Bitácora 16342 parte 1

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Bitácora, 16 342

<<El dos de noviembre de dos mil cincuenta, el mundo dio un giro de trescientos sesenta grados: surgieron nuevas naciones, además de una nueva doctrina; las mujeres pasaron a dominar todos los ámbitos. Los hombres quedaron relegados un plano ínfimo; ahora no eran otra cosa que una simple especie más en peligro de extinción>>, explicaba una catedrática en la clase de nueva historia, en la universidad del nuevo mundo, sirviéndose de información demográfica de los últimos veinte años.

Al ver a sus hijos en la foto, la profesora reflexionó: <<es increíble que ahora hablemos de los hombres no por sus logros, sino como algo que un día existió. Durante mucho tiempo los consideramos como nuestros depredadores por naturaleza, pero ahora son parte de nuestros libros de Historia. Hablar de ellos me recuerda a cuando hablábamos de los dinosaurios cuando estábamos en la escuela. ¡Increíble!>>

Cuando se cargaron nuevas imágenes continuó: <<Ahora sabemos que el género masculino estuvo en peligro de desaparecer por un terrible virus que surgió durante el dos mil veintidós. La enfermedad comenzó afectando únicamente a los animales. Sin embargo, cuando la pandemia eliminó al noventa y ocho por ciento de las especies del mundo, de la nada mutó y comenzó a atacar a los humanos, algo que aún no sabemos por qué sucedió>>, continuó diciendo. Mientras disertaba, exhibió fotos de pacientes para dejar muy en claro a través de la representación gráfica de los síntomas, cuan agresiva era la enfermedad.

Todas las estudiantes presentes profirieron exclamaciones de miedo.

La doctora continuó diciendo que, gracias a la doctora María Salas y a su exhaustiva investigación, ahora podía decirse que el género masculino tenía esperanzas.

<<Pero, ¿quién es la doctora María Salas? Preguntó una estudiante.

La profesora respondió que no se sabía mucho de la investigadora Salas, que solo podía decirse que fue la responsable de encontrar la vacuna que ayuda a desarrollar y a preservar la inmunidad. El paciente recién nacido la pierde después de los trescientos sesenta y cinco días de vida, pero gracias a la vacuna, esto se puede revertir, aunque no es una solución definitiva, sino que solo pone el tiempo a favor de las médicas.

—En cambio, en los adultos es mortal

—¿Cómo se sabe todo esto? —Preguntó una estudiante incrédula.

—Buena pregunta —dijo la profesora y abrió un archivo donde venía la respuesta a todo el misterio. —Antes de morir, la doctora guardó todas sus bitácoras en un USB, en las cuales se encontraban desde cartas personales hasta un estudio que ayudó a las científicas a reproducir la vacuna —explicó la profesora.

—Gracias a la última bitácora, la 16 342, se obtuvieron indicios de los síntomas y de los datos de cómo desarrollar la vacuna. El dispositivo en donde se encontraba la información cuenta con tecnología obsoleta, lo que hizo casi imposible recuperar la información en su totalidad, pero gracias a la última bitácora, se pudo lograr el milagro.

La doctora ingresó a la página web de la universidad y descargó los audios y los documentos para presentarlos en la clase.

El primer audio comenzó:

(Voz de la doctora) <<Bitácora número 16 342. Hoy es dieciséis de octubre de dos mil treinta. Soy la doctora María Salas, del Centro de Investigación Nacional del País del Norte. Mi número de identificación es CIE-2090-1. Este es el reporte de los resultados obtenidos a partir del análisis de la muestra extraída a los últimos cien pacientes de género masculino que fallecieron el quince de octubre de dos mil treinta a las 15:30, tiempo de Estocolmo. El objetivo del análisis consistía en identificar los síntomas de la enfermedad clasificada por la Organización Mundial de la Salud con el número VAC-2001-NT. Después de haber realizado la comparativa de la información recabada versus la base de datos mundial que nos hizo llegar del Centro Nacional de Salud de Marruecos la doctora Mambe, quien trabaja en el Departamento de Investigación de Enfermedades Virales, llegamos a la conclusión de que los siguientes síntomas se presentan durante las primeras veinticuatro horas después de que el paciente haya tenido interacción con el portador del virus. El único síntoma visible es una coloración amarilla en la piel, en las membranas mucosas o en los ojos. Esto se debe al incremento de la bilirrubina en la sangre. El resto de los síntomas no son visibles hasta dos horas antes de que el paciente muera. Hasta el momento, salvar a un paciente en urgencias se ha vuelto imposible debido a la falla sistémica fulminante que se desencadena en el cuerpo. Solo se cuenta con seis horas para salvar al paciente después del primer síntoma. Es de vital importancia que se envíe este resultado al Centro de Salud del Mundo para identificar a los contagiados y separarlos. Continuaremos trabajando con el propósito de encontrar una solución a esta terrible pandemia.

Se despide atentamente,

Doctora María Salas>>.

Después de que el audio terminó, la profesora puso la imagen de la carta:

(Voz de la profesora leyendo)

<<Carta a mi hijo

Para: Luis Fernando

Fecha: dieciséis de octubre de dos mil treinta.

Querido hijo:

Hoy estoy emocionada porque, después de cinco años de estar padeciendo esta terrible peste, comenzamos a ver los primeros indicios de luz. Hemos descubierto que los ojos amarillos son el primer síntoma, lo que me hizo recordar que eso fue lo primero que te vi aquella mañana del dieciséis de julio de dos mil veinticinco, y que no le di importancia. A tu padre le sucedió lo mismo dos días después. Discúlpame por haberles fallado como doctora y como madre. Debí haber hecho más y no solo dejarlo como una simple recomendación médica. ¡Se podría haber evitado tanto! Tristemente, no todo es felicidad. El día de ayer, el doctor Tomás, tu profesor de Literatura, murió por este terrible castigo. Espero que Dios lo tenga en su Santa Gloria; aunque empiezo a dudar de que exista.

Con amor,

Tu madre>>.

(Voz de la profesora leyendo)

<<Carta a mi esposo

Para: Fernando Ortiz

Fecha: diecisiete de octubre de dos mil treinta

Fernando, mi amor, hoy pensé en ti cuando le escribí a nuestro hijo. Le conté acerca del descubrimiento que obtuvimos en este último análisis, lo cual me hizo recordar que tuve la verdad ante mí, pero, como tú siempre me decías, la obsesión de querer ser siempre la mejor me nublaba la vista ante las evidencias. Y eso fue lo que sucedió... a un costo terrible. ¡Cuántas muertes pudimos haber evitado! Siento que fallé. Pero tengo una buena noticia: Evelin, la esposa de José Luis, tu mejor amigo, tuvo a su primer hijo. Experimenté una sensación agridulce, porque su esposo murió la semana pasada. En fin, espero pronto encontremos la cura y poder estar con ustedes.

Tu esposa que te ama y te extraña>>.

Bitacora 16,342Donde viven las historias. Descúbrelo ahora