Parte 2

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Vimos a los cuatro irse juntos, incluso entrar a la tienda antes del escape.

Jungwoo y Doyoung ya estaban llegando y se unían al grupo con caras de confusión; Jaehyun miraba a todos lados y empezaba a caminar por donde vino; pero Johnny aún no volteaba por la esquina.

Estoy bastante seguro de que el mismo nombre pasaba por nuestras mentes en ese momento: Esos chibolos que mencionó el Tae. ¿Dream...? ¿Tan terribles eran? Cuando los vi parecían normales, como una versión más achorada de nosotros, media malandra, si capaz. Momento pensativo. La pierna de pollo de Johnny que me chorée en secreto, la salsa agridulce que me olvidé de pedir, y que nunca le dije que siempre fue como un hermano mayor para mi. ¿Cuál era el número de la policía? ¿Cuánto se tardaban en responder al teléfono? ¿Si les menciono que el desaparecido es un extranjero, se tardarán menos en buscarlo?

Oh, no importa. Acaba de cruzar, y tiene dos bolsas con el ícono del chifa colgadas del brazo. Qué chucha Jesús.

—¡Oe huevonazo!— Le grita Yuta seguido de su característica sonrisa que casi que roza su oreja.

—Caalla oe Yuta de mier...— Cortó su respuesta con un sonido de queja, a lo que él sólo rio y se le acercó más para darle una palmada en el hombro.

—Bro, pensábamos que el loco chete te raptó o algo— Dijo Jae riendo del alivio. La verdad, la verdad si me asustó, me asustó el puto.

Para rematar, el Yoni sonrió orgulloso. Qué ganas de pegarle un combo en la ñata.

Me acerqué igual, ya sentía salir el olor al arrocito chaufa así como en los dibujitos animados. Gracias compas chinos que trajeron el arroz y la soya, se aprecia inmensamente.

—¿Por qué no regresaste con nosotros? — Cuestionó Jaehyun a Johnny modo serio

—Nah si estaba con ustedes, pero me ofrecieron caramelitos de leche cuando ustedes ya estaban saliendo— Sacó de su bolsillo unos tres caramelos de conejo blanco y dos envolturas, y las agitó en su puño— También cuando salí me miraban unos chiquillos, y tiré su finta pe

Y guiña, y yo sólo quiero mi arroz.

—Chistosito — Mi pana le hizo una mueca— Anda con cuidado huevón-

—Mano huele rico, ¿cuál es mi táper? — Me impacienté

Cuando estaba por ver dentro de una bolsa, el chibolo sube el brazo.

—Ae ya pues John. Por algo pagué por todo, ¿no? Pésimo servicio.

—Ya, ya, quejón. Ten— Dijo el ctmre extendiendo una de las bolsas de su otra mano.

—¿Cualquiera?

—Se.

Cogí el táper de encima y me senté en la banca del parque que estaba justo enfrente, abandonando a mi pandilla de una. Tonces me concentré full sobre la obra de arte en mi regazo: estaba calentiito el tapersito de cartón; ojo que ya cambiaron sus tápers de tecnopor, qué bueno, me...

Ea.

Qué.

De la nada mil recuerdos corrieron por mi mente y conecté las similitudes. Regresó a mi cabeza la imagen del chico de la vereda de al frente.

Tápers de cartón. Nada tan especial, pero me recordaban mucho a alguien.

¡¡¡¿¿?

—Dios— Dije en voz alta. Levanté la mirada hacia mis amigos, la mayoría ya se acomodaba cerca de mi banca—. Chicos.

Tercermundista puto con sus tapers de cartónnnn

No puto. ¿Pero cómo lo olvidé por tanto tiempo?

—¿Mh?— Murmuró Winwin, que estaba más cerca de mí.

—El chico. El de cuando era niño— Dije yo. Sentí una oleada eléctrica por todo mi cuerpo; repentinos nervios—. Ríen de la misma manera, y el brillo de sus ojos, era- era igual.

—¿Quién era...?— Pensó Johnny en voz alta, librándose de las bolsas en el grass, y soltó un sonoro "Oh" un par de segundos después— Nah... No creo, ¿no serán parecidos no más?

Los otros dejaron de buscar sus tápers para empezarme a mirar. Era difícil sacar palabras de mi boca. Los sentimientos y las explicaciones lógicas se veían distantes y nubladas por emociones que sentía aclararse, saliendo de lo más profundo y protegido de mi memoria.

—Hm, bueno, tienes cara de que si es— Sonrió Johnny— ¿Y si le vas a hablar?— Extendió su brazo para darme un palmazo en la rodilla, sacándome de mis pensamientos. —Sea o no el chico, tiras tu gileada, se conocen y se van enamorandoo... Porque a ver, no estaba mal-

—No seas payaso— Aparté su mano

—Oe, ¿tanto tiempo de llorón para que ahora que se vulven a encontrar lo dejes ir? No seas imbécil tu tampoco ae

Aunque sea raro de aceptar, sólo Johnny y Jaehyun estuvieron ahí cuando él se fue. Jaehyun me daba consejos por su experiencia mudándose y regresando años después, y Johnny me distraía con su nueva Play y películas de Marvel. Al principio fue difícil, no me había dado cuenta de lo habitual que era su presencia en mi vida; sin él mi infancia no hubiera sido la misma... él. Dios, ni siquiera recuerdo cómo se llamaba.

—¿Cuál era su nombre? —dije hacia Johnny, mirándolo a los ojos al fin. Me devolvió una mirada algo confusa, pero aceptó mi giro de conversación.

—Ah... No mano si tu no sabes yo peor. ¿Te acuerdas con qué letra empezaba?

Pensé unos momentos. Incluso tenía un apodo para él. Seok, Hyeok, Hyun... Algo corto, porque su nombre era extraño de pronunciar con el gringo mindset de cuando recién llegué. Recuerdo lo común que era que se molestara porque pronunciaba mal su nombre, o lo llamaba de una forma que no era, "no le hacía honor".

—Era algo con D... Tipo- no sé. Le seguía una O, ¿creo? —pensé— Y tenía una H-

—¿Oh? ¿Acaso mencionaron a mi rey D.O? —Jungwoo metió la cabeza

—Ahora no Woo...

—¿De qué hablan? —preguntó ahora Doyoung mientras abría su chaufa.

Musité maldiciones con fastidio. Johnny se acercó más a los dos entrometidos y les dijo aprovechando la situación para prender su modo tía chismosa: 

—Mis estimades, al parecer el chico del grupito frente al chifa, el que hipnotizó a Mark como lámpara a polilla, como poste a borracho, como postre a ñaño...—hizo una pausa de suspenso — ese mero, fue el primer amor de mi chocherita acá cuando era renacuajo.

Cuéntame ๑ markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora