Mi Vida Con Hoshi

Capitulo 3: Salida de amigas.

- Una vez estaba viendo vídeos en un YouTube naranja, pensando que era el YouTube normal; y así, descubrí cómo se hacían los bebés-. Dijo Hitomi como si nada, en Medio de la calle.
- ¿¡ Y eso qué tiene que ver con las manzanas?!-. Le pregunté confundida.
- de echo nada,ja,ja. Es que me hiciste recordarlo cuando me dijiste que te prende tu amiga-.

Mejor regresemos unos minutos en el pasado.....

Martes,18 de febrero.....

Es martes, el tercer día que más odio, junto a los lunes y domingos.
Estoy de camino a la tortillería.
Recién salí de la escuela cuando me llegó un mensaje de mamá, " ve por un kilo de tortillas. Acá te pago".
No entiendo, por qué pensó que era buena idea mandarme en pleno calor infernal. ¿ Es que no entiende que me da insolación?. Cómo odio estos meses.
Si tan solo Hoshi estuviera aquí, haría que este momento fuera menos feo......
Uhhhh..... No sé qué me pasa......
Ayer y hoy no he hablado mucho con ella.... Es solo que, me pongo nerviosa últimamente cuando estoy con ella. Me paniqueo cuando me toma de la mano. Cuando me abraza y cuando la escucho cantar. Además, cada vez la veo más linda y radiante.
Agh, tengo que entender que no me gustan las chicas... Soy un ser que no gusta de nada y de nadie. Las cosas así deben ser.
Solo quiero platicar con ella...... Sin necesidad de sentirme rara de la panza.....

Unos pasos por la calle, finalmente me llevan a mi destino. La tortillería cruzaba la calle, pero lo malo es que tiene una fila, de 12 personas?, No sé, solo espero que no tarden tanto, o el calor me derretirá.
Al momento te dar el paso, ví una figura bastante familiar: cabello Rosa, falda bonita, camisa negra, orejas de ga......... Uh, ya sé de quién se trata......yeiiii...

- uh?¡Mei!-. Se trataba de Hitomi. Mi nueva amiga; la cual conocí en el capítulo anterior.
Estaba formada en la fila, con una bolsa de mandado algo llena de verduras y carnes. Venía corriendo a donde me encontraba. No entiendo cómo no se cayó con esos zapatos.
- Hola Hitomi, es bueno verte por estos lugares-. La saludé apenas se detuvo.
- opino lo mismo-. Dijo con ese entusiasmo que la caracteriza.
- ¿ Vienes de la escuela?-. Me miró de pies a cabeza.
Yo la miré cuestionando su intelecto.
- ¿ Cómo porqué llevaría el uniforme si no fuera para la escuela?-. Fuí sarcástica con ella.
Hitomi se rascó la cabeza, mientras trataba de descifrar mi código secreto.
-mmmmmm......¿ Para pasear?-.... Sacó su lengua para querer adorable.
Yo puse mi mano en mi cara, decepcionada por mi amiga rara.
- como sea..... Vine a comprar un kilo de tortillas acá. Si no mal recuerdo es la única tortillería que todavía vende el kilo a $16-.

- Mi hermano también me mandó por un kilo de tortillas-. Hitomi me enseñó su bolsa con verduras.
- ¿ Y él, dónde está?-. Se me hizo raro que la mandara sola por todo el mandando. Mínimo la hubiera acompañado.
- Él está haciendo la comida. Cuando me fuí recién terminaba de lavar la ropa y los platos-.
Solté un pequeño "je" al escuchar sobre un chico que haga mucho de quehacer. Parecierace que hace más que los propios padres.
- Ya veo-. Dije mientras comenzamos a caminar a la tortillería.
- No te preocupes, Mei, ya estaba formada, creo que por aquí-. Hitomi trató de entrar a la fila, pero no la dejaron.
- Te saliste de la fila, niña-. Le dijo una señora en la fila.
Hitomi puso una cara de derrota y nos tuvimos que formar Hasta atrás.

Hitomi y yo hemos seguido en contacto, mediante el celular. Todavía no estoy acostumbrada a tener un tercer contacto. A ella le encanta platicar a todas horas; es de esas chicas con energía nuclear ilimitada.
Siempre me cuenta de muchas cosas interesantes. Sobretodo en la hora escolar.
Tiene un gusto por usar muchos stickers de anime y memes.
Siempre me entretengo cuando hablo con ella, así no me aburro tan seguido.

Después de unos 10 minutos, finalmente pudimos comprar nuestro respectivo kilo de tortillas calientitas.
No pude aguantar y me comí una tortilla con sal y chile de la doña de las tortillas. Él calor me llegaba al cuerpo y no pude resistirme. No creo que mamá se de cuenta de la ausencia de una sola tortilla.