Mistake | MinBin Omegaverse.

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La cena de la noche anterior surgió con tranquilidad, el incidente de Minho no llegó a mayores, para la suerte y sorpresa de Changbin pasó una buena noche y se sintió cómodo a pesar de no haber hablado tanto.
Su madre fue quien más temas de conversación tuvo con el pelinaranja, incluso le mostró fotos familiares y fotos de cuando sus hijos eran pequeños, Minho sintió curiosidad al ver que no habían fotos de su compañero cuando era un bebé, más no quiso ser inoportuno y decidió no hacer preguntas al respecto.

Esa mañana fue a buscarlo en su bici tal y como había prometido y esa vez el pequeño alfa subió con más confianza, se sujetó con fuerza de la chaqueta del mayor y partieron rumbo al instituto.
Los demás adolescentes observaban curiosos como Changbin llegaba junto con Minho, viéndose tan cómodo y tranquilo, algo no muy habitual en el castaño cuando de relacionarse con personas nuevas se trataba.
Sólo una mirada del pelinaranja bastó para que aquellos ojos chismosos se apartaran de ambos, el pequeño alfa suspiró de alivio en ese momento, odiaba ser el centro de atención, lo hacían sentirse juzgado.

— ¿Siempre son así? — Cuestionó el alfa mayor, refiriéndose a los alumnos.

— Dió un leve asentimiento mientras que bajaba cuidadosamente de la bici.— Y eso no es nada, si alguien no les agrada o ven algo fuera de lo común son capaces de molestarle hasta el cansancio.

— Oh... ya veo.— Cuando ambos bajaron de la bici la aparcó y la aseguró con una cadena en un poste.— Eso no está bien, desde ahora me aseguraré de que nadie te moleste.— Tomó la mano del castaño y comenzó a caminar a su lado o más bien, lo arrastró junto a él hasta la entrada.

— ¿Qué...? No, no, no.— Se zafó de su agarre y detuvo el paso mientras fruncía su ceño, no estaba dispuesto a generar un espectáculo.— No necesito que un alfa cuide de mi, no soy alguien débil, además, a mi no me molestan.

— Bin, estás poniéndote a la defensiva, yo sólo quiero ayudarte, no estoy diciendo que seas alguien débil.— De igual manera frunció su ceño y se cruzó de brazos, su alfa interior se había sentido ofendido ante el rechazo del castaño.

— Dejó escapar un gran suspiro mientras masajeaba su cien con la yema de sus dedos para calmar su estrés y mal humor.— Minho...— Comenzó con voz calma.— Agradezco tu amabilidad y generosidad, pero no te necesito, puedo defenderme solo si alguien me molesta y entiendo que quieras que seamos amigos, pero acabamos de conocernos y como ya te habrás dado cuenta me cuesta confiar en los demás, mucho más si se trata de... alfas, así que no te lo tomes como algo personal y ya deja de querer cuidarme como si fuera un niño de cristal. Me estás subestimando.

Y antes de que el pelinaranja pudiese objetar al respecto, Changbin se dió media vuelta y se adentró en el Instituto. Inhaló y exhaló, apretó sus manos en puños y su lobo interior gruñó en protesta, más no hizo nada, no permitiría que su molestia se viera reflejada, él no era igual que su padre.
Pegó un saltó al sentir una mano en su hombro y al girar su rostro por encima de su hombro se tranquilizó al ver que sólo se trataba del profesor Kim.

— Veo que tienes problemas con tu compañero de proyecto, ¿Sucede algo? Espero esto no influya en el resultado final de su trabajo.—  Mencionó con voz calma el profesor.

— Ah... no, no hay problemas con él, fue sólo un malentendido.—  Se mantuvo rígido hasta que el profesor Kim alejó su mano, al verlo sonreír entrecerró sus ojos.—  ¿Qué sucede?

— El amor adolescente.—  Murmuró, más para sí mismo que para el menor, negó leve y mantuvo aquella sonrisa plasmada en sus labios.— Conozco a Changbin desde que era un niño pequeño y sus padres lo inscribieron a esta escuela, siempre fue bastante arisco, como un pequeño gatito asustado.

— Me di cuenta de ello desde que puse un pie en el salón, creí que me odiaba o algo. Me gustaría entender por qué es de esa manera, realmente busco ser su amigo, no quiero hacerle daño.—  Dejó escapar un suspiro, algo frustrado al no saber cómo acercarse al menor.

— Pues, no puedes intentar acercarte de una forma tan brusca o como si lo conocieras de años. Vuelvo al ejemplo de un pequeño felino asustado, algo malo debió haberle pasado, una pelea, gritos, golpes, algún trauma. La memoria de los gatos no tiene recuerdos, pero cuando de un hecho traumático se trata ellos intentan huir de todas las maneras posibles a situaciones similares o a personas que le hacen recordar aquello que les sucedió en el pasado.

Ante la mirada atónita de su alumno el profesor Kim retrocedió algunos pasados, nuevamente con una sonrisa tirando hacia arriba la comisura de sus labios, giró sobre sus talones y se dispuso a entrar al Instituto, segundos más tarde le siguió Minho.
Tuvo que apresurarse, debido a a que ya no quedaba nadie en los pasillos y ya estaba llegando tarde a su clase, dió unos tres golpecitos a la puerta y esperó oír el "Adelante" de la profesora, se adentró al salón con la cabeza gacha y a pasos apresurados hacia su pupitre, encontrándose con la sorpresa de que su silla al lado del castaño ya había sido ocupado por Jeongin, dió una mirada rápida hacia el pequeño alfa y al ser fríamente ignorado soltó un suspiro pesado y se dirigió hacia el último pupitre que se hallaba vacío. Tal debía dejar de ser tan sobreprotector, debía darle su espacio a Changbin y dejar las cosas fluir de forma natural, tampoco iba a rogar por su amistad, si algo poseía Minho era dignidad.

— Binnie... no mires a Minho pero...— Y antes de que pudiese continuar el castaño había girado su torso hacia el pelinaranja, mirándolo fijamente. Jeongin suspiró y negó lentamente.— Ya nada, Minho lleva mirándote hace varios segundos.

— Lo sé, pude sentir su mirada clavada en mi espalda.— Mencionó el alfa mientras que continuaba mirando a su compañero fijamente.— ¿Ya ves por qué no soporto a los alfas? — Cuestionó mientras que volvía a girarse hacia el frente.

— Pero, eres un alfa y yo también lo soy, así como tu papá también lo es...

— Sí, pero somos las excepciones, Minho apenas ha llegado a esta escuela y ya parece tener una fijación conmigo, creo que me estoy arrepintiendo de haber aceptado su propuesta para comenzar a ser amigos.

— Eso lo dices porque no te das el tiempo a conocerlo.— Mencionó el pelirrojo antes de guardar su libreta en la mochila y sacar su carpeta de color rojo.— ¿Recuerdas que apenas nos conociste a Félix y a mí también tardaste en considerarnos tus amigos? — Al verlo asentir ezbozó una pequeña sonrisa.— Eres un buen chico, Binnie, sé que no apartarías a Minho. Dale una oportunidad y date a ti el tiempo para conocerlo, ¿De acuerdo?

— Ya, ya, yo... uff, está bien.— Recogió sus cosas e hizo una pequeña seña con su cabeza en dirección al pelinaranja.— Iré con él, ¿De acuerdo?

— Ve, ve, no te preocupes.

Y ante aquellas palabras se puso de pie y se giró dispuesto a caminar hacia el mayor para así sentarse a su lado, claro que no contaba con que Yeonjun también se acercaba al pelinaranja, corría el asiento hacia atrás y se sentaba a su lado y Minho le sonreía.
Alfas, todos iguales. Tomó su orgullo y de manera muy sutil volvió en dirección a su mejor amigo, sentándose a su lado y dejando sus pertenencias sobre el banco, sus mejillas estaban de un leve color carmín, no sabía si por la vergüenza o el enojo.

— ¿Ya viste? Yeonjun se sentó a su lado, ya no está solo.

— Changbin...— El alfa mordió su labio inferior, tratando no sonreír divertido ante tal situación.

— Nada, mejor me quedo aquí.

Ya reaparecí, un capítulo corto y algo mediocre, pero nada más para volver a retomar la escritura