Camille abrió lentamente los ojos mientras los cálidos rayos del sol se dejaban ver a través de las cortinas, se removió lentamente y noto como unos grandes brazos rodeaban su cintura, sonrió al darse cuenta de que él no la había soltado en ningún momento de la noche, se giró lentamente con mucha delicadeza para no despertarlo y se detuvo a observar por un instante. Sus facciones completamente relajadas y los mechones de cabello que caían sobre su frente le estaban brindando una magnífica escena, realmente nunca se había dado cuenta de lo atractivo que era hasta ese momento, llevó su vista hacia sus brazos adornados con diversos dibujos hechos con tinta y sus trabajados músculos la hicieron soltar un pequeño suspiro.
-Buenos días -el sonido de su rasposa voz la trajo de vuelta a la realidad.
-Buen día-
-¿Cómo dormiste? - Johnny se acomoda en la cama dejando caer su espalda contra el respaldar de tapiz negro y con su brazo extendido la invito a hacer lo mismo. -Yo personalmente mejor que nunca -
-Muy bien - dice la abogada mientras se acomoda mas en su pecho.
-Esas palabras son música para mis oídos - ella solo sonrió mientras que el tomo de su rostro para que esta lo mirase - Puedo? -
-No tienes ni que preguntarlo - Johnny le dedica una media sonrisa mientras se inclina hacia sus labios para tomarlos.
Besarla era como tocar el cielo literalmente, sus labios parecían hechos a la medida, lo tenían completamente hipnotizado, la acercó más y continuó besándola con ternura, pero pasados los minutos su cuerpo y su mente no se sentían satisfechos, necesitaba más de ella, pero la idea un tanto lo aterraba. Camille intensifico el beso y con un movimiento rápido se acomodo encima de él.
-No me hagas esto -
-¿Hacer que? esto? - respondió dejando su boca para enfocar una línea de besos en su cuello.
-Vas a matarme, ¿Así que a la pequeña abogada le gusta jugar con fuego ? - Camille se detiene mientras él coloca sus manos en su espalda -¿No temes quemarte? -
-Prefiero que lo descubras - agregó antes de volver a besarlo.
...
La castaña envolvió su cuerpo con una toalla después de una corta ducha, Johnny se acercó y la rodeó con sus brazos por la espalda no sin antes dejar un corto beso sobre su hombro. Ella estaba fascinada, nunca la habían hecho sentir tan bien, en todos sentidos, pero sabía que pronto su burbuja de felicidad se opacaba con su trágica vida cotidiana, y que tarde o temprano su conciencia la llevaría a jugar el más perverso juego de culpa y ética laboral. Salieron del baño entre risas y mientras ella se vestía él solo se limito a observar, ante sus ojos era perfecta, no había nada en ella que el quisiese cambiar, la observaba como si de un artista observando una bella obra de arte se trataba. Rápidamente desvió su vista ya sabía cómo iba a terminar la situación si la seguía mirando, ella era la combinación perfecta entre placer y culpa, anhelaba tenerla cerca aun sabiendo que lo que hacían estaba completamente mal.
- ¿Qué tan mal me veo? - Pregunta incómoda ante su intensa mirada.
-¿Mal? Millie eres la persona mas hermosa que he visto en mi vida - la abogada se sonroja completamente mientras termina de acomodarse el cabello. -Sabes lo difícil que va a ser para mi verte todos los días y no poder besarte en la maldita corte? -
-Ganaremos ese bendito juicio y haremos lo que se nos antoje -
-¿Cómo no hacerlo? si tengo a la persona más inteligente en mi equipo, cuando todo esto acabe solo voy a decir tu, yo y las Bahamas -
-Fantástica idea Sr Depp -
-Si sigues seduciéndome de esa forma me veré obligado a quitarte ese traje - Ella sonrió y se acercó para besarlo -pero vamos, te llevaré al trabajo -
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don't blame love made me crazy
أدب الهواةACLARACION: esta historia es completamente ficticia, todos los hechos redactados jamas ocurrieron, por respeto a la vida de ambos si alguna de las partes me pide la eliminacion de la historia me vere obligada a hacerlo. "no tenia los ojos azules sin...