II: La magia NO existe

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"¡Estoy bien, estoy aquí! Bianca, escúchame, no me ha pasado nada, no hay dolor..."

No dejaba de repetirle eso, cada vez que salía una lágrima de sus ojos, la intentaba abrazar y mis brazos la traspasaban, pero yo no era incorpóreo, al menos no para mí.

-Señor Craig- dijo un poco más calmada Bianca, el amor de mi vida- ¿Usted cree que él volverá? Hay una noticia que darle aunque a él no le gustaría.

-Chica, ¿estás embarazada? -preguntó entonces un poco desorientado el hombre que me había criado- Él te está escuchando en estos momentos, sería bueno que lo dijeses.

"Donnie, tú sabes algo que ella no, díselo". Solté aún sabiendo que nunca conseguirían escucharme.

-¿Cómo es posible que sepas eso? Ni siquiera mis padres se han dado cuenta...

Donald Craig le hizo ademán de callarse,cerró los ojos y dijo: Andrew, hijo mío pasa el umbral y tras las batallas volverás con ella, siempre has estado muerto.
Bianca ahogó un grito cuando me vio apoyado en el respaldo del asiento mohoso del Sr.Craig.

-¿Andrew eres tú?- acababa de verme de nuevo y soltó la pregunta más estúpida que pudo... Esta chica iba a enloquecer- ¿E-estás vivo?¿Cómo es posible? Yo te vi morir... Por mi culpa tú... Y ahora estás...

-No durará mucho, por favor Señorita, le agradecería que vuelva al lugar de los hechos y traigas el colgante de Andrew, ese que nunca se quitaba.

Bianca salió del orfanato a por el objeto que Donald le había solicitado, mientras tanto mi "padre" me ofreció asiento diciendo que debía contarme algo.

-Hijo, siento haber mentido todos estos años, sobre tu verdadera identidad. He de explicarte los pasos que debes dar así que presta atención a lo que explicaré- dijo con el semblante serio- ¿Amas a esa chica? Si de verdad lo haces deberías pedirle matrimonio, yo únicamente te puedo dar unas horas de vida después tendrás que tratar con 2020, pasar las 20 pruebas o puertas hacia el infierno y allí sortear a Muerte para atravesar la puerta que da a la habitación de Vida, y una vez allí beber de sus aguas sanadoras. La magia existe Andrew y tu colgante te ayudará a que puedas llegar a tu destino. El único inconveniente es que no puedes contárselo a nadie, ni siquiera a tu chica.

-Padre, entiendo tus palabras, pero son insignificantes, no puedo creer nada de eso que dices. La magia es un juego de niños, pero acepto tus palabras y las seguiré. Déjame vivir hasta el atardecer, será suficiente. Cuando me haya ido, dile a Bianca que la amaré incluso en el más allá.

Andrew despareció dejando allí a un Sr. Craig impotente por no poder hacer que se creyese la verdad.

Unos minutos después llegó Bianca de nuevo, aporreando la puerta pidiendo a Donald Craig que le permitiese entrar junto con el colgante con forma de pluma que el cuerpo inerte y sin vida de Andrew había llevado.

-Señorita Bianca, Andrew quiere verla aquí al atardecer, si no es molestia quisiera que usted le entregara al chico ese colgante con las palabras "Tu sei la luce e la salvezza della magia", es importante decirle eso de corazón y solo tú podrías hacerlo.

La chica se fue deseando volver a ver al amor de su vida y padre de la futura descendencia que ya se gestaba en su interior.

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