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II

04 julio, 1974

"¡Viniste!"

Choi Chaewon no se contuvo y se levantó de la mecedora a la velocidad de la luz y lanzó su libro a un lado en cuanto vio a la alta figura pulcramente vestida en el umbral de la hacienda. Se acercó y abrazó a su hermano como si aún fuera el pequeño de seis años que siempre estaba tras de ella.

Esperó un apretón fuerte y los brazos de su hermano rodeándola con amor y cariño como lo hacía cuando tenía esa edad pero lo único que obtuvo fue una imagen dolorosa.

Soobin no había respondido el abrazo porque estaba muy preocupado en no desplomarse en sus brazo.

"Chaewon, ¿Cómo está? ¿Tienes noticias de él? ¿Qué fue lo que pasó?"

La del cabello corto solo suspiró mientras se reincorporaba lentamente, le dolía ver a su hermano así y le impactó tanto su estado que siquiera se inmutó en hacer algún mal chiste o broma como acostumbraba.

"Desde que vino la señora Huening no me he enterado de nada hermanito solo sé que está internado en el hospital de la avenida principal..." Chaewon acarició sus mejillas y sabía que Soobin estaba guardando aún un par de lagrimas en sus ojos que no podía esconder por más que lo intentara.

"... Solo Eunchae y yo sabemos que vendrías y justamente hoy fue al hospital a llevarle flores a Hiyyih para hacerla sentir mejor, la hermana del chico Kai, ¿La recuerdas, Binnie?"

Y Soobin no supo hacer más que sorber con la nariz y asentir con la cabeza porque ¿Qué más podría hacer en ese momento? Lo más lógico debería dejar todo e ir lo más rápido posible al hospital.

Pero estaba completamente aterrado.

Recordó la conversación que escuchó a escondidas aquel último día en que lo vio y el mismo en el que había abandonado su casa para ir a Busan. "Me gustaría tener un futuro con Soobinnie hyung pero tengo tanto miedo de que algo me pase antes de que incluso pueda llamar futuro a lo que sea que ocurra." Huening Kai era un gran fanático de hablar con las estrellas y al parecer esa noche no era la excepción pero Soobin  realmente deseó nunca haber escuchado eso. ¿A qué se refería?

Y ahora lo entendía perfectamente porque quizás nunca se recuperó del todo y solamente le mentía como hacía todo el tiempo. Y quizás Soobin debió hacer algo al respecto sobre eso pero prefería creerlo porque le daba mucho miedo hacer real lo mal que estaba la persona que más amaba en el mundo. Se escondió y quedó tras la cortina de luz orando y pidiendo al universo por un mejor futuro donde todas esas mentiras piadosas resultaran ser ciertas.

"Tardaste mucho Binnie, ¿Está todo en orden?" Chaewon inquirió. "Es decir, Eun y yo pensamos que estarías aquí tan pronto como te llegara la carta." Soobin suspiró.

"La carta llegó a mis manos ayer en la noche noona, no me la habían entregado."

Y un "oh" fue lo único que Chaewon expresó sin ánimos de hacer una conversación más larga e incómoda que sabía, no le vendría nada bien a su hermano.

. . .

Cuando Soobin regresó de dejar todo su pequeño e improvisado equipaje en lo que alguna vez fue su habitación no pudo dejar que un mal presentimiento y una sensación de terror se apoderara de él cuando escuchó murmullos y sollozos en la sala de estar.

Ahí miró que Chaewon abrazaba y acariciaba con ternura los cabellos de Eunchae mientras le decía al oído las mismas palabras que usaba siempre cuando tenía que consolar a alguien.

El silencio se interrumpió cuando escuchó una voz que le erizó la espalda y todos los bellos de su cuerpo.

"¿Soobin? ¿Qué estás haciendo aquí?" La firmeza con la que se dirigía siempre era dura e impasible realmente quisiera decir que no estaba aterrado pero era todo lo contrario, quizás nunca dejaría de ser el pequeño y débil niño que le temía a su padre.

"Papá." Contestó aparentando la misma firmeza con la que él le había hablado.

"Eunchae, niña ¿Por qué estás llorando? ¿No deberías encargarte de preparar las verduras para mañana?" El aire se volvió tenso y tanto Chaewon como Soobin se pusieron rígidos en sus lugares, ¿Cómo se atrevía a hablarle así a Eunchae?.

"L-lo siento señor Choi." El mencionado solo soltó un bufido por lo bajo y volteó su mirada a Soobin, sus ojos fríos e impasibles perforaron al peli negro con la mirada y se limitó a decir con voz seca y cortante. "Soobin, no haz respondido mi pregunta.".

Chaewon reaccionó de inmediato apartando lo suficiente a Eunchae para poder levantarse.

"Papá, Soobin está aquí porque..." Y la voz de Soobin la calló con la suya.

"Vine a ver a Kai." Contestó orgulloso y avanzando unos pasos hasta quedar al lado de su hermana y su (si así podría decirse) media hermana.

Chaewon y Eunchae lo miraron con terror y retrocedieron involuntariamente cuando vieron el rostro del señor Choi enrojecerse y las venas de sus brazos hinchadas debido a la fuerza que puso en ellas.

"¿Perdón?"

Y antes de que se desencadenara una pelea Eunchae avanzó hasta Soobin mirándolo con desesperación.

"Soobin-ssi, tienes que ir muy rápido al hospital, Kai-ssi está mal y Hiyyih me dijo que lo que les comentó el doctor no era nada lindo." Y Soobin sentía que las piernas se le hacían gelatina. "Por favor, ve rápido... nunca en mi vida había visto a Hiyyih así de desesperada por favor Soobin tienes que ir o si no ..."

El señor Choi carraspeó e interrumpió la conversación con la voz aún más fría y arrogante de lo que acostumbraba ser.

"Soobin, creí haber dicho que en esta casa nunca más se volvería a pronunciar ese nombre, ¿No es así, hijo?" Soobin hizo una mueca y se acercó al mayor peligrosamente.  Chaewon rápidamente se interpuso entre su padre y Soobin e hizo una seña para que se fuera rápidamente.

Y al peli negro le faltaron piernas para correr aún más rápido.

fourth of july | sookai Donde viven las historias. Descúbrelo ahora