Sus manos sujetaban la delgada cintura, clavando sus uñas en ella, a la vez que las de su amante se clavaban en su pecho. Su rostro se contraía lleno de placer, los gemidos resonaban en la habitación. Tumbado en la cama, el castaño, se mecía sobre él. Su hermoso y carmín rostro, sudado, con el cabello revuelto, con los labios hinchados de tanto besarse. Su pene entraba y salía de la estrecha entrada del chico sobre él, movía sus caderas al compás, acelerando para mayor placer, sintiendo que se vendría en cualquier momento.
-Sigo pensando que deberíamos haberlo hecho antes, me gusta montarte. -Susurró el menor en su oído, entre jadeos, ambos riendo, gimiendo, perdidos en el placer.
-Debía estar loco. -Dio la vuelta, sin salir, quedando encima.- Aunque esto me gusta más.
Lo embistió, rozaron sus labios, enredaron sus lenguas, se saborearon, mezclando el sonido emitido por el sexo, con el de sus húmedos besos. Las manos entrelazadas, las marcas en sus cuerpos y el miembro entre sus abdómenes, que se frotaba, dándole mayor placer al castaño. Con un ronco gemido, ambos terminaron, y el azabache se dejó caer encima de su amante.
-Sigues estando loco.
Salió de su interior, dejándose caer, boca arriba, a su lado.- Lo sé.
Ambos rieron, intentando controlar sus respiraciones. Se miraron varios segundos y sonrieron, antes de soltar un sincronizado suspiro.
-¿Quieres arroz chino? -DongHae se encogió de hombros.
-Vale.
HyukJae se levantó, cogió sus bóxers y se dirigió a por su ropa, amontonada sin cuidado en una esquina de la habitación. Se vistió rápidamente, mientras el castaño miraba el techo, su cuerpo medio cubierto con las blancas sábanas.
Salió de su apartamento, bajó las escaleras que conducían a la calle, y cruzó hasta el restaurante de comida china que tenía enfrente. Al entrar, Hangeng lo saludó con una reverencia.
-Buenos días, Hyuk.
-Hola, Hang. Arroz para dos. -El chino asintió, y se fue a ponerle su pedido.
Hyuk se apoyó de espaldas en la barra, pasó una mano por su cabello sudado, y suspiró, pensando en el chico que tenía en su cama. Sonrió, recordando el increíble sexo que habían tenido.
-Aquí está. -Giró, quedando frente al moreno. Cogió la bolsa y le dio el dinero.- ¿Alguien especial?
-Más o menos.
Se despidió y salió. Volviendo a su apartamento abrió y entró en el salón, por el que tenía que pasar para llegar a la habitación. El castaño, con una de sus camisetas, veía la televisión, sentado en el sofá.
-Hae. -El aludido lo miró, haciéndose a un lado para que se sentara.
Después de sacar dos vasos y la bebida, le dio su ración de arroz, y apagaron la televisión.
-¿Como vas con el tratamiento?
-...Bien. -Miró a otro lado, evitando ver al azabache.- ¿Y tú con...? ¿Qué te pasaba exactamente?
-El ojo, pero ya estoy bien.
-Me alegro.
-¡Oh! ¿Te acuerdas de Jessica?
-¿La ayudante del doctor Yunho? -HyukJae asintió.- ¿Qué pasa con ella?
-Me pidió salir la última vez.
-¡¿Enserio?! -Fuertes carcajadas invadieron el salón.- Aceptarás ¿Verdad?
-Mañana a las ocho. -Dijo con malicia y guiñándole un ojo.- A ver si al fin muestra lo "santa" que es.
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Love & Other Drugs [EunHae +18]
Fanfiction"DongHae, a veces el amor es la mejor terapia." "HyukJae, el parkinson no se cura con amor." -- No me he tomado el tiempo de corregir esta historia, por lo que probablemente encontréis errores de tipeo. Espero que no os importe demasiado :') ❤