Capítulo 6

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Esta más que decir que después de esa conmoción que Mucho causo, aunque luego lo resolvieron, hizo que Takemitchi fuera consiente de sí mismo. Sí, esta resuelto, pero no sabia si los demás se sentían igual que Mucho e incluso igual que el. Habían pasado varios días desde aquello y todo seguía igual. Le acompañaban a la escuela y luego le esperaban cuando salía de la misma para llevarlo a su casa. Inui y Koko, se habían sumado a los demás. Ellos le acompañaban hacer las compras e incluso todos se reunían en su casa a comer o a dormir hasta el otro día. No se podia quejar, sin embargo, no podia quitarse los pensamientos que tuvo cuando paso lo de Mucho.

¿Y si los estaba obligando? ¿Qué tal si no era normal el tener tantos esposos? ¿Estaba mal gustar de otro chico? ¿Debería divorciarse? ¿Y si no gustaban de el? ¿Ellos querrán qué fuera su esposa?

Takemichi se había encerrado en su casa, específicamente en su cuarto o habitación. No quería ver a nadie. No cuando se sentía así. Su pequeño corazón estaba en conflicto y le dolía. Estaba a costumbrado a estar solo desde muy pequeño, pero desearía el tener a sus padres consigo en ese momento. Sus pequeños ojos azules derramaron lágrimas y de sus finos y diminutos labios; salieron hipidos. Se dio pequeños golpes en su pecho con su pequeño puño para saber si con eso dejaba de sentirse de esa manera, pero nada.

-- O --

Tres días después, Sábado, Takemichi cocinó algo de arroz y con la ayuda de Mitsuya hizo tempura con sopa de miso para los demás. Al parecer todos estaban ahí: Mucho, Mikey, Draken, Smiley, Angry, Inui, Koko, Baji, Hakkai, Chifuyu, Kazutora, Pah-chin, y Penh-yan.

Ayudó a Mitsuya a llevar los platos hacia la mesa, donde ya los demás estaban. Al menos se llevan bien con Inui y Koko. Luego de haber llevado todo a la mesa, Takemichi tomó asiento al lado de los gemelos Kawata. Sintió la mirada de algunos, y los entendía, pues no había hablado mucho desde que llegaron. La cena fue llevadera y no faltaron las risas y pequeñas discusiones sobre ciertos temas de grandes.

— ¿Takemitchy? -Mikey le llamó.-

— S-Sí -Tragó el nudo en su garganta, pero el temblor en su voz era evidente.-

— ¿Por qué no me miras a los ojos?

— ¿Todo está bien? -Se escuchó a Mucho preguntar.-

— C-creo que no me he estado sintiendo muy bien. -Confesó cabizbajo para luego mirarle y sonreír un poco.-

— ¿Por qué no lo habías dicho? -Baji frunció el ceño preocupado.-

¿Cómo le dirá a sus esposos que quiere un divorcio? Takemichi se limpió sus ojos rápidamente para que las lágrimas acumuladas no cayeran.

— ¿Ustedes también me quieren cómo su esposa? -preguntó al aire y el silencio le siguió.-

Nadie contesto, pero se fijo en los sonrojos y caras pálidas de algunos allí. Con siete años, Takemichi sabia que era estar solo, pero sobre todo el rechazo que confirmó en esos momentos. Con manos temblando, se levantó de su silla y comenzó a recoger los platos de la mesa para llevarlos a la cocina y traer el postre más no se sirvió para sí mismo.

— Vengo ahora, pero cuando salgan, no olviden cerrar la puerta.

Takemichi fue a buscar una hoja de papel, donde escribió que quería el divorcio de todos sus esposos e incluso había pegado el sello familiar. Doblando el papel, caminó hacia donde aún seguían los chicos, que ni habían tocado el postre, para entregarle a Mikey el papel. El susodicho le miró después de haber leído el papel y frunció el ceño levemente.

— Nos vamos, chicos.

Takemichi les vio irse, pero luego de haber cerrado y asegurado la puerta, comenzó a llorar. Era mejor así, se dijo así mismo.

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