Cap 14 Vengaza parte 2

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¡Hola chicos! ¿Cómo están? Yo bien, espero esten igual.

Antes de empezar quiero decirles que habra tortura y no de la bonita, así que si tienen gran imaginación y no les gusta eso ruego lo salten, pondré un avisó.

(Aunque no creó que este tan fuerte pero igual dejo la advertencia)

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- Despierta Mitsurugi.

- ¿Eh...?

En una habitación que solo era iluminada por una vela se encontraban dos sujetos, uno con ansias de vengarse y otro para el cual el dolor apenas iniciaba.

- ¡Qué despiertes!

- ¡Ahhh! ¡Maldito!

Una daga fue clavada en la pierna izquierda para que el desafortunado despertaré.

La sangre empezó a correr así siendo las primeras gotas que mancharian ese cuarto.

- ¡Sueltame desgraciado!

El castaño no dijo nada, solo encendio otra vela así dejando ver donde estaba sentado uno de los héroes de Belzerg.

Una silla, lleno de clavos oxidados, solo era una fina capa de madera lo que impedía que estos entraran en su piel.

- E-esto no es gracioso Kazuma, suéltame, no quiero hacerte daño.

- ¿Aún te sientes en posición de amenazar? Supongo que no hize buen trabajo en asustarte.

- ¿Asustarme?

El castaño se arrodilló y empezo a encender algo debajo de la silla de Mitsurugi.

Los clavos empezaron a calentarse penetrando así en la madera y dicha fina capa de madera no hiba a soportar.

- ¿Q-qué es lo que quieres Kazuma? N-no ganas nada haciéndome esto.

- Bueno... Tienes razón, pero mis razones son las mismas por las cuales nos hiciste eso.

-...

- Entonces entiendes, supongo que no eres tan tonto como pensé.

- Suficiente...

Mitsurugi trato de liberar se de sus cuerdas, pero su cuerpo no solo le fallaba, las cuerdas eran muy resistentes.

- Supuse que tratarías de liberarte, después de todo eres muy fuerte, por eso tengo esto.

El castaño saco un pequeño frasco, era idéntico al que él uso una vez en Megumin.

- Bastardo...

- También olvidé algo, me desagrada tu rostro.

El castaño tomo un espejo y se lo mostró para ver que él había vuelto a su cabello habitual aunque esto no era precisamente bueno para él.

- Mira... ¿Qué tenemos aquí?

Saco algo de un bolso pequeño, era un  frasco de una poción, el líquido era transparente y al igual que su en su mundo, el veneno, el ácido, el cloro y otros productos, todos eran de color transparente, fáciles de confundir con el agua.

- O-oye eso huele muy mal...

- Bien... Sientelo mejor.

- ¡No! ¡No! ¡Ahhhgg!

Aunque cerrase los ojos y tratara de evitar el líquido, tan solo unas gotas fueron suficientes para causarle dolor, sus ojos se abrieron ante tal tortura así solo permitiendo que entren esas gotas.

Tan solo unas gotas bastaron para que su naríz empezara a sangrar y otras más para que empezará a toser, una tos tan fuerte que apenas podía respirar y cuando respiraba el dolor se multiplicaba.

Konosuba el Kazuma de nosotrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora