Vacaciones En La Prehistoria [Zach Mitchell y tu]

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Un mes y medio después...

— ¡¡MAMÁ!! ¡¡NO QUIERO IR A CLASES!! ¡¡ME SIENTO ENFERMA!! — me cubrí con el cobertor hasta la barbilla

Había amanecido nevando.

— Lastima, tendrás que ir — abrió la puerta de la habitación con una sonrisa 

— Ma-a — dije arrastrando la última letra 

— Hija-a — resignada me levanté

— Si me enfermo más será tu culpa —

— Que triste, aún así soy yo quien te cuida —

— Buen punto —

— Pasarás a dejar a Mike a la primaria. Tu padre se fue ya a una reunión y yo ya me tengo que ir —

— Pero... —

— Nada de pero's. Ya han perdido 2 semanas de clases —

— ¿Y? El director lo entiende —

— Pues yo ya no —

— Mamá —

— Alístate —

Minutos después de ver a un zapato fijamente, decidí vestirme.

— Mike, vámonos — salió de detrás de la escalera 

— Bien, solo desayuno — ambos nos sentamos y comimos el yogurt con fruta que mamá nos dejó 

— ¿Ya? —

— Ya — 

Conduje por 20 minutos hasta la primaria donde iba Mike, tan solo quedaba a 8 minutos en carro de distancia de la preparatoria a donde yo iba. 

— Cuídate y si te molestan... Los golpeas —

— O voy con la maestra —

— Sí, también, pero no habría diversión —

— Que mala influencia eres —

— Respétame, soy tu hermana mayor — me dio un corto abrazo y salió del auto con una sonrisa — ¡¡Y HAZ AMIGOS!! —

Estaba por irme, cuando alguien me gritó.

— ¡¡_______!! — me giré para ver a Gray corriendo hacia mi

A Gray...

— ¡¡OH, POR DIOS. GRAY!! — abrí la puerta de golpe y salí de prisa 

Lo abracé, dando vueltas en el aire.

— ¡¡Gray!! —

— ¡¡_______!! — 

— Tú, ¿estudias aquí? —

— Si. ¿Y tú? —

— No, pero Mike si —

— ¡¡Mike!! ¿Está allí? —

— Así es. Ve con él —

— Gracias, y _______, te extrañamos. Especialmente Zach. Estuvo como loco estas últimas semanas buscando información sobre los Hammond. No encontró mucho de ti —

La sola pronunciación de ese nombre fue la razón por la que sentí el incidente del parque más real, lo sentí más real. Gray era real, Zach también, el parque también. No solo había estado en mis sueños, no había sido una invención mía. Existía.

El estómago se me revolvió y de nuevo la sensación de calidez me invadió.

— Gracias, Gray. Cuídate y... Nos vemos —