en un bar barato de por ahí. Y más disparatado y cómico resulta pensar que Venom lo seguiría y entraría al mismo lugar, bueno, eso fue lo que hizo.

Decir que no tenía ni idea del porqué de esa acción sería mentirse tan ridículamente, sabía que su intención era ver una vez más a Eddie, ¿quizá estar cerca de él?, maldita sea, lo extrañaba.

Fue a paso lento hacia la barra, donde Eddie ya había pedido alcohol o tal vez no, realmente eso no importaba. Venom se sienta a un lado de Eddie, quien al principio ni se percata de esto.

—Hey —expresa animadamente Venom a través de aquel huésped de talla alta, pálida piel y cabello largo. El ruido del lugar quizá no dejó que el contrario escuchara el llamado, así que Venom colocó una mano en la espalda de Brock, para llamar su atención...y porque le encantaba tener contacto con el cuerpo aquel.

—Hey —dice Eddie, volteando hacia –para él- desconocido, ofreciéndole una sonrisa y un leve asentimiento.

Venom no dijo nada, no podía si todo su ser se estaba enfocando ahora mismo en los ojos del humano. Adoraba los ojos de Eddie cuando este sonreía, sus ojos siempre se entrecerraban un poco y parecían más brillantes. El cuerpo huésped a mandato de Venom quitó lentamente la mano de la espalda de Eddie, para dirigirla a la parte inferior del ojo derecho del humano y acariciar con tacto suave aquella zona. Venom utilizó un pulgar para ello, mientras que el resto de la mano reposaba sin fuerza sobre el costado de la cabeza de Eddie.

Eddie estaba confundido, y miró por inercia de un lado a otro. Tomó la mano del "desconocido" y la quitó de su rostro.

—Tranquilo, hey, tranquilo. Ya estás un poco pasado de copas.

—No estoy ebrio.

— ¿No?, ve al baño y vete en un maldito espejo, te ves terrible, parece que vas a colapsar en cualquier momento.

Venom se sorprendió ante lo dicho, carajo, era muy pronto para tener un cuerpo más por desechar. Al parecer el huésped expresó también la sorpresa de Venom, porque Eddie pareció preocupado por su contrario.

Y Venom ladeó su cabeza, mirando de nuevo a Eddie. Iba a extrañar tanto esos ojos cuando se tornaban intranquilos, y esa curvatura en las cejas... y la mirada atenta a la situación...

— ¿Ya te sientes tranquilo? —Soltó sin más en voz baja, aunque suficiente para ser escuchada a pesar del ruido del ambiente. Eddie podría decir que aquella voz ocultaba cierta tristeza.

— ¿Tranquilo?, ¿de qué hablas? —pregunta consternado y con la voz un tanto fastidiada. Después solo vira los ojos y recuerda que son solo locuras de ebrio. La persona frente a él se desvanece un poco, se apoya en la barra tirando el trago de Eddie, quien rápidamente trata de darle apoyo. —No puedes seguir aquí, hermano, estás sudando en frío, realmente te ves mal. Solo trata de...

— ¡No!, solo quiero saber si estás bien, si tu vida está tranquila —en voz un poco débil y rasposa, pero Venom había logrado decir aquello aún con suficiente decencia.

—Sí, claro, todo en orden...gracias por preguntar, supongo —dice sin importancia y aun confundido por la actitud del sujeto— ahora, salgamos de aquí.

Venom ya no dijo nada, es que, la contestación de Eddie sí le había lastimado aunque le molestara admitirlo. Se preguntaba a sí mismo si acaso realmente era tan desechable, si realmente le estaba arruinado la vida a su huésped.

Eddie los llevó fuera del lugar, sujetando al tipo por la cadera, el brazo ajeno se colocaba por encima de los hombros de Eddie, de esta manera fue más fácil brindar soporte y que caminaran hacia la salida. Al hacerlo, Venom ya no pudo contener más aquellas palabras que desde que lo vio entrar al bar le quiso decir...

­—Lo siento...

Y el huésped de Venom se desvaneció.