❛Si estuvieras en ENHYPEN❜

O42

Las promociones últimamente estaban acabando con el tiempo libre de ENHYPEN, y después de la noticia acerca de la salud de tres de los miembros, podría considerarse que se les acercaban unas pequeñas vacaciones.

En el cuarto de Jinnie estaba ella, durmiendo como si no lo hubiera hecho hace semanas. Eran ya las 12 y aún nada, seguía en su mundo.

Tres golpes en la puerta... No hay respuesta.

—¡Jiwoo!- Nada, ni un quejido.

Sin mucha paciencia, entró al cuarto para encontrarse la imagen de la chica abrazada a su almohada.

Con una sonrisa se acercó a su figura, tocándole un poco la mejilla.

—Jiwoo, hay que desayunar.-

—Mhn...-

—Oye, despierta.- esta vez empezó a agotar un poco su cuerpo.

Al ver que ella pasaba de esos movimientos, acudió a las cosquillas. Empezó a reírse al ver las reacciones de la joven y continuó hasta que por fin la chica se dignó a levantarse.

—Jolín, ya voy.- Con una cara molesta se lavó la cara mientras él salía de la habitación.

Una vez en la cocina, Sunghoon le sirvió el desayuno. Sorprendida por el silencio, preguntó

—¿Dónde están los demás?

— Jungwon y Sunoo han ido a comprar, Ni-ki está ensayando, como siempre... Así que hoy tenemos el día para nosotros.

Escuchar eso le generó una sonrisa a ambos y la más pequeña empezó a comer.
Parecía que el sueño que tenía había desaparecido, ahora tocaba pasar tiempo en calidad.

Sunghoon estaba nervioso después de lo que había dicho, pero al ver que Jinnie sonrió desaparecieron sus preocupaciones.
Con las manos apoyadas en la mesa le observaba comer, con adoración en sus ojos.

No tardaron mucho en acudir al sofá a ver qué hacer. Por el momento Sunghoon estaba siendo abrazado por Jinnie, quien parecía un koala en esos momentos. Él comenzó a subir su mano hasta su pelo, acariciándolo y peinándolo con cuidado. Los ojos de los dos se cerraban poco a poco, se sentían sus respiraciones y Jinnie escuchaba el corazón de Sunghoon. Se notaba algo rápido, pero no mucho.

Lentamente, esa mano bajó hacia su cara, dando caricias. Acto seguido Jinnie le miró, sorprendida. Este lo notó y abrió sus ojos, manteniendo el contacto visual con ella.
Sus ojos se mantenían brillosos, inspeccionando cada detalle de la cara del otro. Viajaban de los ojos a la nariz, de vuelta a los ojos, a los labios... y de nuevo a los ojos.

—Jinnie-. Sunghoon, al empezar a hablar, dejó de mirarla a la cara. —Se que puede sonar algo oportuno... pero me gustaría tener tu consentimiento para acercarme más a tí, aquí y ahora -.

Ella, incrédula, pensaba en que contestar, así que, sin ideas, asintió ligeramente sin decir una palabra.

Él pareció comprender, así que una de sus manos se posó en su mentón, la otra bajaba por su cuerpo hasta la cintura.

Cabe recalcar que la posición era simple. Jinnie estaba casi encima de él, abrazándole.

Poco a poco, fueron acercándose más y más, hasta rozar algunos de sus rasgos como la nariz. En un solo movimiento estarían juntando sus labios, así que Jinnie cerró sus ojos. Finalmente, estaba sucediendo, estaban conectados.

Con cariño y delicadeza movieron sus labios como el momento les indicaba. Sus corazones latían rápido, y ella podía notarlo, pues una de sus manos se posaba  en su corazón. Al darse cuenta, sonrió entre el beso.

Sunghoon bajó sus manos hasta las piernas de la chica y acercó su cuerpo al suyo. Gracias a eso, Jinnie empezó a sentir mariposas en su estómago.

Separaron sus rostros y se volvieron a mirar, finalmente se abrazaron, y comenzaron a dormir después de unos minutos.

hola, sigo con vida