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"El amor no es ciego, sólo está cegado por la pasión que lleva dentro."

- Nietzsche

Liam estaba terminando de firmar unos documentos que esa misma mañana Louis le entregó

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Liam estaba terminando de firmar unos documentos que esa misma mañana Louis le entregó. Quizás ya los habría terminado si no fuera que ha estado un poco inquieto desde ayer después de su encuentro con ese omega -quien le dio su número, pero no le ha mandado un mensaje.- aunque debe aceptar que sí ha cambiado un tanto dentro del trabajo.

— Payno iré a esa cafetería, quieres ir o te traigo un café.

Dio un pequeño brinco en su lugar al ver cómo Louis entraba a su oficina con una sonrisa burlona, sabía bien lo que hacía, solo estaba molestando. — Lou, ve, tú le dije a tu padre que le entregaría estos documentos antes de las siete y solo llevo la mitad cuándo me quedan menos de veinte minutos para que venga su secretaria.

— El viejo no está, sigue de viaje, yo le digo a Anne que más tarde o mañana a primera hora se los entregó, vamos amigo.

Liam suspiró asintiendo dejando lo que hacía y apagando el ordenador para acompañar a su amigo, en verdad quería volver a ver a ese dulce moreno y embriagarse con su aroma.

Salieron de su oficina, ya muy pocas personas había aún en el edificio, ya faltaba poco para la salida de muchos empleados, es por eso que pasaron a avisarle a Anne que mañana le entregarán los documentos. Bajaron por el elevador hasta el estacionamiento, esta vez fueron en el auto de Liam, no tardaron mucho en llegar y esta vez había más personas, probablemente porque empezó a esconderse el sol y empezó a salir la luna a brindarles luz.

Ambos alfas entraron esta vez mientras Louis se fue a tomar un lugar cercano de una ventana con la vista a la avenida. Liam se ofreció para ir por sus lates y un poco de pastel -claro y para hablar con el omega-. Un aroma un poco dulce, pero al mismo tiempo relajante, como si en ese momento estuviera fumando mientras toma un poco de té de limón con miel, perfecto para tomar un descanso de su padre.

La nariz del ojizarco empezó a olfatear el aire en busca del dueño de ese aroma tan perfecto, aunque estuviera rodeado de varios aromas en ese sitio, ese aroma, sabía que le pertenecía a un omega. Todos sus sentidos estaban en busca del omega, pero por alguna razón no podía identificar de quién era. Se empezaba a sentir un tanto abrumado, sentía sus manos temblar un poco, se levantó de su lugar y dio unos cuantos pasos, pero no sentía que sus piernas, no le respondía, su alfa empezó a moverse al ritmo de su corazón, acelerador a cada segundo.

«Es nuestro Omega, está aquí, lo puedo sentir.»

Louis desacomodó su cabello y volvió a sentarse, tenía que tranquilizarse, no podía perder el control.

Liam estaba haciendo una fila un tanto larga, aunque dos omegas estaban atendiendo, aun así la fila parecía no acabarse nunca, pero ni siquiera noto cuándo el dulce omega le sonreía.

Change Of Plans [L.S & Z.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora