/ Capítulo 14 /

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Viena- ¿Qué haces aquí?

- Preocupado por ti.-la morena sonrió.

Viena- Pasa-se hizo a un lado y cerró la puerta a los segundos- gracias por acercarte.

- Yo...

Viena- Helsi, no insistas, no tienes culpa de nada.

Helsinki- Helsinki dejar a Palermo.- la morena abrió los ojos.

Viena- ¿Por qué?

Helsinki- Tú tener que volver con Palermo, Viena. Él te quiere.

Viena- No Helsi, no puedo, no quiero volver a pasar por lo mismo.

Helsinki- Ha cambiado él.

Viena- Nadie puede cambiar con tan poco tiempo.

Helsinki- Atenea... él no dejar de quererte, nunca. Él odiarse a sí mismo por dejarte ir.

Viena- Él estaba contigo, te quiere a ti.

Helsinki- Él tardar 2 meses en estar con Helsinki. Él dormir con Helsinki desde hace 1 mes. Él dormía aquí, en cuarto de Viena.

Esa confesión dejó pletórica a la morena.

Helsinki- Palermo quiere mucho a Helsinki, pero a Viena más.

Viena- ¿Por qué me dices esto Helsi?

Helsinki- Porque quiero que estén juntos. Viena merecer ser feliz.

Viena-  Tú también te lo mereces.

Helsinki- Yo no ser feliz desde Fábrica de Moneda y Timbre.-la morena cerró los ojos.

Viena- Oslo era tu hermano, ¿no?

Helsinki- Helsinki matar Oslo.

Viena- Tú tenías que hacerlo, tú, no podía verlo así y es normal.

Helsinki- No normal.

Viena- Si yo viese a Dani con la cabeza reventada, moribundo. También lo haría-se quedó pensativa- lo peor es, matar a tus amigos solo porque se habían aliado con Gandía.

Helsinki- Esa chica..., solo buscaba a Viena cuando entró. No disparó a Helsinki, solo buscaba con mirada a Viena.

Viena- Sus padres eran encantadores, y yo, voy y mato a su hija. Ella me ayudó cuando nadie lo hizo, y yo se lo devuelvo quemándola viva con granadas.

Helsinki- Ella te perdona, ella quiere que tú estés bien.

Viena- Helsinki, eres un cachito de pan, sin duda, el mejor de toda la banda.

Helsinki- ¿Cómo se llamarán?

Viena- Martín y Mia.

Helsinki- Bonitos.

Viena- Como tú.-dijo antes de abrazarle.

Ambos salieron hacia el jardín, manteniéndose a una distancia demasiado prudente del argentino.

Tokio la abrazó en cuánto se sentó a su lado.

Tokio- Es un hijo de puta.

Viena- No estoy mal por ese.-recibió una sonrisa de orgullo de parte de su madre al decir aquello.

Vio como el argentino le miraba fijamente, sin decir nada, pero no le incomodaba, ya no.

Además, con esa mirada de ojos azules celestes recordó que tenía una conversación pendiente con él, respecto a lo que le había dicho a Leo apenas un rato antes.

Viena- ¿Te podrías haber callado no?-todos la miraron en silencio, sin saber a quien le hablaba.

Palermo-  Es un pibe, tené 4 años ¿pensaste que se tomaría mal decirle que le dieron por muertito y contarle que su papá es un violador?

Sr. BerroteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora