La Tercer Guerra

Actualmente

- ¡Porfavor! ¡No! - Desperté de forma agitada intentando levantarme rápidamente esto me fue impedido por los amarres de cadenas que había en mis muñecas. Noté que había sido una pesadilla, mi respiración se mantuvo agitada intentando calmarme. Cuando lo logre realmente no sé cuanto tiempo paso, sin embargo lo que sabia es que tenía que escapar.
Me encuentro en un hospital psiquiátrico en Moscú, Rusia. Creo que son las 2 de la mañana. Eso significa que en menos de 20 minutos vendrá alguna enfermera como siempre desde hace más de 10 años, esta vez seria diferente. Me quede observando la puerta esperando el momento en que esta fuese abierta. Mi corazón se acelero aun mas cuando noté que alguien entraría.
- Buenas Noches, Milkien. - Era la enfermera siempre llegaba fingiendo ser amable, la ignore. Se dedicó a su labor colocó una aguja en mi antebrazo sacando tres tubos de sangre dos largos uno pequeño, la piel de esa zona estaba tan pálida, odiaba ver mi piel todo en ella eran cicatrices. La enfermera terminó su labor por lo cual decidí poner mi plan en ejecución.
- Me molestan. - baje la mirada a las esposas.
- Las aflojare. - se acercó a mi haciendo lo dicho.
- Quitelas, me duele en serio.- intente sonar suplicante.
- No debo, si se enteran me meteré en problemas.
- Solo para poder dormir cómodamente - moví las cadenas mostrando el ruido de estas. - Así no se puede dormir, Porfavor. - insistí esperando que cediera y así fue lo que provocó una pequeña sonrisa en mis labios.
- Esta bien pero al amanecer vendré a colocarlas. - asentí con ansias de que me desencadenará y eso hizo. En cuanto estuve libro me recosté levantando y descansando mis brazos.
- Gracias. - agradecí en tono amable. Todo estaba listo me levante de la cama y camine hacia una pequeña mesa que estaba en la esquina la tome colocándola sobre la cama, coloque una almohada sobre esta. La enfermera me observaba perpleja no se si por el asombro o por la rapidez en la que hacia las cosas, subí a la cama seguido de subir sobre la mesa y la almohada.
-¡¿Que esta haciendo?! - comenzó a gritar le hice señas de que se callara pero solo continuo gritando- ¡No puede hacer eso! ¿a donde va? - La ignore mientras continuaba subiendo sentándome sobre el borde de la ventana, ella tomo mi brazo y logro hacerme caer de nuevo a la habitación. Caí raspándome la espalda la cual me dolía demasiado a causa de todas las cosas que había pasado en ese lugar.
-¡Seguridad! - comenzó a gritar acercándose a la puerta. Esto me enfado demasiado no se que paso en mí, no pensé simplemente tome la pequeña silla y comencé a golpearle la espalda. Soltaba quejidos pero a pesar de eso seguía gritando escuche pasos. Entre en pánico por lo cual rápidamente subí a la Cama, logre tomar el borde de la ventana y salir por ella. Me lastime las rodillas al caer eran aproximadamente 6 o 7 metros, estaba descalzo, con una bata de hospital, estaba demasiado cansado a pesar de eso corrí, corrí , continúe corriendo hasta que ya no pude mas. No supe ni siquiera donde me quede dormido, el cansancio me venció dejándome dormir en el suelo.