Yami Sennen, un oficial de Tokio, fue transferido por su superior a una pequeña ciudad llamada Domino por la gran tasa de delincuencia en la zona y las grandes bajas que sufren los oficiales de la misma
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Después de hablar con su primo, Yami terminó su turno y fue directo a su casa a ordenar sus cosas para el viaje, hace tiempo que quería salir de esa rutina aburrida que tenía, hace mucho tiempo que no había nada interesante a lo que salir aparte de uno que otro ladrón rápido de capturar
Al día siguiente fue a trabajar como siempre, llegó a la comisaría y saludó a sus compañeros, en pocas horas después de irse la noticia de que se iría a otra ciudad ya estaba en boca de todos
Y entre ellos había alguien que la idea le hacía doler el alma, pues... Hace años que estaba enamorado de Yami, sus ojos de un rojo intenso lo cautivaron apenas conocerlo y aprovechaba cada oportunidad para trabajar a su lado
¿Pueden adivinar quién es?
Así es, el mismísimo Hiroto Kurosawa, desde hace tiempo que estaba perdidamente enamorado de su compañero, desde el primer día que lo conoció, al principio creía que lo que sentía solo era admiración por ser tan entregado a su trabajo y tan hábil para resolver casos tan complejos, pero después se dió cuenta de que lo que sentía en realidad era amor
Sabía que las posibilidades de que Yami lo rechazara eran altas, y más ahora que se iría, en la tarde toparon horario libre así que decidió empezar a actuar
–Nee Sennen–se acercó a su oficina
–Adelante–respondió Yami
Kurosawa entró a la oficina–¿Vamos a comer juntos?–dijo con una sonrisa conteniendo su sonrojo
–Está bien–le respondió Yami mientras terminaba de ordenar unos documentos–Solo déjame ir a entregar esto–el oficial tomó los documentos y fué a la oficina de su superior–Aquí está el informe de la semana–
–Gracias Sennen–su superior lo miro–¿Así que te vas?–preguntó derrepente al oficial
–Si, me ofrecieron ir de apoyo a Domino, son casos de mi especialidad así que no dudé–dijo simple Yami sentándose en una silla–Por cierto–le llamó
–¿Si?–preguntó ordenando los documentos que Yami le entregó
–¿Cuando pensabas contarme de tu hermano?–le preguntó en un regaño, en poco tiempo se habían hecho amigos y pasaban la mayor parte del tiempo juntos, cosa que despertaba los celos de Hiroto y otras chicas y chicos, pues todos sabían que ambos eran bisexuales, aunque Yami se inclinaba más por los chicos realmente
Hiroto se extrañó porque Yami se estaba tardando, fué a ver que sucedía y su corazón se encogió, pues como mencioné antes Hayate Aoki era razón de celos para los que están enamorados de Yami, estos se encontraban tranquilamente hablando sobre alguien, provocando sonrisas y carcajadas burlona del tricolor y un dolor al muy enamorado corazón de Kurosawa por este
Después de unos minutos Yami salió de la Oficina de Aoki y fué a su almuerzo con Kurosawa a un restaurante cercano
–Es aquí–dijo Hiroto cuando llegaron–Aquí siempre almuerzo, vamos–
–De acuerdo–aceptó Yami
Ambos entraron al restaurante y pidieron una mesa para los dos, el mesero se acercó a ellos y les entregó los menús, lo vieron y esperaron a que volviera para tomar las órdenes
–¿Sus órdenes oficiales?–dijo amable el camarero, un hermoso joven de cabello negro y ojos azules, aparentemente de 18 años
–A mi lo de siempre porfavor–respondió Hiroto
–Claro–anotó el chico–¿Y usted?–preguntó a Yami, al verlo no pudo evitar sonrojarse, perdido en sus ojos carmín intensos, provocando celos en Hiroto
–Traeme arroz con cordero y una ensalada porfavor lindura–respondió Yami son una sonrisa viendo con ternura al azabache ponerse aún más rojo–Y un calpis–
El chico anotó el pedido y se retiró, Yami no pudo ocultar una leve risita por la ternura del chico, con toda su fuerza de voluntad Kurosawa se aguantó sus celos y entabló conversación con el tricolor
Después de comer fueron a sus respectivas oficinas a seguir su trabajo, hirviendo en celos no se estuvo tranquilo en toda la tarde
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