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NARRADOR OMNICIENTE
El día del viaje había llegado, Ruby fue la primera en levantarse cuando la alarma sonó a las 5:00 am. Hizo su rutina de todos los días, se puso algo cómodo para el viaje. Cuando acabó fue a despertar a Chris para que el hiciera lo mismo.
Ruby llegó a tiempo la recamara cuando su esposo salía del baño con una toalla en la cintura, y secaba su cabello con una toalla.
- Aquí está tu ropa. - dijo Ruby dejándola en la cama
- Gracias, ya tienes todo listo. - Chris se sentó en la cama para que su esposa le secara los pies
- Si, Martha me ayudo. Solo falta la niña, que todavía no despierta. - señalo su cuna la cual estaba al lado de su cama
- Bien, yo iré a subir las cosas a la camioneta. - dijo Chris cuando ya se encontraba cambiado con la ropa cómoda que le dio su esposa
- No tardare.
- Bien, - se acercó a ella y dejó un beso en su frente - no me diste mi beso de buenos días. - bajo cara a su cuello dejando un camino de besos
- ¡Chris!- rio a causa de la barba que le hacía cosquillas - me haces cosquillas. - agarro sus mejillas y lo alejó dejando un rápido beso en sus labios - Buenos días.
- Bueno dias, cariño. - junto sus labios en un beso más alargado
Ruby se separó rápidamente cuando sintió las manos de Chris apretar su trasero - Bueno, eso es suficiente. No queremos llegar tarde y perder el vuelo. - rio
Chris rio dejando una leve palmada en su trasero - Tiene toda la razón capitana. - hizo un saludo militar en forma de broma
- Yo siempre tengo razón, amor, siempre. - dijo obvia - Ahora mueva ese trasero y valla a terminar de hacer lo que tenga que hacer, mientras yo despertaré a su hija que no le hace efecto el ruido.
- ¡Si, señora! - empezo a caminar hacia la puerta, pero se regresó a dejar una palmada en el trasero de su mujer y luego salió corriendo, escuchando el reclamo de su esposa
Ruby rio, caminado hacia la cuna para despertar a su bebé.
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Allison
Me encontraba bajando las escaleras mientras hablaba con mi padre por video llamada, que no paraba de decirme que no se nos fuera a pasar el avión y que si ya teníamos todo, y muchas cosas más que ni se le entendían por hablar muy rápido - Si papa, ya estamos listos. ¡Verdad que si mi amor! - le dije a mi bebe besando su regordeta mejilla, a lo que ella río copiando mi acción
