Inalcanzable

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Múltiples aullidos.

 Recostado sobre el pasto natural y durante las primera horas de oscuridad, los zorros advertían al pequeño que otros humanos se aproximaban, el despertó de sobresalto al sentir que una de las hembras le lamia el rostro.

El niño se levanto rápidamente y limpio su kimono de los restos de hojas secas que colgaban de ella, hablar con esos salvajes caninos resultaba lo mas normal de mundo.

" Uno de ellos tiene el pelo dorado y el otro es como tu, con esos redondos ojos azules"

Al entender la descripción, permaneció tranquilo en un comienzo pero al saber que alguien muy parecido a el también iba en su búsqueda lo lleno de nervios al punto de mostrar un rostro rígido y una mirada que temblaba sin parar.  

— Creí que demorarían mas en hablarse— Dijo suavemente y su vista se coloco en el la primera estrella que resplandecía.

" Esos plumíferos estaba espiándolo, perdónenos, si pudiéramos alcanzar a devorarlos lo hubiéramos hecho"

— Dejen a esas aves en paz, solo siguen instrucciones de sus amos— Menciono mientras ideaba un plan de escape.

La pradera que lo rodeaba estaba salpicada de lindas flores, se quito su haori de tonos cálidos y las sumergió entre los perfumados pétalos, con el fin de confundir su rastro, su mano se coloco en su pecho y extrajo una pequeña hoja verde, la tentación de cambiar su apariencia lo abordaba.

— Yo no quiero parecerme a mi padre—  Apretó la hoja y cambio de idea.

Sus azulados ojos se posaron en uno de los cachorros del zorro hembra y puso la hoja sobre su peluda cabeza.

Ahora la cria había cambiado en un ¡Pluf! y tenia apariencia humana, cabello negro, ojos de mar y su misma estatura. Planeaba que el pequeño animal tomara su lugar y engañar a los cazadores.

A una considerable distancia, el camino que eligió Kyojuro era mas corto y directo. Los altos pastizales se meneaban arrastrados por el viento, asi como la cabellera rubia de el, sus ojos permanecían alertas ubicando al niño, cuando fue alertado por su cuervo, rodeo el perímetro impidiendo que escapara.

Le pareció extraño la forma en que huia, corriendo en cuatro patas.

— ¡Espera!—  Grito a viva voz, su agilidad lo había puesto delante de el.

El zorro transformado en el niño empezó a retroceder con un gruñido, Kyojuro se acerco lentamente, explicando en todo momento que no pretendía lastimarlo.

Hablaba con el pero el animal no lo entendía, Kyojuro se animo a tomarlo en brazos, observando esos iris que poseían el color del cielo pero carecían de humanidad.

— No eres el, he estado perdiendo el tiempo con alguien que se le parece—  

Una gota se resbalo de su sien, se sentía avergonzado y mas cuando el efecto de la magia concluyo y lo que sostenía en su mano era un cachorro de zorro que no dudo en morderle la mano para escapar.

 — ¿Que?— Reacciono con esa corta palabra, restándole importancia al dolor de su mano herida.

Su aura de fuego se encendía al darse cuenta del engaño, se pellizco el hombro izquierdo para saber si no se trataba de un loco sueño donde los kitsunes eran reales.

Al instante descubrió por el dolor punzante de su hombro, que esto era verdad, las ganas de encontrar a ese niño se multiplicaron.

Abandonando el campo donde el Pilar de la Flama se encontraba, el kitsune de lomo negro azulado escapaba, solo tenia 9 años, no se sentía listo para cumplir su misión.

La Bendición del Sol (RenGiyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora