Capítulo ¹²

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Habían pasado algunos días después de lo sucedido con el innombrable, ahora nuestra pequeña protagonista se sentía mucho mejor y sin preocupaciones, había mandado su segunda obra, y ahora pensaba en que hacer en la tercera, el tema de esta vez era...

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Habían pasado algunos días después de lo sucedido con el innombrable, ahora nuestra pequeña protagonista se sentía mucho mejor y sin preocupaciones, había mandado su segunda obra, y ahora pensaba en que hacer en la tercera, el tema de esta vez era "postre favorito".

Estaba con Yatora y sus amigos, mientras ellos platicaban, la bajita se encontraban perdida en su mundo pensado que haría en su siguiente pintura para el concurso, de tantos postres que le gustaban, no se decidía por ninguno, no prestaba atención a lo que decían los varones que estaban con ella, tampoco cuando felicitaron a una de las compañeras de Yaguchi del club de arte, pero si escucho lo que le dijo el maestro, enojada solamente le saco la lengua.

Ahora se encontraba caminando con Los varones hacia su casa

—- Yatora, ¿porque siempre cuidas tus palabras con ese profesor? —- le cuestionó Utashima

—- Para que decirle lo que piensas a alguien que no lo quiere escuchar 

—- Le falta cerebro —- Eso lo dijo Anna

Los cuatro chicos la miraron, entre sorprendidos y divertidos, ella se abría casa vez más, algo que ponía orgulloso a Yaguchi por ser el responsable de que ella cambie para bien

—- Estamos por graduarnos —- dijo el platinado

—- Es verdad

—- ¿No pronto publicarán los resultados de las universidades privadas?

—- Mañana...las publican —- Utashima pareció decaer

Yatora soltó una risa por sus palabras

—- ¿De verdad?

—- Espero tengas un trabajo de respaldo

—- ¡Cállate! ¿Que hay de ti Koi? Aún no nos has dicho que piensas hacer con tu vida

—- Muy pronto se los diré

Continuaron caminando y cuando debían separarse, Yatora se acercó a la pelinegra

—- ¿Te acompaño a tu casa?

Ella solo negó mirándolo

—- Debes ir al instituto de arte —- le dijo en voz baja pero audible para los demás

Miro a Koigakubo, se puso a su lado y lo apunto

—- El me llevará

—- ¿Eh? —- soltaron todos al unísono

—- ¿Segura? —- Asintió —- Bien, te la encargo Koi, nos vemos

Anna se puso detrás del más alto y comenzó a empujarlo para empezar a avanzar, caminaron hasta que se quedaron solos, iban en un silencio tranquilo, uno que ella fue quien lo rompió

—- ¿Puedes ayudarme?

—- Claro, ¿que necesitas?

—- ¿Podrías ser mi inspiración para una obra?

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