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[Steven x Female]
╔═══════════════╗ 𝐀𝐋𝐈𝐂𝐈𝐀 ╚═══════════════╝
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Mientras disfrutaba de la serie "Stranger Things", fui interrumpida por un ruido en mi ventana. Eran las 12:28 de la noche y la oscuridad ya había cubierto el cielo, pero me había quedado completamente absorta en el programa. No pudiendo evitarlo, ya que estaba muy entretenido no importaba si era mi quinta vez viéndola.
No me podían culpar, la trama era buena. "Guiño"
De pronto, escuché ruidos. Se escuchan pequeñas piedras golpeando mi ventana de cristal. Pauso la serie y me levanto para ver qué está sucediendo.
- La sangre de Cristo tiene poder, la sangre de Cristo tiene poder. - murmuro en un intento por infundirme valor mientras me acerco a la ventana. Con cuidado, la abro y, entornando los ojos, trato de distinguir una sombra en lo que parece ser una escalera. Con un bate a mi lado, me oculto junto a la ventana y planeo mi estrategia: en cuanto la ventana se abra, le daré un golpe con el bate. Sencillo, ¿no? Al abrirse la ventana lentamente, cuento hasta tres y le propino un fuerte golpe.
Lo escucho caer al suelo y aprovecho para patearlo. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, me encuentro pegada contra la pared con él tapándome la boca.
- Shhhhh. - susurra mientras pone su brazo en mi pecho pegándose a mi
- Por favor, no me hagas daño. He sido buena y he obedecido a mi madre. Limpie el auto, saqué al perro a pasear y me he bañado después de dos días. Me he portado muy bien durante los últimos dos días, por favor no me lastimes. - hablo tan rápido que incluso yo misma tengo dificultad para entenderme.
El tipo frente a mi tapa mi boca enciende una linterna y...
- Dios mío, casi me desmayo. - protesto mientras me alejo de Steven y me froto el pecho.
- ¿Por qué no llamaste a tus padres? - pregunta él mientras se frota el brazo probablemente por el golpe que le di con el bate.
- ¿Y si fuera algo grave y me hicieran daño?
- ¿Y si fuera alguien peligroso? Podrían haberte hecho algo horrible. - me mira con desaprobación.
- Somos jóvenes, exis. - me encojo de hombros al sentarme en la cama. - ¿Qué estás haciendo aquí?
- Solo quería una noche de pelis, pero salí mas golpeado que nada. - se queja mientras se agacha para recoger una bolsa que se encuentra en el mismo lugar donde lo golpeé con el bate. - Te traje esto. - me pasa la bolsa y se sienta a mi lado. La abro y encuentro papitas, jugos, dulces y sushi.
- ¡Oh, cariño, te amo! - susurro emocionada y me abalanzo sobre él.
- También te amo, pero ¿podrías bajarte, por favor? - se queja.
- ¿Qué pasa, amor? ¿Te duele algo? - pregunto mientras lo reviso.
- ¿Olvidaste que me golpeaste con un bate y no contenta con eso, también me pateaste como si fuera un saco? - responde sarcástico.
- Oh, cierto. - sonrío tiernamente. - Voy a buscar una pomada. - Me levanto de la cama, abro el cajón y saco una pomada de menta para el dolor de espalda. Luego, de mi pequeño refrigerador en la habitación, saco una bolsa de hielo. Mientras hago todo esto, siento que Steven me observa atentamente. - A ver, quítate la camisa. - le pido mientras me paro frente a él.
- ¿Qué tal si empezamos con un café? - preguntó con una sonrisa coqueta.
- No seas atrevido - lo reprendí, empujándolo suavemente. Se quitó la camisa y le apliqué algo de pomada en la espalda y brazo - ya está. Ahora ponte la camisa - le di unas palmaditas en la espalda.
- No, mira - me jaló hacia él por la cintura - todavía me duele.
- ¿Dónde te duele? - intenté revisar, pero él me tomó la cara para besarme dulcemente - Embustero - susurré sobre sus labios.
- Casi me curo, - bromeó dándome un beso en la mejilla - tus besos son como una medicina. Mira. - se estiró - ¡au! todavía me duele. Pero sabes qué puede curarme, tus besitos.
- Ponte la camisa - dije juguetonamente, lanzándole su camisa mientras reíamos. Él se la puso mientras yo recogía las cosas.
- ¿Qué estabas viendo? - me preguntó mientras se acomodaba en mi cama.
- Estaba viendo "The vampire diaries". ¿Quieres verla? Si no, puedo poner otra cosa - me acomodé a su lado.
- Amor, eso ni se pregunta, obvio que quiero verla. - dijo mientras me atraía hacia él. Descansé mi cabeza en su hombro mientras nos abrazábamos. Puse la serie y comimos los dulces y sabritas que había traído. Para después de un rato, mis ojos comenzaron a cerrarse.
- Descansa, cariño. - me dio un beso en los labios, en la frente y en la nariz.
- Buenas noches. - con eso último cerré los ojos por completo. .....................................................................
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