Capítulo 5 : El beso del compañero.

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Cuando se acabaron las clases busqué por la clase a Jack, pero no le veía por ningún lado, así que fui a la biblioteca a buscarlo y cuando le encontré, estaba sumergido entre un millón de libros, me acerqué a él pero ni se inmutó así que tuve que llamarle un par de veces, se giró hacia mí y yo le pregunté :

- ¿Qué estás haciendo aquí? - Sabía que estaba leyendo, pero intuía que era algo sobre mí.

- Estoy buscando información sobre los cuatro elementos, ¿por qué, qué te pasa?

- Pues, es que he tenido otro sueño, y quería contártelo, intenté decírtelo todos estos días pero no pude.

- Vale, cuéntame qué ocurría en el sueño.

- Pues no estoy muy segura de dónde estaba, pero sé que sentía mucho calor y escuchaba una voz a lo lejos. ¿Qué significa eso? - Imaginaba que sería algo que tuviera que ver con el fuego.

- Está claro que es sobre el fuego, pero eso ya lo sabrías tú, aunque lo de la voz no sé de qué podría ser, ¿no sabes de quién es?

Negué con la cabeza.

- Pero sí sé que la había escuchado en otro sitio, era chillona, era una mujer.

Nos quedamos pensando por un largo rato, pero como no se me ocurría ninguna idea de quién podría ser, así que me fijé en los libros que estaba leyendo y hubo uno que me llamó bastante la atención.

- Así que, "¿Brujas o videntes?" - La verdad no me extrañaba mucho ese libro después de todo lo que me contó antes Jack, pero tendría que ser yo quién lo leyera, ¿no?

- Sí, es para conocer un poco más sobre los poderes de las videntes y averiguar cómo puedes controlar tus poderes.

- Una pregunta, ¿cómo se supone que averiguo dónde están los objetos que representan a los cuatro elementos?

- Eso es lo que intento averiguar, cuando lo sepa te lo diré, ¿está bien?

- Sí, claro. Bueno adiós, nos vemos en la entrada del instituto.

- ¡No! Hoy no me esperéis — Me sobresalté bastante cuando gritó, y me extrañó mucho que dijera eso.

- Ya llevas mucho tiempo viniendo aquí después de clase y se ve en tu cuerpo que apenas has comido, ven a mi casa con Peter y te haremos algo de comer, ¿vale?, venga vente.

- Que no, te he dicho que no y es que no!

- ¡Vale, tranquilo, no hace falta que te pongas así!— Di un portazo y me fuí de la biblioteca, como ya no había nadie a quien molestar, la bibliotecaria no dijo nada cuando grité, (mucho mejor porque si no, no lo soportaría más)y me fui a casa. Peter se había cansado de esperar así que se había ido ya.

Yo comencé el camino a casa bastante enfadada con jack, cuando de pronto escuché un extraño ruido entre los árboles, pero no le eché cuenta y seguí andando. Sentía como si alguien me siguiera y cuando me giré me dieron en el estómago un fuerte golpe, caí inconsciente en el suelo.

Me desperté , veía un poco borroso, podía vislumbrar dónde estaba, era un sitio muy amplio, como una especie de almacén.

- Por fin estás despierta!, has tardado bastante, seguro que ya no tardará mucho en llegar.- Lo había dicho una voz femenina, estaba segura de que era una de las personas que buscaban los cuatro elementos, intenté levantarme pero estaba en una celda de fuego, a penas podía moverme y menos aún escaparme, así que intenté hacer tiempo.

- ¿Quién eres?¿Dónde estoy?

- Una chica curiosa, me gusta. Podemos ser amigas si tú quieres. ¿Por qué no te vienes conmigo y dejas a Jack? - No sabía qué decir, hubo durante algo menos de un minuto silencio, pero a mí se me hizo eterno.- Claro, no le dejarías ¿verdad?, ¡te gusta Jack!

- Claro que no le dejaría, somos compañeros.- Jack estaba en una esquina del almacén, pero no podía creer por dónde había entrado, todo estaba cerrado y no había entrada posible.

- Por fin has llegado, te estaba esperando.- Dijo la chica con una sonrisa en los labios. - Perdón, aún no me he presentado, me llamo Juliet, tengo el poder del fuego.

Jack vino corriendo hacía mí y me liberó del fuego con una ola de agua.

- Corre Nathalie, vente conmigo, tenemos que hacer un contrato para poder ser compañeros.

- ¡No lo hagas Nathalie, él te ha mentido todo el tiempo, cuando encontréis los cuatro elemetos, te matará para que no se los quites y gobernará el mundo entero. ¡ Vente conmigo!

- ¡No, no le hagas caso es mentira!

Estaba un poco confundida, no sabía qué hacer, pero me fuí con Jack.

- ¿De qué se trata el pacto? - No tenía ni idea de qué iba a pasar a partir de ahora pero sabía que quería irme con Jack.

- Me tienes que dar un beso mientras que yo hago el conjuro.

Me quedé atónita cuando dijo la palabra beso, pero caí en la cuenta de que no dijo dónde, así que asentí en forma de aceptación.

Cuando empezó a hacer el conjuro, se formó un círculo mágico. Juliet comenzó a lanzarnos bolas de fuego, pero no nos podían tocar, había una especie de barrera.

Cuando Jack terminó el conjuro, yo le di un beso en la frente, y salió una luz por todo el círculo, que nos rodeaba, entonces él con una sonrisa me dio otro beso en el mismo sitio donde yo se lo di, y todo volvió a la normalidad. Juliet nos miraba frustrada, ya eramos compañeros y no me podía ir con otro mago, o eso entendí yo.

- Gracias por elegir ser mi compañera, no sé qué haría sin tí.

- No hay de qué, - tenía algo de miedo por lo que le pasaría a mi vida, pero en ese momento no me importaba — además, nunca me creería nada de lo que me dijera.- Dije yo sonriendo.

- Bueno, acabemos con ella. - Y Jack se abalanzó contra Juliet.

No podía ver nada porque eran muy rápidos y el agua de Jack hacía que saliera vapor con el fuego.

Sabía que los dos estaban sufriendo bastante, por los gritos de dolor de cada uno.

De un momento a otro todo se paró, Jack se acercó a mí lleno de sangre y tambaleándose, al final del almacén estaba Juliet, muerta, era lo más horrible que había visto jamás. Jack calló encima mía, sin poder moverse y yo cogiéndolo en brazos, mientras que él dormía, le llevaba a casa.

Al cabo de un tiempo andando, Jack empezó a moverse.

- Nathalie, ... - Dijo en un intento de hablar.— Todavía no has contestado a la pregunta que te dijo antes Juliet.

- ¿Qué pregunta? - La verdad, no me acordaba de la pregunta después de todo eso.

- La pregunta era si yo te gusto.- Cuando lo dijo, eso caló en mis entrañas. Lo dijo con mucha dulzura, pero a la vez tristeza.

Me quedé en blanco, no sabía qué contestarle, y estuvimos todo el camino en silencio.

Los cuatro elementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora