Capítulo 3: Resacón en Gandia

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Domingo: 3:30 P.M

Alma y Bea estuvieron en zoológico anoche bailando, riendo, liandola, bebiendo... sobretodo bebiendo.

-¿Bea? ¿Donde estas? ¡¿BEA?!

-¡Calla capulla que estoy aquí debajo!

-¿Se puede saber que haces debajo de la cama atontada?

-Pues si te digo la verdad no tengo ni puta idea pero me duele la cabeza... por cierto, ¿donde estamos?

-Parece un hotel no crees.

Alma se levanta, se dirige a la terraza de la habitación, se asoma, se enciende un cigarro, y cuando se quiere dar cuenta...

-¡¡TÍA DESDE CUANDO COJONES EN MADRID HAY PLAYA!!

-Venga Alma tía enserio, tienes que dejar los porros eh... ¡Mi puta vida donde coño estamos!

Nuestras chicas se encontraban en Gandia pérdidas y no sabían que hacer.

-A ver Bea que nos despertemos en un hotel, nos ha pasado muchas veces, pero un hotel en la playa... Dios mio, que le voy a decir a mi madre, no tengo ni los 17 años que cumplo en unos días... tu al menos tienes 18...

-Escúchame nena, mañana es fiesta, llama a tu madre y dile que te quedas hoy otra vez a dormir, y ya buscaremos la manera de volver a Madrid ¿vale?

-Esta bien, la llamare...

Marcó el número de su madre lentamente mientras le temblaba la mano, tenia miedo, su madre era una caja de sorpresas y nunca sabia como iba a reaccionar.

-Buenos días mamá, ¿como estás?

-Menudas horas para llamar cacho de puta. Bien en el descanso del trabajo, estoy harta pero bueno. ¿Qué tal todo? ¿Cómo esta Bea?

-Muy bien todo mama, me ha pedido que me quede a su casa a dormir otra vez, por que mañana es fiesta, y como solo nos vemos los fines de semana, lo quiere pasar conmigo por que apenas nos vemos... ya sabes que es muy pastelosita- dijo Alma para convencer a su madre, ya que tenía miedo de que la dijera que no, y no poder volver a Madrid a tiempo.

-Esta bien, pero el finde que viene se queda ella ¿vale?

-Esta bien mama, muchas gracias.

-¡GRACIAS MAMI MUCHOS BESITOS TE QUIERO MUCHO!-decía Bea por detrás, la llamaba así, ya que para ella era como una madre.

-Un beso mama, te queremos, adiós.

-Joder tía, menos mal que te ha dejado...

-Me cago en todo ostia puta... ¿Ahora que hacemos nena? Estamos como a 400km de casa, y no tenemos mucho dinero...

-Menos mal que hay wifi en los hoteles...

-¿Qué vas a hacer loca?

-Voy a descargarme la aplicación esa de blablacar, y buscar un buen precio a Madrid.

-Buena idea cariño, me gusta cuando piensas- reía Alma.

-Que tonta eres. ¿Llevas la navaja por si acaso no?

-Siempre boba, ya lo sabes.-dijo mientras se sacaba una navaja mariposa del bolso, Alma tan gamberra como siempre.

-Bien, pues ya se ha descargado,  voy a buscar... mira, tenemos tres opciones; una a las 5 por 40 euros... otra a las 17:30 por 45 y otra a las 20:45 por 20... joder que barato...

-Ese, el último me gusta Bea, es barato y nos dará tiempo a dar una vuelta por ahí.

-Vamos a recoger y a dar una vuelta mientras le envío un mensaje a estos dos chicos.

5:30PM Playa de Gandia.

Nuestras chicas estaban sentadas en la arena hablando y Alma como no con un cigarro en la mano.

-Menos mal que estamos a mediados de septiembre- dijo Alma antes de dar una calada- y nuestros abrigos, si no, nos congelaríamos todo el coño

-Qué bien hablas siempre hija-solto Bea con una pequeña risa- toda la gente vestida tan normal, y nosotras con la cara como un cuadro, unos pelos de loca, con vestido y tacones en mano.

-Nena, ya sabes que somos de lo que no hay, ¿que pretendías?

-Pues también tienes razón-reia Bea, siempre riendo, a veces eso le desquiciaba a Alma pero en el fondo, le encantaba eso de Bea tan fuerte y a la vez tan frágil...

-Nena y si nos movemos un poco qué tal, me estoy empezando a dormir, y me duele la cabeza.

-Anda venga capulla, vamos.

El diario de AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora