Simplemente, Noah.

III

   Sonó mi alarma, desperté de mi siesta y mi levanté a vistirme. En media hora Amber y Jhonatan me pasarán buscando para salir, como quedamos ayer. Me vestí casual y cómoda pero siempre diferente y con mucho estilo. Una vez lista, me eché de mi perfume y bajé a la sala a esperar que me avisaran que estaban afuera.

Al rato llegaron y fuimos directo a Starbucks. Llegamos, entramos, nos pedimos cada uno un café distinto y nos sentamos a esperar en una de las mesas.

—Bueno, ¿y Nills? —Preguntó Jhonatan a Amber mientras yo miraba mi celular, como siempre.

Ella lo miró y luego a su celular. —No sé, me dijo que vendría pero no estaba seguro. —Me miró y me arrancó el celular de las manos. —¡Disfruta de tu alrededor!

Me cruzo de brazos. —¿Para qué? Noah está mejor. —Levanto las cejas mirando a la mesa.

—Vamos, deja a Noah descansar un rato hoy. Daalee. —Me insistió mientras Jhonatan reía.

Nos llamaron para buscar los cafés, así que nos levantamos y fuimos a retirar. Amber y Jhonatan tomaron los suyos, yo, por el contrario, noté que mi café no era el que yo pedí, así que reclamé y comenzaron a hacer el mío.

Estuve un rato esperando a que estuviese listo; no tenía mi celular y me empecé a desesperar. Para ese entonces me senté en una de las sillas de la barra. Habían varias personas a los lados, al igual que yo, esperando sus pedidos, llegaban y se iban, pero en un momento, llegó una persona la cual se paró a mi lado a hacer su pedido. No le tomé mucha importancia, el chico que lo iba a atender me trajo mi café pero me dijo que esperara un momento ya que me buscaría unas servilletas. En esa, la persona que estaba a mi lado, hizo un mal movimiento no intencional y derramó mi batido, el cual cayó totalmente encima de mi ropa. —¡Ay, está caliente! —Dije adolorida separandome la camisa de el cuerpo con mis manos.

—¡Oh dios! Lo siento tanto. —Dijo el chico apenado y buscando soluciones para ayudar a limpiarme. —Por favor, un toalla o algo, ¡rápido! —Uno de los trabajadores le dió una servilleta y con eso comenzó a ayudarme a limpiar un poco.

Lo miré, —Qué. —Solté lo más impactada posible. Mis amigos se acercaron corriendo a ver que había pasado y solo se percataron que yo estaba en un viaje astral casi a punto de desmayarme.

Amber me agarró la cara y me movió varias veces para que reaccionara. —¡Tory! ¡Tooryy! —Estaba como en un trance, simplemente no sabía como reaccionar. Noah Schnapp, el chico al que soñé conocer por 4 años continuos, el chico de mis sueños, simplemente Noah.

—Si empiezan a parpadear las luces les juro que me asusto. —Dijo Noah con una mano en mi hombro y la otra moviendose de un lado a otro frente a mi cara. —¿se llama Tory, cierto?

Jhonatan lo miró con más detenimiento. —¡Ah! Es... Ella está... En shock, ya sabes, 4 años de fanatismo pegan fuerte, y si, se llama Tory, bueno, todos le dicen Tory. —Me pegó un lepe a ver si reaccionaba.

No sabía que decir, como actuar, que hacer. Estar en frente de una persona a la cual querías conocer hace tiempo... Pensé que sería fácil, que se yo, abrazarlo, decirle "hola, soy tu fan" y ya. PERO NO. Es todo menos eso, son muchos sentimientos a la vez. Siento cosquillas en todo el cuerpo, quiero abrazarlo, quiero decirle que lo amo... No paraba de mirarlo, de detallarlo, es perfecto, su lunar, sus ojos, todo el, y de un momento a otro de mis ojos salían lagrimas. No me salió otra acción que abrazarlo suave y delicadamente, ya que no pedí permiso para hacerlo. Sentí que también me abrazó, igual de suave.

—Tory te ama, eres su vida. —Dijo amber mirándonos. —Pero, em, Tory, se te va a dañar la ropa.

Jhonatan le pegó con el codo y Amber soltó un quejido. —Mejor nos vamos a afuera, ¿no, Amber? —La miró con una sonrisa sarcástica, ella asintió, y luego se fueron.

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Luego de unos segundos abrazándonos, Noah me tomó de los hombros y me miró preocupado. —No se que decir, estoy tan avergonzado, te arruiné la tarde.

Yo solo lo miraba. —C-creeme que no lo hiciste, había estado esperando e-esto por tanto que tiempo que ni se que decir ya que te tengo al frente. —Sentía que no podía dejar de temblar, estaba tan feliz.

Sonrió de boca cerrada y se puso a pensar. —Podríamos vernos mañana, para reponerte lo de hoy y hablamos con más tranquilidad, así te vas a cambiar.

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-toristt.