El atardecer de tu sonrisa

Capítulo II

Era tierra.
Entre alegría rebosante y con esperanza se dispusieron a dirigirse hacia allí, después de todo era morir en el barco o arriesgarse a la aventura.

Con las esperanzas rebosando en sus corazones y el estómago rugiendo en señal de lo hambrientos que se encontraban se dirigieron a ese pequeño punto marrón en la lejanía.

No quería sonar pesimista, pero si era necesario luchar sabía que tendría que proteger al más débil, en este punto Kaminari era un estorbo.

No quería sonar como una mierda, o “muy poco varonil” como decía aquel alfa tarado.
Es solo que si eran atacados por sorpresa, ellos definitivamente atacarian primero al rubio, su situación de por sí ya era crítica,una estaca cruzaba su pierna dejándole una herida crítica, sino era atendido probablemente moriría.

-Eh, Deku,el idiota amarillo,¿puede caminar?
Vio como el pecoso negaba, pronto su vista fue dirigida a Kaminari,este tendido en el suelo con su vestimenta rasgada y su cara sudorosa decía cuán mal la estaba pasando sin necesidad de palabras.

-Idiota
No recibió respuesta
-Eh Kaminari
Vió como el nombrado volteaba y sus ojos acuosos resistiéndose a llorar.Sus feromonas delataban que se sentía intranquilo y triste.

Suspiró, lo que menos deseaba era ponerlos nerviosos.

-Tu vendrás conmigo cuando lleguemos a la orilla, te cargaré y buscaremos un refugio seguro.

-Capitán, ¿que haremos al llegar a la orilla? - preguntó Izuku con sus grandes ojos llenos de curiosidad y preocupación.

-Escuchadme malditos extras, lo vuelvo a repetir.Lo primero que haremos al llegar a la orilla es buscar un lugar donde descansar y buscar la manera de atender las heridas del imbécil de allá-señaló a Kaminari mientras este levantaba los pulgares en señal de asentimiento.

-Por más que sea una isla es más que seguro que está habitada-intervinó Iida, mientras usaba su catalejo en un intento por ver mejor el lugar al que se aproximaban.

-Eso ya lo sé idiota, si me dejarás terminar ya habría explicado mi plan
Bajó las cejas enarcando la molestia que le causaba que lo interrumpieran.

-Como decía, buscaremos un lugar seguro siempre cuidando a Kaminari, necesito que alguien me cubra la espalda y este delante mío.
Una vez hayamos terminado de atender sus heridas nos dividiremos en dos grupos, uno se queda por si hay habitantes y los otros van a buscar provisiones.¿Quedó claro?
-¡Sí, capitán! -dijeron al unísono.

-Descansen, estaremos llegando en 2 horas aproximadamente.
Acto seguido todos se miraron entre sí, en estas circunstancias era imposible estar tranquilo con tanto.

Sintió una mano tocando su espalda, era Hanta.

-Capitán

-¿Qué pasó, Hanta?

-Necesito hablar con usted

-Esta bien- dijo mientras se apoyaba en el combés.

-A solas, por favor-esta petición lo había tomado por sorpresa, pero conociendo al beta esto se debe tratar de un asunto serio

Bajaron hasta llegar al subnivel, todo estaba hecho un desastre.Inundado,agua de mar por todos lados, pero era un lugar tranquilo para charlar.

-Empieza- dijo mientras se quitaba el abrigo pesado totalmente mojado, no quería pescar un resfriado.

-No me parece justo, esto no me parece…

Sus ojos rubíes lo miraron con extrañeza.A que putas se refería.