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¿ME DEJARÍAS MARCARTE?

WIN

Nuestra relación no era real, era extraño porque ambos éramos conscientes de ello, pero seguíamos sosteniendo la mano del otro en cada lugar al que íbamos juntos, nos besábamos como bienvenida y volvíamos a hacerlo al despedirnos, teníamos citas, conocíamos el horario del otro a la perfección, él estaba ahí cada que salía del trabajo y yo le esperaba cuando tenía clases hasta tarde en su apartamento, me reía de sus chistes, dormía tranquilo entre sus brazos y por momentos podía decir que le quería, pero al final del día, cuando nos mirábamos a los ojos, ambos sabíamos que no era real.

No estaba seguro cual era el juego, pero sabía que ninguno estaba ganando, mi omega tenía constantes problemas para conciliar el sueño cuando estaba solo y cuando lo lograba seguía soñando con Bright, dejándome con una extraña sensación de alarma desde el momento en que despertaba hasta el instante en que regresaba a la cama, no podía descifrar que estaba pasando, en realidad tenía miedo de averiguarlo.

Podía ocupar mis días para no pensar en él, pero no podía forzar a mi omega a seguir mis reglas mientras dormía.

Muchas veces quise preguntarle a nuestros amigos en común si sabían algo de él, en especial esos días en que la ansiedad me ponía frenético, desesperado por encontrarle en las mismas calles donde solía verlo, pero apenas escuchaba las voces al otro lado del teléfono o veía sus rostros a través de la cámara, no me atrevía a hacer la pregunta, sentía que iban a bombardearme con preguntas sobre mi repentino interés en Bright y todavía no sabía cómo contestarlas.

Preferí quedarme en silencio una vez más, esperando que el día en que nos reencontráramos las heridas hubieran sanado, con algo de suerte mi omega se daría cuenta que ya no pertenecíamos a su lado y empezaría a ver a Zack como mi alfa.

Con ese pensamiento al final de ese semestre, cuando todos hablaban de reunirse nuevamente para Navidad, yo acepté acompañar a Zack a conocer a sus padres, era la primera vez que no pasaría las festividades en casa, así como la primera vez que conocería a la familia de alguien con quien salía. Estaba nervioso, pero quería darle algo de todas las cosas que él me daba a mí.

Conseguimos regalos juntos, envíe los de mis padres con la promesa de presentarles a Zack en la boda de Ohm y Nanon, y dos días antes de Navidad llegamos a casa de sus padres, la casa era acogedora, su familia me hizo comprender porque Zack era como era, todos ellos tenían pequeños fragmentos de su personalidad, eran gentiles, dulces, cariñosos, detallistas... Perfectos.

Love dijo que nadie podía ser perfecto, cuando le conté lo intimidado que me sentía en esa casa, Nanon sugirió que pasara tiempo con cada persona en privado para bajar la tensión cuando estuvieran todos juntos, y Gun me tentó a escapar de ahí antes de que la perfección se cayera y se convirtiera en una mala película de terror.

Todos estaban intentando darme ánimos a su manera, al final solo me aferré a la mano de Zack con todas mis fuerzas en cada cena, hasta que regresamos a la universidad. Les dije a todos que tuve la mejor Navidad que pudiera esperar, que logré quitarme los nervios de encima y estaba emocionado de hacer lo mismo el año siguiente con mi familia para presentarles a Zack, pero lo cierto era que con cada sonrisa de sus padres más culpable me sentía con nuestra falsa relación.

De pronto esa incomodidad que creía pasajera me persiguió hasta las clases, cada intentaba poner atención al pizarrón mi cabeza se llenaba de remordimiento y mi omega no dejaba de gimotear si el recuerdo de Bright se metía entre todos esos pensamientos. Lo único que parecía relajarme era la música, lo encontraba terapéutico, escribía estrofas y versos cuando estaba solo para canalizar todo ese estrés que crecía en mi pecho. No me atrevía a ponerles dedicatorias, aunque en el fondo sabía para quien había escrito cada letra.

Eras tú  || BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora