Mingyu % ＃SHOTS . . . 💭

03

Ser el mejor estudiante de la escuela pone peso sobre tu hombro, especialmente cuando estás en tu último año. Además de eso, tu pegajoso novio sigue tomándote tu tiempo. Comenzó hace cuatro meses cuando encontró un lugar para una cita.

Amor <3

Estoy frente a tu casa

¿Que? ¡No! ¡¡¡Mi padre se fijará en ti!!!

Está bien, soy bueno escondiéndome. Date prisa, te extraño!!

No lo haces, solo estás caliente, así que quieres que me apresure

Eso es una cosa, pero de verdad, te extraño.

Bien, bien. Deja de enviarme mensajes de texto. Me estoy preparando

Estás gruñona hoy :(((

Sonríes cuando lees eso. Creaste una excusa como "Voy a estudiar con un amigo" y saliste disparada por la puerta antes de recibir más preguntas.

Viste a tu novio saludándote con los ojos entrecerrados.

— ¡Hace tanto calor! ¿No tienes clase por la noche? — No lo saludaste con llamadas cariñosas y, en cambio, saltaste a la pregunta mientras te ayudaba con el casco. Como es 30 cm más alto que tú, tiene que agacharse a tu altura.

Mingyu era tu mayor y se conocieron durante un programa académico. Él se acercó a ti primero, y después de ser perseguido Dios-sabe-cuántas-veces, cediste.

Es tu primer novio y crees que es dulce. Te da flores en las citas, te pregunta si te va bien en la escuela, te desea buenas noches y tu favorito son sus besos. Ambos fueron por el beso francés solo unas pocas veces debido a su timidez, pero otras veces, a él le encantaría bañarlos con besos ligeros.

— No, pero tuve uno en la mañana — dijo. Asentiste levemente y te subiste a su bicicleta.

El lugar estaba bastante lejos de tu casa, pero está cerca de su universidad. Vive en el dormitorio y va y viene a tu casa si desea verte.

Eligió un sitio debajo de un árbol enorme y colocó la estera que preparó. Mingyu te acercó más a él y te hizo reír porque sabes que le gusta estar lo más cerca posible de ti.

— No, no esta posición — hizo un puchero cuando protestaste.

Sus ojos de cierva literalmente te rogaron. — Quiero abrazarte por la espalda — era lo que querían decir.

Este hombre astuto... Hoy no trama nada bueno.

— Con este clima... Ugh, odio el verano — obedeciste, no obstante. Estaba sonriendo tan grande cuando te tenía entre sus piernas.

— No me has besado. Ven, déjame darte uno.

— ¡Mmmph! — Luchaste con la cabeza inclinada para alinearla con sus labios. — Sin lengua, por favor..

Maldición. ¿Cómo es que es tan bueno besando?

Mingyu finalmente te soltó después de recibir un largo beso. Estaba extremadamente satisfecho.

Instantáneamente sacaste tu libro y estudiaste. Se comportó todo el tiempo y solo después de dos horas, finalmente guardaste el libro.

— ¿Ya terminaste?

Jadeaste sorprendida y respondiste. — Sí — no sabías que no estaba durmiendo. — ¿Pensé que estabas durmiendo?

— No lo estaba, aunque al principio me estaba dando sueño,

Te diste la vuelta y pusiste una cara lamentable. — Pareces cansado.

Mingyu tomó tus manos y asintió con la cabeza.

— Lo estoy pasando mal en las clases ya que no estás allí.

— ¡Pssh! ¡Qué lengua tan simplista tienes! — Honestamente, eso fue suave, pero estás demasiado avergonzado para admitirlo.

— No estoy mintiendo. Te extraño mucho estos días y no respondías a mis mensajes.

Te sentiste culpable. — Lo siento, estoy ocupada. Duermo temprano en la noche y, a veces, no tengo tiempo para mirar mi teléfono, ¡pero te prometo que vi tus mensajes en la mañana!

Mingyu acarició tus manos mientras escuchabas. — Sale bien en tu examen de ingreso a la universidad. Mi universidad tiene el curso que deseas seguir.

— Sí, lo he buscado. Si llego allí, tal vez podamos vivir.

Mingyu estaba atónito. Nunca esperó que dijeras esa palabra.

— ¿Escuché mal? ¿Quieres vivir? Soyeon, ¿realmente quieres vivir conmigo? — tomó tu rostro entre las manos y la euforia brotó de su garganta.

Tienes un pensamiento profundo al respecto. Te encanta estar con Mingyu y creías que a él le encanta, así que vivir con él no es una mala idea.

— Sí. Incluso si nos separamos, podemos ser compañeros de casa.

— ¡No dejaré que eso suceda!

— Quién sabe. Podrías ir con otras chicas — te encogiste de hombros.

Pellizcó tus labios y dijo. — Sabes cómo irritarme, ¿eh?

Sin embargo, pareció molesto después. Solo estaba enumerando la posibilidad y esperaba que bromeara al respecto, pero no lo hizo.

— Está bien, está bien, me retracto. ¿Crees que dejaría que me dejes? — Te burlas de él. — No te atrevas a conocerte con otra chica. Eres mío, ¿entendido?

Su rostro devolvió una sonrisa. — ¿No ves que estoy locamente enamorado de ti?

— Puedo verlo, estos siempre brillan cuando me miras, me miras fijamente; estos son los que se siguen extendiendo cuando escuchas mis regaños, aunque no sé qué tienen de maravilloso — tus ojos miran a los suyos. Ambos pierden todo el enfoque en otras cosas y se siente como si solo hubiera dos personas en el mundo en ese momento.

Lo que acabas de decir es lo que sientes y lo agradeces.

— Estás tan loca por mí.