Epílogo El final y el nuevo comienzo la vida nunca se detiene...

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Henos aquí chicos, es el último Capítulo de este fic, ha tenido errores y tal vez la narración no fue la mejor, pero creo que les a entretenido y esa era mi meta, gracias por llegar hasta aquí, luego de este Capítulo sacaré dos finales alternativos más, son como un bonus.

Espero este final sea de su agrado y que me acompañen en los finales alternativos.

Empezamos!!

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- Así que... Aquí decidiste darle final a todo eh... Megumin.

Ahí yacía el cuerpo colgado de Megumin, llevaba buen tiempo ahí, su olor era fuerte pero eso no parecía importarle al castaño que empezó a acercarse.

- No me importa realmente... O eso quiero creer, después de todo hace tiempo yo hubiera dado todo por ti.

Empezó a escalar el árbol con ayuda de su espada y camino por el tronco en el cual estaba atada la cuerda.

- Hubiera sido bueno si me hubieras dicho antes, hubiera sido bueno si terminabas conmigo, tenías tantas oportunidades, Megumin...

El castaño corto la cuerda dejando caer el cuerpo al piso, y haciendo así eco en el bosque.

- Pero... De todas las formas en las cuales podías acabar con todo...

El castaño bajo del árbol y se acerco al cuerpo de la Maga Carmesí y se quito la capa tendiendola en el suelo.

- Elegiste la que más dolor me causa...

El castaño aguantaba las lágrimas, podía odiar cuanto deseara a Megumin, pero no por eso ella dejaría de importarle, ella había sido su primer amor e ilusión, ella lo había sido todo y había sido quien hacía retumbar el corazón del castaño, simplemente él no podía ocultar su dolor, quien había sido quiza su mayor amor había muerto, y lo peor... Él a pesar de las palabras de Vanir y también su actuar de ese día, él se sentía culpable de su muerte, de que perdiera a su hijo.

Envolvió a Megumin en su capa y levantó de el suelo su sombrero el cual guardo, la cargo con el estilo princesa, hacer eso le traía recuerdos, él estaba acostumbrado a ese peso, para él recorrer una larga distancia con ella en brazos se le hacía fácil.

Caminaba lentamente hacía un lugar alejado donde no haya permiso para talar árboles, recordaba todo lo que había pasado con ella antes de darle el último adiós.

- Lamento que todo haya pasado de esta forma, lamento el nunca haberme dado cuenta, eras hermosa y tenía miedo y vergüenza de hablarte, era un cobarde que no podía indagar más sobre la chica a quien amaba.

Las lágrimas ya no podían ser retenidas más, las primeras salieron y recorrieron el rostro de Kazuma antes de caer en el rostro de Megumin.

Dejo el cuerpo a un lado y empezó a cavar con su espada.

Al cabo de una hora ya tendría un hoyo decente, dos metros de profundidad, eso sería suficiente...

- Supongo esto es un adiós, Megumin.

El castaño a pesar de saber que ella no le escucharía ya que había reencarnado, sentía que debía hacerlo, sentía... Que aún estaba a tiempo.

- Espero tú y tu hijo esten bien...

Dejo caer su cuerpo y empezó a enterrarle, pasaron los minutos y ya casi había terminado, pero decidió hacer una última cosa.

Fue en busca de unas flores, encontró unas cuantas, habían de color rojo, azul e incluso amarillo, decidió ponerlas todas. Las saco de raíz y las movió de sitio y las enterró dejando solo ver su tallo y su flor.

Konosuba el Kazuma de nosotrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora