Este libro es una recopilación de one shots dedicados a la TodoDeku week 2022
Esta es la primera vez que participo y llevo años queriendo participar en una week así que estoy muy emocionada ^^
Esta es la lista con las temáticas:
Día 1: Magia
Día 2 :...
⚠️Advertencia⚠️ Contenido sexual explícito. +18 Leer bajo tu propia responsabilidad
° ° °
//AU sin quirks/omegaverse//
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Shoto se encontraba sentado sobre el sofá de lana rojo que adornaba el centro de la sala de estar, la noche estaba fría afuera, el viento soplaba con fuerza golpeando las ventanas en un movimiento violento. Los ojos dispares leían sin mucho interés un artículo sobre robos recientes que habían estado ocurriendo durante las últimas semanas en la ciudad. Hace unas dos horas que había llegado de trabajar, y después de comer algo liviano para engañar al estómago se quedó esperando pacientemente la llegada de su novio.
Shoto llevaba ya unos seis meses saliendo con Izuku Midoriya, un omega peliverde de adorables pecas que lo traía flechado desde el primer momento en que lo vio. Sus tímidas citas poco a poco habían logrado llegar a un poco más y a los tres meses de comenzar formalmente su relación habían decidido mudarse juntos al apartamento del bicolor.
La vida de Todoroki nunca se había sentido tan cálida hasta que conoció a aquel chico, sus sonrisas, los pequeños rizos que adornaban su adorable rostro, las pequeñas pecas regadas por sus regordetas mejillas y el puente de su nariz junto con aquella aguda vocesita llamando su nombre lo tenían completamente loco de amor.
Podía decir que los últimos seis meses habían sido maravillosos, entre risas, besos, abrazos cálidos que le daban la bienvenida a casa cuando era él quien salía más tarde del trabajo y por supuesto un sexo increíble. El ciclo de celo del pecoso solía ser más regular, duradero y bastante fuerte, cosa que al bicolor le encantaba, ya que podía pasar una semana entera encerrado en su habitación complaciendo al pecoso, pasaba horas gimiendo su nombre, liberando feromonas dulces distintivas en los omegas para atraerlo aún más y tenerlo a sus pies todo el maldito día, y en cuanto Shoto tenía que salir un momento por comida para no morir durante el encierro, el pecoso hacía nidos con su ropa sobre la cama, frotándose en esta una y otra vez para impregnarse de su aroma. Adoraba horriblemente a ese chico, cada pequeña cosa en él era increíblemente tierna y adorable, no podía estar más encantado de tenerlo como pareja
Sin embargo, había una cosa que últimamente le había estado molestando, y es que durante las últimas semanas el pecoso había estado llegando con un aroma distinto, fuerte, algo similar a la madera quemada, un olor sumamente desagradable a su parecer, que no debía estar para nada encima del peliverde su omega
Reconocía a la perfección a quien pertenecia ese edor, y la sola idea de imaginarse a ese maldito cerca de su omega le hacía hervir la sangre y remojar los colmillos, su lado animal listo para abalanzarse sobre él si se lo llegase a topar aunque fuese en media calle