III

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Ahí estaban ambos frente a frente, el odio, la ira y la impotencia se hacía presente en sus miradas, aunque él estaba muerto por la resaca, no podía ni con su alma, lo único que logró hacer fué maldecirla, restregarle en la cara los "esfuerzos" que él había hecho por ella, trató de justificar el hecho de abusarla diciendo que era algo completamente normal en un matrimonio, alegó que ella estaba obligada a satisfacerlo sexualmente y que si no ¿para qué se casó con él?

Ella se limitó a observar y pensar por qué se casó con ese animal por que no debía llamarse persona, pensaba en cómo había llegado hasta ahí, como había caído tan bajo por culpa de ese imbécil, recordó todos los momentos en los que él había abusado de ella tanto física como verbalmente él cortó sus alas y arrojó por el drenaje todos sus sueños transformándolos así en pesadillas que la atormentaban día a día. Pero luego pensó que debía esperar a que la resaca pasase para que su plan recién empezase ya que ella quería que tanto ella misma como él estuvieran lúcidos y conscientes para lo que a continuación pasaría.

Luego de un tortuoso baño ella trata cubrir sus cicatrices y moretones con maquillaje mientras lagrimas viajan por sus moradas mejillas, ella sabe que aunque los golpes y rasguños se borren, siempre estarán ahí atormentando constantemente. Luego sale decidida a hacer las compras mientras piensa qué hará con él, no lo mataría porque eso rápido sería y no sufriría, no debía en la cárcel encerrarlo porque él por ella volvería y venganza buscaría. Ella nunca creyó en el karma, ella creía en la venganza por eso ya sabía que en el sótano lo torturaría sin piedad alguna y con el tiempo a sangre fría lo mataría tal y como él lo había hecho con ella durante toda su vida...

switch rolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora