Return (Fanfic Snarry) (SnapexHarry)

Capítulo I

Aquel día Severus Snape había muerto. Nagini, la serpiente de Lord Voldemor no sólo le había envenenado, sino que también le había destrozado el cuello con sus colmillos, no había forma de salvarlo. Cuando el sr. Tenebroso y su amiga se habían ido, Severus pensó que era un final digno de él, morir solo en aquel lamentable lugar, pero casi inmediatamente había llegado Harry Potter. Snape no lo entendió, el chico parecía realmente preocupado por él, pero ¿por qué? Severus no había hecho nada para que el chico le tuviera el mínimo aprecio, por el contrario, estaba seguro de que se había ganado su eterno odio, o al menos estaba convencido de que el joven no sabía nada de lo que él pensaba y todo lo que había hecho por protegerle en las sombras.

En un principio cuido de él desde lejos, porque se trataba del hijo de su preciada Lily, la cual le había sido arrebatada una primera vez por el hombre al que más odiaba, aquel que le molestaba y había vuelto su vida escolar un infierno que no quería recordar, todo porque él no había tenido el valor de confesar sus sentimientos, y luego le fue arrebatada una segunda vez a manos del sr. Tenebroso, por más que se había esforzado en protegerla desde las sombras al hacer un trato con Albus Dumbledore para protegerla y traicionar a los mortifagos. Aquel niño tenía la apariencia general de su desagradable padre, y parte de su personalidad, pero los hermosamente inigualables ojos de su madre y su gentileza, y se había ganado el aprecio del maestro en secreto y posteriormente sentimientos más fuertes por parte del mismo.

Aun así, Snape congeló su corazón y encerró sus sentimientos. El tenía que conseguir que Harry Potter sobrevivirá una vez más y que tuviera una buena vida, que venciera al sr. Tenebroso y que nadie saliera herido en el camino, aun si eso ameritaba volverse el enemigo de todos. Siempre había sido malentendido, y con el tiempo esa se había vuelto su intención, que nadie pensara que Severus Snape era realmente una buena persona capaz de pensar en los demás, los únicos que sabían cuán realmente bueno era Severus, fueron la fallecida Lily Potter y el ahora también fallecido Albus Dumbledore. Ya no quedaba en vida alguien que contará la verdad sobre el hombre que ahora se encontraba en los brazos de la muerte, y aun sin saberla, el joven Potter estaba preocupado por él y hasta parecía capaz de llorar por su muerte.

¿Cuán amable podía ser Harry Potter? Compadeciendose del hombre al que más odiaba en sus últimos momentos, realmente era hijo de Lily... No, esto no se debía a que era hijo de Lily, ella no había tenido la oportunidad de criarlo, esto era algo puro de Harry, algo que en su soledad él había desarrollado y que había cautivado el corazón del maestro hace tiempo como una vez lo hizo su madre. Lastimosamente, Severus moriría sin transmitir sus sentimientos a la persona que los originó, ni la primera, ni la segunda vez que los sintió. Si es que iba al cielo quizás tendría la oportunidad de transmitir a Lily cuanto la amo en su momento y cuanto la adoraba, pero a Harry ya no tendría la oportunidad de transmitirlo. Nuevamente su amor moriría en silencio de la misma forma que nació, sin llegar a consumarse; y quizás era lo mejor, Harry era un joven que acababa de cumplir los 15 años, era un niño y aun tenía toda la vida por delante y el ya era un hombre viejo en comparación, aun si Harry no tenía prejuicios por la edad o porque ambos fueran hombres, seguramente hubiera sido rechazado igualmente, porque se trataba de él, la persona que siempre le regaño y le insulto, así como la que mató a Dumbledore — aún si en realidad este y Snape hubieran acordado que fuera de esa forma —, aunque eso ya no era de importancia.

Con su último aliento le pidió al joven que tomará sus lágrimas. Ya había visto antes a Harry ver los pensamientos de Albus en aquel pensadero que estaba en su oficina, y esperaba que este, valiéndose del mismo, pudiera ver los suyos. Aún si no podía transmitirlo con palabras en vida, esperaba que después de su muerte aquellos sentimientos llegarán al joven en sus recuerdos. El chico le obedeció, cumpliendo su último deseo, tomó sus lágrimas y entonces Severus puso sentir como poco a poco la vida se le escapaba. Ese era el lamentable final, aunque parecía ser un buen final para él.