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🍰| 3: Flechada.

Al siguiente día, lo esperé, entusiasmada por verle y quizás...hablarle.

También porque quieres que vuelva a decir tu nombre ¿verdad?

Sí, una gran parte de mí quería que al entrar me saludara directamente y si es posible llamándome por mi nombre.

Sería, en pocas palabras genial.

—Noona— la voz de Jungkook me hizo reaccionar, volviendo a mi amarga realidad, en la cual el moreno aún no estaba.

—¿Sí?— le dije, sin saber exactamente que me estaba comentando.

—¿Cómo que si?, ¿acaso no has escuchado nada de lo que dije?— se cruzó de brazos, mirándome con el ceño fruncido.

Solo me miraba así si se molestaba.

—Perdona Kook, estaba pensando...

—En Namjoon.

Mi corazón dio un vuelco en su sitio, miré a el chico confusa.

¿Namjoon?

—¿Quién?— pregunté sin saber a quién estaba refiriéndose.

Jungkook soltó un bufido y bebió de su batido favorito antes de comenzar a hablar.

—Vaya noona, para llevar tiempo flechada por él es increíble que no te sepas su nombre— se burló mirándome con diversión.

Abrí mis ojos sorprendida.

Así que Namjoon es el nombre del moreno.

—¿Cómo sabes su nombre?

—Es el hermano mayor de mi compañera de proyectos de la universidad, es un chico bastante agradable, reservado— comentó restándole importancia a información que por supuesto yo sí le encontraba importancia.

Y ahora que caigo en cuenta.

¿Qué tan patético de mi parte es estar tantos meses flechada por él y ni siquiera sabía su nombre?

Hombre ya que preguntas, es muy patético de tu parte, habilidades de stalkeo:nulas.

Nunca en tantos meses había dicho o mencionado su nombre y la mayoría de sus pedidos para llevar eran registrados con el apellido Kim, pero nunca con su nombre.

Namjoon....

Que sí, es un nombre bonito, no lo repitas más que al final terminaras soñando con él... bueno ya lo haces.

—Bueno— Jungkook pasó una de sus manos por mi rostro para hacerme volver a la realidad.— Ya me voy, tengo clase y posiblemente a mi profesor le interesen más mis inquietudes que a ti.

Dijo entrando en su estado de bravura infantil, dejó el dinero sobre la barra e inmediatamente lo rechacé. 

Sintiéndome mal por no haberle prestado la atención que requería.

—Yo pago, en modo de disculpa por no prestar atención a lo que decías— le dije sonriéndole, este no me devolvió la sonrisa, solo tomó el dinero para devolverlo a su bolsillo. —¡Te quiero!— le grité antes de que se marchara por completo, me miró avergonzado y me reí por lo gracioso que se veía.

Que mono.

Los turnos sin Jimin eran sumamente aburridos, mi compañera de turno de este día es un poco

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Los turnos sin Jimin eran sumamente aburridos, mi compañera de turno de este día es un poco... amargada.

—¡Sarang limpia la mesa cinco, seis y la diez— gritó mientras me lanzaba un paño húmedo que agarré a duras penas.

A claro, y sobre todo mandona.

Bufé haciéndole una mueca de desagrado a sus espaldas y me dirigí a las mesas indicadas para hacer mi adorado y amado trabajo.

Sí, sí, sobre todo eso.

La campanilla del sitio sonó, indicando la llegada de un nuevo cliente, desvíe mi atención hacia la puerta encontrándome por supuesto con el causante de mis más profundos suspiros.

Se detuvo en la entrada e inspeccionó el lugar hasta que sus ojos dieron con los míos, sentí un golpe de nerviosismo recorrerme cuando de sus labios se formó una sonrisa y sobre todo cuando su mano se agitó para saludarme.

Me quedé tiesa por unos segundos.

Reaccionaaaaa

Pestañé varias veces y mostrándole una pequeña sonrisa le saludé de la misma forma. Acto seguido continuó su caminar hacia la terraza no sin antes desearle un "buenas tardes" a mi compañera.

Limpié tan rápido como pude y antes de que la señorita mandona e insoportable se me adelantara tomé el bolígrafo y la pequeña agenda para ir a atenderle.

—Yo me ocupo— le hice saber sin darle tan siquiera oportunida de pronunciar palabra alguna.

Llenando mis pulmones de oxígeno, me acerqué a su mesa.

—Hola, bienvenido a Café Amargo, yo seré su camarera esta tarde, cuando sepa que pedir solo tiene que llamarme y vendré a tomar nota— repetí la aburrida presentación que debía darle a cada cliente y terminé regalándole otra pequeña sonrisa.

—Bueno, pues me llamo Namjoon y estoy encantado de que seas mi camarera, Sarang— dijo, con esa voz tan tranquila y sensual que solo él sabía emplear tan bien.

Sentí mi garganta seca y mi cerebro no terminaba de procesar el hecho de que había repetido una vez más mi nombre.

—Me gustaría pedir un café amargo y una tarta de miel— dijo, leyendo la carta.

Anoté lo dicho y haciendo una pequeña reverencia me retiré.

Justo cuando le di la espalda dejé escapar un suspiro, definitivamente Namjoon me tenía bien flechadita.

Justo cuando le di la espalda dejé escapar un suspiro, definitivamente Namjoon me tenía bien flechadita

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🍰|Notita:

Que se note que ando inspirada con esta historia últimamente, eso es muy bueno la verdad.

Como no pienso hacerla larga estuve pensando que debería continuarla porque no me atrasa en nada las actualizaciones de Seis meses para enamorarte. Así que verán una que otra actualización de esta cosa bonita en las próximas semanas.

(Posiblemente acabe esta primero que la otra jsjsjs)

Espero que les esté gustando.

Gracias por leer.

Besos sabor tarta de fresa.

Muak. 🍓

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⏰ Última actualización: Sep 15 ⏰

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