Psicópata 🐰🐢 [2WON] ✔✔

Capítulo 20

Los dedos de Hyungwon todavía estaban lo suficientemente calientes como para abrir la puerta principal. Le dio la bienvenida a Hoseok adentro, luego colgó su abrigo en el poste al final de las escaleras.

—No es mucho... —murmuró Hyungwon.

—Acabo de pasar año tras año en un trastero. Tu casa es un lujo. —Hoseok respiró hondo y luego suspiró.

—¿Qué? —preguntó Hyungwon.

—Huele a ti.

—Eso no es espeluznante en absoluto.

Hoseok arrojó su chaqueta sobre la de Hyungwon y luego lo siguió a la sala de estar. Marte se sentó alerta y vio acercarse a Hoseok. La punta de su cola se movió de un lado a otro, y sus pupilas se estrecharon.

—Entonces, este es Marte.

—Sí, cuidado, él...

—Rasguña, sí, lo he visto.

—También puede ser cariñoso. Solo tienes que ganártelo primero. Yo... yo haré ese café del que tanto hablaste...

Hoseok se sentó en el sofá y colocó su bolsa de plástico con sus pertenencias en el suelo. Miró a Marte, y Marte le devolvió la mirada. Hyungwon los dejó con su extraño concurso de miradas y corrió a la cocina. Se apoyó en el mostrador e interiormente contó hasta diez.

Incluso después de que Gahyeon lo llamara y pasara horas viendo las noticias, todavía no podía creer que Hoseok estuviera fuera de prisión, en su casa, sentado en el sofá.

Hubo un fuerte silbido en la sala de estar, y Hyungwon giró en su lugar y volvió corriendo. Marte estaba de pie sobre el brazo de la silla, con el pelo erizado y los colmillos a la vista.

Hoseok agarró su mano y se rio. —Vaya, es arisco.

—Mierda, lo siento.

—No pasa nada. No debería haber intentado acariciarlo.

Hyungwon se acercó e hizo un gesto a las manos de Hoseok. —¿Qué tan malo es?

—Solo un rasguño.

—Déjame ver.

Hoseok levantó la mano para revelar la herida y Hyungwon se golpeó la boca con la palma de la mano. —Sangra.

—Lo siento, no entendí bien eso.

—Estás sangrando —dijo Hyungwon, de nuevo.

—Se ve peor de lo que es.

Hyungwon negó con la cabeza. —No debería haberlos dejado solos a ustedes dos.

—No somos niños —se rió Hoseok.

—Ven —dijo Hyungwon, señalando a Hoseok para que se levantara—. Te curaré.

—Realmente no hay necesidad.

—Hay toda la necesidad del mundo.

Hoseok siguió a Hyungwon por las escaleras y al baño. Rebuscó en el gabinete y cuando encontró la crema antiséptica, sonrió.

—Me quedó algo.

Cerró la puerta del armario y miró a Hoseok a través del espejo. Sus pensamientos volvieron inmediatamente al baño de servicio y una oleada de excitación calentó sus venas. Hoseok sonrió y luego levantó la mano.

—Mantente enfocado, Hyungwon.

Negó con la cabeza y se dio la vuelta. —Lo siento.

Hyungwon agarró la muñeca de Hoseok y lo llevó al fregadero. Hoseok siseó y pisoteó el suelo con el pie cuando Hyungwon limpió la herida.