Change Of Plans [L.S & Z.M]

40°

"Si quieres soportar la vida, prepárate para la muerte."

-Sigmund Freud.

La noche se hizo más presente. Louis y Harry se despidieron de Liam, ellos tenían que retirarse porque habían dejado a su hija con los padres del ojizarco y sabían que estaba bien, pero no podían estar ahí, lo que restaba de la noche será mejor venir temprano a ver a sus amigos. Liam prometió que les avisaría cualquier cosa que suceda y le pidió al omega rizado que les informe a sus otros amigos, ya que por varias razones no pudieron estar ahí con ellos y el alfa no tenía tanta cabeza en esos momentos para eso. La madre de Liam y su hermana con el pequeño Peter se fueron casi a la una de la madrugada solo porque el alfa se los pidió, no estaba bien que se queden ahí toda la noche. Solo pasaron quince minutos cuando le informaron al alfa que podía pasar con su omega, ya estaba despierto y pedía verlo.

— ¡Liam! — el moreno grito apenas vio a su alfa entrar a la habitación con la enfermera, su alfa se acercó rápido tomándolo de la mano mientras dejaba un beso en sus labios. — Fueron por nuestros cachorros, ellos están bien.

— Mi dulce omega. — beso, las manos del moreno, — Como estás tú. — sonrió viendo, él sonrojó de su omega.

— Estoy bien, Arlette dijo que tuve mucha presión en el parto, lo que provocó que mi corazón se detuviera unos cuantos minutos. — Sonrió haciéndole entender que todo estaba bien, ya no había ningún peligro en esos momentos, solo quería a su alfa a su lado y ser mimado.

— Zanie si algo te llegará a pasar me volvería un loco. — se inclinó y besó los labios resecos de su omega escuchando como la puerta de la habitación se volvía abrir y por ella entraba una enfermera con un cunero y en esta se encontraban sus cachorros. — Es hora que coman los pequeños. — les hablo, la enfermera con una sonrisa llegó al lado de la pareja que con ilusión veía a sus hijos.

Liam veía como Zayn con cuidado y miedo de lastimar a esas pequeñas personitas que tenía cargando en brazos les hiciera algún daño. El recuerdo de Zayn balanceándose en el columpio de su jardín no se compara a con la imagen que tenía frente a él: El omega moreno sosteniendo a dos de sus cachorros con la bata desabrochada con su torso desnudo para que los dos tuvieran contacto con la piel de su omega mientras comían con tranquilidad.

El moreno ni siquiera estaba consciente de la mirada de su alfa solo hasta que le llamó para que cargue a la pequeña y vuelva a repetir lo que hace unos minutos antes la enfermera les enseñó que después de darles de comer a sus cachorros tenían que sacarles el aire y los pequeños volverían a dormir.

— Andrew se parece a ti, tiene tu nariz. — el moreno sostenía contra su pecho al pequeño mientras dejaba unas cuantas palmadas en su espalda esperando mientras veía a su alfa con cuidado, ponía de nuevo en la cuna a la pequeña Natasha y volvía a revisar al más pequeño Steven que dormía con tranquilidad. — Al menos uno se parece a mí, que estos dos son idénticos a ti chiqui.