Interludio

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Miyasaka veía entrenar a los chicos, los Emperadores Oscuros  se movían con una rapidez pocas veces vista, sobre todo Kazemaru quien casi parecía transportarse de un lugar a otro en vez de moverse. Todo ello sorprendía al joven rubio, quien aun temeroso y algo confuso con lo que estaba pasando, había aceptado que por el momento lo mejor que podía hacer era callarse y observar para así estar a salvo.

Seguramente, pensaba a su vez, que sus padres ya habrían avisado a la policía de desaparición.

-Miyasaka.-interrumpió sus pensamientos el kantoku del equipo haciendo que virara la cabeza para mirarlo, y este siguiera mirando al equipo.-Trae agua para los chicos, las botellas están en los armarios de allá tras.-indicó señalando dichos armarios con un movimiento de mano y cabeza simultaneo haciendo que el rubio mirara hacía el lugar indicado ante lo cual asintió antes de ir a hacer lo dicho, todo ante la atenta mirada del peli azul delantero sin que el menor se diera cuenta.

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Los días habían pasado y el de ojos verdes se había acostumbrado a ser el gerente de Los Emperadores Oscuros, llegando incluso a tener su propio uniforme de gerente bastante parecido a lo de los jugadores, capa incluida, llegando incluso a hablar con dichos jugadores ya encontrándose sin miedo aparente y con la confusión controlada. El día actual Ryou se encontraba mirando la televisión donde estaba sucediendo el partido entre el Raimon y el nuevo equipo de la Acadamia Alius, el Polvo de Diamantes, cuando Kazemaru, ya con su nuevo brazalete de capitán puesto, entró en su habitación compartida.

-¿No me vas a explicar porque tenemos la televisión en nuestra habitación para verla nosotros y no todos en su lugar?-fue la pregunta del mayor de ambos dejándose caer al lado del rubio tumbado en la cama que ahora compartían, quedándose hombro con hombre y mirando él también dicho partido.

-El kantoku me dio permiso.-

-Por lo adorable que eres.-

Y sí, mirando de reojo Kazemaru pudo distinguir ese color rojizo en las mejillas del menor.

Le encantaba ser la causa de dicha reacción.

-Quieres dejar de decirme así, Kazemaru-san?-protesto en bajo el menor.

-No.-negó dejando clara su postura-Pues es una verdad imnegable, Ryou. Además mientras solo te lo diga yo, todo bien.-

-¿Y se me lo dice alguien más?-cuestionó curioso Miyasaka mirando al mayor notando no sin cierta preocupación como sus ojos parecían oscurecerse y brillar con cierta...peligrosidad pero antes de que pudiera escuchar la respuesta que este pudiera haberle dado, el mismo miró la televisión con asombro y casi saltando en el lugar al exclamar...

-¡¡¡¿Aphrodi?!!!-

Los ojos esmeralda del rubio pasaron de mirar a su amigo a la pantalla donde claramente un nuevo jugador parecía haberse unido al Raimon, su larga cabellera rubia y sus ojos rojos le dejaron claro a Miyasaka que ese era el capitán del instituto Zeus, aquel contra al que Kazemaru y el Raimon de aquel entonces se habían visto a enfrentar en la final del Fútbol Frontier Nacional.

Pero....¿por qué se había unido al Raimon?

-Kazemaru-san....-intentó llamar pero el capitán de los emperadores oscuros ya se había levantado de la cama y salió como una exhalación del lugar dejándolo de nuevo solo.-Kazemaru-san....-suspiró MIyasaka, tomando una libreta y un bolígrafo volviendo a mirar el partido.

Tenía mucho que observar.

Como debieron ser los Emperadores Oscuros (su trama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora