Habia preparado tu comida favorita, mi vestido era simple y sin joyas porque se que odias las cosas brillantes y revise nuestros horarios meses antes para poder pasar tiempo contigo. Aun así, mientras esperaba tu llegada mirando a través de mi ventana; el largo camino de mármol que conecta con la puerta del gran palacio imperial.
Te vi con ella.
Esa escena siempre se repite en mi cabeza, esa pesadilla que viene las noches en las que extraño a mi patria. Y que nunca acaba cuando despierto, sino que recién empieza.
Largo y ondulado cabello dorado, brillantes ojos rosas y sosteniendo tu brazo como si fueran amantes.
La odie, si, la verdad es que desde ese momento mi odio comenzó y deseé que desapareciera de tu vida.
Todos los dias ella se acerca a mi, me dice "¿Qué tal si pasamos tiempo juntas?" siempre respondo "Tengo muchas cosas que hacer" y me despido con una sonrisa, aguantando mis ganas de vomitar.
¿Por qué actúas tan amigable? ¿No sabes lo que me has hecho? ¿No sabes lo que tengo que aguantar?
Y así siempre paso la mayor parte de mis días desde que la recogiste de las calles para llevarla al palacio.
Los plebeyos quedaron encantados con ella desde un principio, solo con verla quedaban hechizados. Se que esa mujer no es una mala persona. Lo se porque al igual que tu tenemos buen ojo para eso. Pero no puedo evitar estos malos sentimientos, estos malos pensamientos.
Es que yo he tratado de acercarme a ti tantas veces... Tantas veces que; pense que era una misión imposible, que tu eras inalcanzable por lo menos para mí. Porque ella pudo. Ella si pudo acercarse a ti. Ella pudo caminar a tu lado.
Claude si ya no me necesitas
Si ya no soy útil
¿Por qué sigo aquí?
El viene a verme una noche. Mi pecho comienza a calentarse y me arreglo rápidamente para recibirlo.
Al fin dios escucho mis oraciones.
El me saluda como siempre. Me dice que tomemos asiento, le pide a la criada que nos traiga un poco de té, y me regaño a mi misma por no pedirlo antes.
Saca un sobre de su abrigo, el toma mis manos y me dirige una mirada que no puedo comprender. No suelta mi mano aun después de entregarme la carta para leerla. Se que es de mi pueblo natal, por el material y estilo que tiene.
No quiero que me veas llorar, asi que muerdo el interior de mi boca. Mis manos están temblando, tengo que calmarme, el sostiene mas fuerte mi mano.
Mantén la compostura. Mantén la compostura....
Lo repito en mi cabeza una y otra vez.
Que no vean tu verdadero corazón.
"Entiendo" le digo después de unos minutos, el nudo en mi garganta sigue ahi, el acaricia mis nudillos con una mano y coloca mi cabello atrás de mi oreja con la otra. Sus ojos como joyas me miran directamente, ha sido un tiempo desde que los vi tan de cerca. "Todo estará bien"
En serio que no sabes consolar a las personas ¿no?
Cuando la criada anuncia su entrada, el se aleja rápidamente, y extraño la calidez de sus manos. El toma una taza de té conmigo en silencio.
Nunca hemos tenido nada de que hablar ¿no?
Es gracioso, siempre intentaba armar almuerzos o cenas, pero nunca pensé en algo para conversar. Seguro fue incómodo para ti... Todas esas veces que te obligue a sentarte conmigo y comer en silencio.
Es egoísta de mi parte, recordarlo con una sonrisa. Pero esos son los únicos momentos en los que no me sentía tan lejos de ti.
Y cuando la criada se llevo todo, seguí sentada en medio de la habitación, mis piernas no tienen fuerza. El nudo en mi garganta volvio, mi visión se ha vuelto borrosa y mis hombros estan temblando.
No hagas ruido. Si vas a llorar debes hacerlo en silencio. Así es como debe ser, asi que tape mi boca con mis manos y solo deje que las lágrimas siguieran su curso.
Aunque quería gritar, quería que todos supieran cuanto dolia.
Obligue a mi cuerpo a moverse, tenía que dormir aunque sea un poco, mañana hay mucho que hacer.
Esa noche, no sufrí con esa pesadilla, en cambio el sueño que tuve fue...
Fue como volver a casa...
Cuando me levante la mañana siguiente, le pedí a la sirvienta que me traiga algo para el dolor de cabeza. Y me di cuenta que solo ese día no habían murmullos o quizás fue porque mi cabeza estaba en otro lado.
En la tarde esa chica que acogiste en el palacio vino a verme.
Escuche ruidos fuera de la habitación, la sirvienta principal y otras sirvientas más no querían dejarla pasar y otra señorita intentaba convencerla de regresar.
Ella grito mi nombre cuando me vio, es ruidosa, siempre lo es. Pero esta vez no la regañe por levantar la voz, les dije a las otras que se retiraran, la señorita siguió intentando convencerla pero ella respondió "Esta bien"
Cerré la puerta y espere a que dijera lo que quisiera pero no dijo nada. Solo se quedo sentada, viéndome trabajar.
No me contó sobre lo que hizo esta mañana, lo diferente que es Obelia comparado con Siodonna o lo que hizo con el....
Cuando deje de escribir, me ofreció un poco de té; dijo que era su favorito y esperaba que a mi también me gustara. Después me pregunto si podía atar mi cabello y yo solo asentí.
No quería discutir con ella.
La señorita que nos llevo el té, hizo una expresión divertida cuando atrapó a Diana trenzando mi cabello. Ella despidió a la señorita, dijo "Yo sola puedo servir el té"
Después de dar un sorbo al té, me preguntó sobre el sabor. Solo suspiré y decidí responder "Es un sabor único" parece que no esperaba una respuesta.
Ella me dirigió una sonrisa, dijo que estaba feliz porque me gustó el té que eligió y porque al fin le respondí. Yo también le sonreí y agradecí el té.
Pero lo que dijo después... Si todo hubiera sido diferente...
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