Primera temporada.Capítulo uno: Mi amiga Hoshi.

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¿ Seré una persona normal?, o es que a caso vengo de la mente de las manzanas.

Esa es la pregunta que me hago al despertar todos los días. Antes de ir a la escuela. Sé que no tiene ningún sentido, pero yo solita me entiendo.......

Mi nombre es Mei: durante toda la historia  no diré mi apellido, vale?. Tengo 14 años de edad. Mido 1.59. Mi ojo derecho está muerto, y le tengo miedo a las cucarachas. En mis pasastiempos, me encanta pintar y dibujar. También tengo un gusto a la cocina y a los tamales verdes.

Sinceramente no sé si estaría bien seguir hablando de mí. Probablemente no les debe de interesar.Pero bueno........

Me ecuentro de camino a la secundaria. Una toda chafa que se encuentra en el cerro donde vivo junto a mis jefes. Casi siempre me voy en la banqueta toda rota, por la sombra de los árboles de granadas ( fruta de la cual disgusto). El camino es muy tranquilo. Casi no veo a mucha gente pasar. Tal vez solo a los que se tienen que ir a trabajar temprano, pues son las 6:30 de la madrugada. La hora en la que siempre ando temblando de frío, porque soy tan olvidadiza y nunca me acuerdo de traer un suéter extra. Maldito frío.

En fin...... tengo media hora: sí llegaré a tiempo.

-¡ Mei!-. 

¿he? Me pareció escuhar a alguien decir mi nombre desde lejos. No creo que haya sido mi madre. Dicen que a estas horas aparece la chillona.... qué miedo. 

Me detento para intentar escuchar mejor....

-¡ Mei! -. 

De  nuevo dijeron mi nombre, pero esa voz, me resulta familiar...... Me acerqué un poco para intentar ver mejor. Era ella, Hoshi. Mi mejor amiga.

-¡ Espérame!-. Gritó una vez más.

Hoshi. 14 años. Hermosa. Amante de los videojuegos. Le gusta. Miedo a los otakos. Ella y yo somos amigas desde la primaria. Se podría decir que crecimos juntas. Su madre es mi madrina y la mía la suya. Vivimos a lado de la otra, y casi siempre  nos ha tocado en el mismo salón. Somos las mejores amigas del mundo. Adoro mucho estar a su lado. Es como mi otra mitad de la torta de tamal; en serio amo estar con ella todos los días. Su voz. Oh santo dios de los aguacates. Ella tiene una voz angelical ( por algo quiere ser cantante). Oh, lo siento. Creo que me dejé llevar con su introducción. Es que no puedo dejar de admirarla. En fin..

Hoshi se detiene, a nada de chocar contra mi, otra vez. Al parecer venía corriendo desde su casa; se encuentra sudada y jadeando del cansansio.

-¡ Buenos días, Mei!-. Después de recuperar el aliento y la alma, pudo saludarme.

- ¿ Por qué no me esperaste?-. Me preguntó un poco molesta.

- Lo siento, Hoshi ; te fuí a tocar a tu casa y nadie me respondió. Supuse que seguías dormida aún-. Le respondí-

- Es que sí estaba todavía dormida. Hasta que  mi mami me despertó con un chanclaso-.

- Eso explica porqué ni si quiera estás peinda, ja, ja , ja-. Me dió gracia verla con los pelos parados. Ella se ruborizó de la verguenza. Sacó un peine  y agarró de su botella de agua para según peinarse.

- Bueno, ya que estamos juntas, vamos agarradas a la escuela-. Solicitó Hoshi.

Le dí mi mano y ella extendió la suya. Estaba mojada, pero porque no se la secó luego luego de terminar de peinarse. No sé si se dió cuenta Hoshi.

Comenzamos a caminar por la banqueta echa caca. De vez en cuando hacíamos referencia a eso. Durante todo el trayecto platicabamos acerca de nuestro gusto por un cómic de superhéroes llamado HOME. Es genial platicar con ella; ya que te desenvuelves fácilemente y siempre te escucha. Además, habla de tal manera que cualquier tema lo vuelve interesante.

Mi Vida Con Hoshi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora