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Capitulo 1
Aeropuerto Internacional Don Mueang
Bangkok
Allí estaba él, sosteniendo un cartelito mientras sus manos sudaban y su corazón latía con fuerza. Miró la hora en su teléfono una vez más; esa persona que no había visto en mucho tiempo estaba a punto de llegar. Lo extrañaba con una intensidad que casi le dolía.
¿De quién se trataba?
—¡Hey! ¡Por aquí! —gritó su hermano mayor con alegría, levantando una mano mientras arrastraba una maleta de ruedas.
El más bajo corrió hacia su hermano, y al abrazarlo, lo hizo con tal fuerza que parecía temer que se desvaneciera. Sus brazos rodearon el cuerpo familiar, sintiendo la calidez y la realidad del momento.
—Te extrañé tanto. Temía que no vinieras.
—¿Cómo podría no venir?
Después del cálido abrazo, tomaron un taxi para ir a casa juntos.
—¿Les dijiste a nuestros padres?
—No. Ellos aún no saben que regresaste a Tailandia.
Nat esbozó una dulce sonrisa, satisfecho. Todo estaba saliendo según lo planeado.
—¿Qué tal el vuelo? Tienes la piel más hermosa que la última vez que te vi —dijo apretándole las mejillas, su voz llena de cariño.
Nat arrugó su naricita y sonrió al escuchar el cumplido de su hermano.
—Bien, Phi. Dormí la mayor parte del vuelo.
James era lo opuesto a su hermano menor. Nat siempre había sido el chico sobresaliente, aplicado, inteligente, responsable y, como si eso fuera poco, también tenía una linda personalidad. Era amable, humilde, paciente y positivo.
Al contrario de su hermano, James nunca fue bueno en los estudios. La palabra paciencia no existía en su diccionario; se enojaba con facilidad, era algo berrinchudo y, comparado con Nat, que era muy amoroso, a él no le gustaba tanto el contacto físico.
Sin embargo, James amaba mucho a su hermano menor y siempre procuraba estar pendiente de él. Ser diferentes no fue un problema para que los hermanos permanecieran unidos.
En su adolescencia, Nat ganó una beca para estudiar en el extranjero, por lo que James viajó a los Estados Unidos cada vez que tuvo oportunidad.
Luego, Nat se graduó con honores de la universidad y entró a trabajar en una prestigiosa compañía. Con el tiempo, se volvió más hábil en su campo y recibió la oferta de trasladarse a la sucursal de Tailandia, una oportunidad que no pudo rechazar.
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**Días después...**
James fue a ver a su mejor amigo en la empresa donde trabajaba. Pero no estaba preparado para lo que sus ojos presenciaron aquel día.
Net acariciaba la mejilla de Nat de manera afectuosa, y el más bajo sonreía con timidez. La mente de James quedó en blanco. Su cara era como si hubiera visto un fantasma, un nudo en su garganta comenzaba a formarse y las lágrimas empezaban a caer mientras sentía cómo su corazón se hacía trizas.
"Esto no puede estar pasando... No... debe ser un error..."
Al principio, pensó que quizá había visto mal. Nunca había visto a Net con nadie más, y mucho menos actuando de manera tan cariñosa aparte de él.
### Extra:
**Antes de la llegada de Nat a Tailandia...**
**Cumpleaños de James**
—¡Tarán! Te traje un regalito —dijo Net feliz, sacando una linda caja amarilla con un moñito decorativo.
—¡Guau! Gracias, Net —exclamó emocionado antes de abrir el regalo de su mejor amigo.
—Espero que te guste —dijo nervioso.
El cumpleañero procedió a abrir la cajita y encontró un lindo sombrero de tela con estampado.
—¡¡OMG!! —gritó emocionado, dando saltos mientras sostenía el sombrero en su pecho—. Es el personaje de mi webtoon, gracias, Net... Esto es tan lindo.
James estaba tan conmovido que no pudo evitar que el sentimiento lo inundara. Amaba aquel regalo. Amaba que hubiera pensado en él.
—No llores —dijo Net, limpiándole algunas lágrimas que se deslizaban por las suaves mejillas del omega.
—No tenías que hacer esto por mí.
—Estoy muy orgulloso de ti, hermano. Has logrado cumplir tus sueños —dijo, tocando su cabello y desordenándolo a su vez.
—Oye, no me despeines.
—Lo siento —su amigo omega ya se había enojado con él de nuevo.
Aun así, James estaba feliz. Amaba los accesorios, pero este era especial y no solo porque su mejor amigo se lo había dado.
James había publicado recientemente su primer webtoon. Al ver en el sombrero a su personaje, por el que había trabajado tanto y con el que había creado lazos a lo largo del tiempo, su corazón se llenó de calidez.
Aunque no era bueno en los estudios, amaba mucho dibujar y, por fin, después de un arduo trabajo, estaba empezando a ver frutos.
Un teléfono comenzó a sonar. James sonrió al mirar la pantalla.
—En un momento vuelvo.
Net asintió y fue a la cocina para sacar el pastel, la loza y los utensilios.
Luego de unos minutos, el cumpleañero volvió con una sonrisa resplandeciente.
—¿Quién era? —preguntó curioso su amigo.
—Mi hermanito menor. Me ha llamado para felicitarme y decirme que muy pronto vendrá a Tailandia.
—¿Me lo vas a presentar? —Net quería conocerlo; le causaba curiosidad. James siempre le había hablado muy bien de él.
—Te lo presentaré cuando llegue. Lo amarás, estoy seguro.
