A la deriva

Adaptarse

Edificios, casas, humanos y monstruos caminando por todos lados sin distinción alguna, Nightmare y yo solo los observabamos con rareza, tratando de mezclarnos y habituarnos al lugar.

En si era perfecto para nosotros, nadie iba a poder vernos mientras estuviéramos ahí, vivir en este lugar era la mejor opción.

Nightmare entendió cómo funciona todo ahí rápidamente, empacó las cosas más importantes y en menos de lo que esperaría ya estábamos sentados en los asientos de un metro, él decidió dejarme a mí y a X los asientos con ventana, en cierto modo creo que era para poder protegernos de cualquier cosa que pudiera pasar.

Yo estaba muy cansado, no había dormido bien en mucho tiempo, y estando en un asiento que me parecía al menos mínimamente cómodo se me entrecerraron los ojos, pero los volví a abrir a la fuerza.

Nightmare: Duerme un poco Killer

Killer: Pero...

Nightmare: Ya pasó todo, puedes dormir, hay muchas personas dormidas también

Killer: Si eso quieres supongo que puedo dormir un rato

Me dormí más rápido de lo que creí, solo fué un parpadeo, pero eso bastó para sumergirme en un sueño muy profundo.

Esperaría que mi sueño fuera otra repetición de mis memorias más traumáticas, pero esta vez fué diferente.

Un sueño algo extraño.

Veía a Nightmare, el viejo Nightmare, mi mejor amigo y compañero de toda la vida.

Estábamos en una playa, sentados, el agua llegaba más a él que a mí.

De la nada tomó mi mano y empezó a decir cosas reconfortantes, que todo estaría bien.

Y más que nada me aseguraba que él estaría bien, que no necesitaba que me preocupara tanto.

Es verdad, por más que Nightmare sea el mismo para mí, a veces pienso lo contrario, imagino escenarios donde debo rescatarlo de la maldad que lo consume ahora, que habrá un momento en el que la negatividad desaparezca y el regrese, ahí todo se volvería de fábula, como siempre quise que fuera.

Pero nunca me había parado a pensar si el realmente está pidiendo un rescate o no.

Nightmare no quiere un rescate, lo que ahora quiere es adaptarse a ser el nuevo él, avanzar, mejorar solo.

Así es Nightmare, es independiente en su propio modo, nunca dejó de tener ese carácter testarudo que lucha por si mismo sin querer o siquiera necesitar la más mínima ayuda.

Después de eso el se acercó a mi rostro, algo que sabía era solo un deseo mío, nada más.

Se quedó ahí por unos segundos y luego se levantó, entrando al mar.

Yo solo lo miré hasta verlo desaparecer, y en cuanto lo perdí de vista algo tomó mi mano de nuevo.

Ahí fué cuando desperté.

Estaba apoyando mi cabeza en el hombro de Nightmare, el justo acababa de tomar mi mano, por lo que alcancé a ver estaba algo avergonzado, pero volteó la cara a otro lado en cuanto desperté.

Yo solo decidí corresponder ese pequeño gesto.

Disfrutaba este momento, no importaba su sencillez ni cuánto duraría, ni siquiera pensé en qué diría Nightmare después como excusa, solo era un momento feliz.

Bajamos del metro y nos dirigimos afuera, donde aún seguían las cantidades enormes de personas y monstruos.

Él no dejó de tomar mi mano, aunque ahora podía decir que solo era para que "no me perdiera con lo idiota que soy".

Pero no habló.

No dijo nada que tuviera que ver con una justificación, ni sobre lo que estábamos haciendo, solo hablaba para si mismo y a veces preguntaba si teníamos hambre o queríamos descansar, obviamente para no mencionar lo obvio.

Yo solo sonreía más y más mientras me despertaba un poco mejor y dejaba de sentirme adormilado.

Hablamos de cosas que ya no recuerdo por la emoción de ese momento que concentré en algo más, solo sé que yo volví a ser quien más conversaba, y quien parecía más emocionado por todo.

Pero la emoción no duró mucho, ni en mí ni en Nightmare.

Entre la multitud alcanzamos a ver algo, una bandera con un símbolo muy conocido, siendo usada por un esqueleto muy familiar.

Era ese maldito símbolo de sol.