Me llamo Vivian, pequeña Vivian.
Vivian significa pequeña, y siempre me he sentido así, pequeña e insignificante al lado de cualquiera. Pero hay un cualquiera mucho más grande que otros: los hermanos.
Trevor, el grande.
Max, el más grande.
Y lo que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Vivian
Después de dejar de pensar, Claudio ha dormido toda la noche.
¿He tenido que dejar de pensar para que el Cojo pudiera dormir toda la noche? Le deseo el nombre con el significado más horrible del mundo mundial. Cojo es poco.
Estamos a punto de aterrizar, así que ahora nos iban a dar a cada uno el número de taxi que tendremos que coger para el viaje hasta nuestras casas.
- ¿Vivian?
Levanté la mano para que me asignaran el taxi.
- ¿Claudio?
Durmiendo como un tronco. Tendré que hacer una buena causa para él, para no sentirme mal después de haberle deseado el nombre más horrible del mundo.
- ¡Aquí! Se ha quedado dormido. Puedo darle el numero cuando se despierte.
Al cabo de cinco minutos ya estábamos aterrizando. Esta parte del viaje es la peor, pensaba que iba a vomitar en los pies del pobre Cojo, que muy pobre no es porque no se ha despertado ni durante el aterrizaje.
-Psssst, Claudio, ya llegamos. Me han dado tu número de taxi.
-Ah, gracias.
¿Ah, gracias? Que conste que no he pensado durante todo el viaje para no despertarte. ¿Sabes? No me siento para nada mal por desearte el peor de los peores nombres.
Le di el papelito y bajé del avión.
No me lo podía creer, estaba a punto de vivir lo que posiblemente sea mi mejor verano. Ya me lo imagino: Sheila (la chica con la que estaré de intercambio en su casa) y yo yendo todos los días en la maravillosa playa de Mentone, haciendo picnics, manualidades... ¡también me ha dicho que le gusta leer!
