Los pequeños alfas se encontraban en la casa del menor, sentados en el suelo de la sala, con varios libros sobre la pequeña mesita ratona y algunos snack's que la madre del castaño había preparado para que comieran algo mientras trabajaban en el proyecto de historia.
Era primera vez que llevaba a alguien a la casa que no fueran Félix y Jeongin, sabiendo lo difícil que era para su hijo el poder abrirse con las personas aquello le llenaba el pecho de orgullo y emoción.— Nuestro proyecto debería tratar algún tema de la antigua Grecia que nadie se haya animado a tocar aún. — Mencionó el pelinaranja, mientras se llevaba una galleta a su boca.
— Tienes razón, si hacemos algo ya visto es muy probable que la nota no sea buena. — Imitó la acción del mayor y también se llevó una galleta a la boca.
— Veamos. — Limpió sus manos en su ropa y tecleó unas cuantas palabras en la computadora, "Amor en la antigua Grecia" — Este me parece un tema interesante y del que casi nadie hablará en la clase, ya lo veo.
— A ver... — Se acercó un poco a su compañero y leyó el primer párrafo, alzando una de sus cejas. — ¿Hablar sobre el amor?
— Sí, ¿Por qué no? — Sonrió y giró su rostro para observar al castaño. — ¿No crees que sea un tema interesante para hablar?
— No es eso, es sólo que... — Siseó y movió levemente su cabeza de un lado a otro, tratando de encontrar las palabras correctas para explicar su punto. — Es un tema bastante complejo y algo cliché, no creo que llegue a interesarles el tema.
— Tal vez no les llame mucho la atención, pero ellos no nos darán la calificación, Binnie. Además, la idea es ser originales, hablar de algo que los demás no hayan hablado puede que hasta nos beneficie con la nota final.
Changbin mordió su labio inferior y pareció pensarlo bien, Minho tenía razón, pero eran apenas unos adolescentes y no sé sentía capaz de hablar sobre un tema completamente desconocido para él.
Se autoconvenció a sí mismo de que era una buena idea y que el proyecto saldría bien.— ¿Estás seguro de que es un buen tema para el proyecto?
— Completamente. — Asintió rápidamente, tanto que su cuello dió un leve tirón.
— Bien... — Suspiró rendido, tomando una hoja y un lápiz. — Escribamos sobre el amor.
Las horas fueron pasando rápidamente, tanto que no se dieron cuenta del momento en el que el sol se ocultó y el cielo comenzaba a oscurecer, ambos pequeños se estiraron y bostezaron debido al cansancio por tantas horas de estudio, lo bueno es que habían logrado avanzar bastante para haber sido el primer día trabajando en el proyecto.
La madre de Changbin salió de su cocina luciendo un adorable delantal.— Jovencitos, han trabajado duro, es casi la hora de cenar y yo estoy terminando de preparar la cena. — Esbozó una pequeña sonrisa y miró al pelinaranja. — Minho, ¿Te gustaría quedarte a cenar?
— Uh, bueno, yo... — Observó de reojo al castaño y esperó alguna expresión en su rostro para saber qué responder, pero al no poder deducir aquel silencio con algo de duda asintió lentamente. — Por supuesto, si no es mucha molestia.
— Eres una dulzura, por supuesto que no es molestia, sólo procura avisarle a tu madre que te quedarás a cenar aquí para que no se preocupe. — Habló mientras se quitaba el delantal. — Guarden sus cosas y vayan a sentarse a la mesa.
Ambos alfas obedecieron a la mujer mientras que ésta se adentraba nuevamente en la cocina, en silencio guardaron sus lápices y cuadernos en sus respectivas mochilas y al terminar el pelinaranja envió un mensaje a su madre para no preocuparla.
Se sentaron nuevamente en el sofá con la vista hacia el frente el la espera de la llamada de la señora Seo.
Minho tenía un pequeño problema y es que detestaba los silencios por más cómodos que fueran, necesitaba hablar y sacar algún tema de conversación todo el tiempo.— Y... ¿Hay alguna razón más por la cual los alfas te caigan mal? — Preguntó de la nada, sacando a Bin de su burbuja.— Igual lo entiendo, soy un alfa ya aún así no me siento cómodo con muchas de las cosas que se nos dictaminan a la hora de presentarnos, estamos encasillados a comportarnos de determinada forma para que nos tomen en serio.
El castaño se quedó en silencio mientras que intentaba procesar cada palabra dicha por el mayor.
Aún así, estaba de acuerdo con su punto y pensaba de la misma manera, más no supo que responder más que brindarle un leve asentimiento de cabeza y mantenerse en silencio, no era una persona muy habladora, incluso con sus mejores amigos le costaba entablar largas conversaciones.
La gente tendía a pensar que les caía mal o que era una persona creída por el simple hecho de no estar hablándoles y dándoles atención todo el tiempo. Algo más que Changbin y Minho no compartían.— No eres una persona que hable mucho, ¿Cierto? — Giró su rostro hacia el más bajo y éste imitó su acción, ambos mirándose con expresiones neutras y respiraciones calmas.— No te preocupes por eso, yo puedo hablar por ambos, tú sólo dime cuando quieras que haga silencio, a veces no me doy cuenta de lo mucho que estoy hablando.
Lo había notado, no había dejado de hablar y Changbin se preguntaba si es que alguna vez se tomaba pausas para respirar, de forma disimulada tomó una de las galletas que aún quedaban en el plato y la colocó entre los labios ajenos, invitándolo a comer o mejor dicho, invitándolo cordialmente a que dejara de hablar por al menos unos segundos. No iba a decírselo de forma directa.
— Oh, gracias.— Habló el pelinaranja mientras masticaba un trozo de galleta sin percatarse de que el menor estaba pidiéndole en silencio que dejara de hablar.— Oh no...— Luego de tragar comenzó a toser debido a la molesta picazón que se había instalado en su garganta.— Chocolate, tiene... chispas de chocolate.
— Los ojos del castaño se abrieron en grande, miró al mayor con preocupación y le quitó la galleta.— ¿Estás bien? ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte?
— Sólo... mi inhalador.— Tanteó sus bolsillos en busca de dicho inhalador y al no encontrarlo tomó su mochila revisando cada compartimento, empezaba a desesperarse.— No puede ser, creo que lo olvidé en casa.
Minho jamás había sufrido problemas respiratorios, pero cuando descubrió su alergia necesitó usar el inhalador, el chocolate cerraba por completo su garganta y el aire comenzaba a faltarle, era desesperante.
Changbin actuó con rapidez, no dudó en ponerse de pie salir corriendo rápidamente de su casa, tal vez fue impulsivo y no pensó en lo extraño que podría ser el llegar corriendo y tocar la puerta de su nueva vecina y decirle algo como "Hey, hola, su hijo está asfixiándose en mi casa, ¿Podría darme su inhalador?" no era tan directo.
En cuando cruzó la calle y estuvo de pie frente a la puerta de los nuevos vecinos tocó varias veces la puerta, esperando impaciente a que la señora Lee abriera.
Tomó una vocanada d3 aire y estuvo a punto de volver a golpear, pero la puerta se abrió y la madre del pelinaranja lo observó con preocupación al verlo en ese estado de desesperación.— Oh, pequeño, ¿Todo en orden?
— Minho comió chocolate y no tiene su inhalador, es mi culpa, él estaba hablando mucho y yo sólo le di una galleta, no sabía que tenía chocolate y...
— Bin, pequeño, tranquilo.— Interrumpió al chico y se adentró rápidamente a su hogar, en su cartera siempre llevaba uno de repuesto. Nuevamente regresó con el castaño y le extendió el inhalador.— Ve, cielo, no te culpes.
El chico tomó el inhalador con sumo cuidado y salió corriendo hasta degradar a su hogar, vió a su madre sentada junto al pelinaranja, ella masajeaba con suavidad el pecho del joven para ayudarlo a respirar.
Se acercó rápidamente y le extendió el inhalador, en cuanto Minho pareció poder volver a respirar con normalidad suspiró de alivio.
No se hubiese perdonado si algo malo le ocurría.— Muchas gracias, Bin, salvaste mi vida, eres como un héroe ahora.
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Mistake | MinBin Omegaverse.
FanfictionMinBin Fanfic « omegaverse » | ¿Qué pasaría si la naturaleza y la biología se equivocan? Cuando Changbin presentó su primer celo todo el mundo daba por hecho que sería un omega pero al parecer algo salió mal y Changbin resultó ser un alfa, uno muy p...