capitulo IV

1.1K 98 2
                                    

A la mañana siguiente ya había dejado de llover, dejando varios charcos de agua en los caminos.

El primero en levantarse fue Wangji a las cinco de la mañana, una costumbre que no ha podido quitarse.

Lo primero que vio Wangji fue a Wei Ying, quien lo estaba abrazando. Aunque Wangji dormía en un espacio alejado del omega, no era mucho, ya que la cama no era muy grande. Aun así, siempre trataba de darle su espacio, pero Wei Ying siempre terminaba acercándose a él sin importar qué.

Wangji trató de quitarse a Wei Ying, quien parecía pegado a él. No importaba lo que hiciera, Wei Ying siempre terminaba aferrándose a él.

Finalmente, Wangji se rindió al intentar que Wei Ying lo soltara. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de usar su aroma. Claro que a él nunca le ha gustado usar su aroma para intimidar o manipular a alguien. Sabía que su aroma podía hacer varias cosas, pero solo iba a usar un poco.

Así que Wangji empezó a soltar su aroma poco a poco para no abrumar a Wei Ying. El aroma de Wangji era de sándalo, un aroma tranquilizante y muy atractivo. Muchos alfas y omegas lo usaban para llamar la atención, y él lo sabía de primera mano, ya que muchos omegas, tanto hombres como mujeres, soltaban su aroma para seducirlo. Incluso mujeres alfas lo habían intentado.

Wangji se sorprendió al ver que su aroma hizo que Wei Ying se relajara tanto que inconscientemente soltó su propio aroma, a manzana y canela, un aroma que desde el primer momento le había gustado y atraído.

Tan pronto como sintió que el agarre de Wei Ying perdía fuerza, Wangji se lo quitó de encima.

Cuando logró salir de la cama, Wangji se puso sus botas y las túnicas exteriores. Una vez que terminó de arreglarse y colocarse el cinturón, dio un vistazo rápido a la cama, donde Wei Ying seguía dormido, una imagen encantadora a los ojos del mayor. Al percatarse nuevamente de sus pensamientos, se reprendió mentalmente.

Luego de ese pequeño imprevisto, Wangji decidió continuar con sus quehaceres. Salió sin hacer el más mínimo ruido para no despertar a Wei Ying, abriendo y cerrando la puerta de la misma forma.

Tras salir de la habitación, Wangji siguió con sus tareas, que para él eran como pan comido cada mañana.

Se dirigió al pozo del patio para traer agua, lo cual no estaba lejos. Llenó algunas cubetas y las llevó a la casa sin problemas.

Después de haber traído el agua, la echó en la bañera y la calentó con talismanes de fuego. Se dio un baño y luego cambió el agua y la calentó de nuevo para que Wei Ying pudiera usarla.

Incluso lavó las túnicas de Wei Ying y las tendió. Tras haberse bañado y limpiado las túnicas sucias, se dispuso a preparar el desayuno. Recordó que Wei Ying mencionó que le gustaba comer picante y beber alcohol, especialmente Sonrisa del Emperador. Al revisar sus especias, notó que no tenía picante, así que decidió ir al pueblo a comprar un poco para Wei Ying.

Wangji salió de la casa para ir al pueblo, pero al estar fuera, se preocupó de que algo o alguien pudiera entrar y hacerle daño a Wei Ying. Por lo tanto, decidió poner una barrera por si acaso.

Una vez que colocó la barrera, continuó su camino. El pueblo más cercano estaba a unos 20 o 40 minutos caminando, pero sería más rápido usando Bichen, así que optó por usar su espada.

Tal como lo predijo, Wangji llegó más rápido al pueblo. Descendió en la entrada del lugar.

Se podía ver que algunos puestos apenas estaban abriendo, mientras que otros seguían cerrados, tal vez porque aún era muy temprano.

—Ah, joven Liang —dijo una voz conocida, haciendo que Wangji girara en su dirección.

—Buenos días, señora Yue —saludó Wangji, haciendo una reverencia a la mujer que estaba delante de él.

—Joven Liang, hace tiempo que no venías por aquí, ¿dónde te habías metido? —preguntó la señora.

—He estado ocupado, señora Yue —respondió Wangji.

—Me lo imagino —dijo la señora—. Pero bueno, ¿qué haces por acá tan temprano? —preguntó nuevamente, con una sonrisa.

—Vine a comprar algunas cosas que necesito —respondió Wangji.

—Oh, ya veo —dijo la señora.

—Bueno, yo ya me tengo que ir, nos vemos desp...—

—¡Mamá! —interrumpió una voz antes de que Wangji pudiera terminar de despedirse. Ambos giraron en la dirección del grito.

Vieron a una mujer casi de la misma edad que Wangji, pero con un bulto que sobresalía de sus túnicas, acercándose a ellos.

—Ma... má... ¿por qué estás aquí? —preguntó la omega, tratando de calmar su respiración. Era la hija de la señora, Yue Wan, o como ahora la conocen, Mu Wan.

—Primero que nada, no tengo que pedirte permiso para salir —respondió la señora—. Segundo, ¿qué haces corriendo así? Eso es malo para tu estado, sabes que estás embarazada, muchachita —la regañó la mujer mayor—. Y tercero, ¿qué no te he enseñado modales? ¿No ves que aquí está el joven Liang? —dijo señalando en dirección a Wangji.

Wangji solo observaba la escena de una madre regañando a su hija, aunque esta ya era mayor, estaba casada y esperando un hijo.

—¡Aahh! Lo siento, joven Liang, no lo vi —dijo la joven al percatarse de la presencia del alfa, haciendo una reverencia, la cual fue detenida por Wangji.

—No hay necesidad de hacer una reverencia —dijo Wangji.

—Gracias, joven Liang —respondió la joven.

—Mh, ¿y dónde está tu esposa? Esa alfa va a ver —dijo la señora mirando detrás de su hija y sin encontrar rastro de su pareja.

Aquí vamos de nuevo —pensó Mu Wan al ver la actitud de su madre—. Mamá, A-Yin está abriendo el restaurante —dijo Mu Wan.

—¡Puras excusas! Esa alfa va a ver —dijo la señora Yue, comenzando a caminar en dirección al restaurante de la esposa de Mu Wan.

—¡Ay, mamá! —dijo Mu Wan al ver que su madre caminaba rápidamente hacia el restaurante.

—Espere, señorita Mu, yo la acompaño —dijo Wangji al notar que la omega se alteraba de nuevo.

—¿En serio? —preguntó Mu Wan.

Wangji solo asintió y ambos comenzaron a caminar. Para su suerte, Wangji conocía perfectamente el pueblo y sabía que cerca de allí había una tienda que vendía especias, donde podría conseguir lo que necesitaba.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

1137 palabras en este capitulo la verdad nunca tenia esa cantidad de palabras eso ya es un logro.

Yue: juez, guardián y protector de la luna.

Wan: Suave, gentil; hermoso; bonito.

Mu: Madera.

Yin: Plata; educada; sonido.

Aquí el significado de los nombres y apellidos que salen aquí.

Pero bueno espero que les aiga gustado este capitulo y disculpen la tardanza.

No se olviden de comentar y votar.



El que curo mis heridas/wangxian (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora