Lost Island ❫ JinKook 𓂃 ִֶָ

Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 1

La venganza es un plato que se sirve frío, pero está vez estaba medio tibio.

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

Había estado vigilando por varias noches y días la entrada del enorme arco, se había aprendido al pie de la letra los horarios de los guardias, por lo que ahora sabía en que momento cambiaban de lugar.

JungKook había contado hasta el tiempo que les tomaba ir y regresar, tenía sólo treinta segundos antes del que relevó al guardia anterior regrese y lo pueda atrapar.

Esperó hasta que la noche cayera, era cuando se llevaba a cabo el segundo relevo del día.

-Uno... Dos... Tres... -Comenzó a contar en cuanto vio al hombre marcharse.

Pasó de largo por algunos caballos, esquivando las carretas y camuflandose con ellas.

-Diez... Once... Doce... -Corrió hasta una de las carretas en movimiento.

-Veinticinco... Veintiséis... Veintisiete... -Se subió a la última que pasó y en ella silenció a un noble dejándolo inconsciente.

Suspiró al percatarse que ya estaba adentro, justo antes de que el nuevo guardia llegara y se parara a un lado de la enorme puerta.

Rápidamente volvió su atención al noble que tenía inconsciente aún en sus brazos y se le ocurrió cambiar de ropa con el tipo, así sería más fácil andar por las calles y entre los nobles pasando desapercibido.

Si alguien daba aviso, terminaría no fuera del lugar. Sino dentro de una celda y después de eso muerto, pues era delito escabullirse dentro de la zona.

De repente la carroza se detuvo y JungKook estuvo al pendiente de lo que acontecería después.

-¡Hemos llegado! -Avisó el dirigente y bajó de la carroza para abrirle la puerta.

Pero Jeon sacó su mano por la ventanilla, deteniendo al hombre.

-Yo puedo. -Le dijo apenas de forma poco audible. Esperanzado que no fuera descubierto tan pronto.

El dirigente no le contestaba y él comenzaba a impacientarse.

-Como usted ordene mi señor. -Finalmente le respondió y él estando aún adentro de la carreta suspiró con más tranquilidad.

Tomó el sombrero del hombre y se lo puso sobre la cabeza, deseando no ser descubierto salió del carruaje y miró hacía ambos lados, nadie le miraba y los pocos que pasaban a su lado lo saludaban con una reverencia no muy marcada, mientras que él apenas y alcanzaba a corresponder el gesto, no estaba acostumbrado a ello.

-¿Qué tipo de magia negra era está? -Se preguntó a sí mismo mientras se veía usando aquella vestimenta.

Lo que hacía un par de prendas no gastadas era sorprendente, pero más sorprendente era que nadie se diera cuenta cuando entró a ese restaurante tan fino y elegante.

Había visto el modo y el actuar de los nobles, no era tan difícil después de todo andar con una mirada de pocos amigos, actitud indiferente y arrogante.

Aún así era muy arriesgado ir por su propia cuenta, pasó de largo detrás de unos nobles haciendo creer al sujeto que pedía un tipo de invitación para darles acceso que venía junto con ellos.

-Su mesa está justo en medio, tal como lo solicitaron. -Les dijo con una sonrisa y ellos asintieron.

Los nobles no respondieron. Simplemente fueron en dirección a donde ya sabían que su mesa estaría.