Miré mi reloj por un momento y "joder" si faltan a penas 5 minutos para que cierren la verja del colegio
La adrenalina se apodera de mi ser y corro tan rápido como si me persiguiese el mismismo demonio
-¡Espereeeeeeee! ~grito desesperada al guarda de seguridad quien mira alarmado mi carrera como si me hubiese escapado de un manicomio y no es para menos
Estoy sudando horrores, mi peinado es un desastre y por si fuera poco creo que ni con todo el esfuerzo del mundo consiga llegar a tiempo a la clase del señor Gregorio Huntintong
Si, un nombre horrible para un hombrecillo horrible, a pesar de su escasa estatura este señor infunde terror incluso entre sus compañeros de trabajo
Cuando cruzo la entrada principal suena la campana finalizando la ceremonia de entrada y el retorno del curso escolar
Parece increíble pero lo logré, suficiente alegría hace me ponga a realizar una ridicula danza de victoria saltando en el lugar y extendiendo mis manos al cielo
Si el piso estuviese limpio me tiraba al suelo a dar besos por mi buena fortuna, ¡es un milago!
-Lo hice, lo hice.... ~canto mientras sigo con mi coreografía hasta que un carraspeo a mi espalda me devuelve a la realidad
Me volteo lentamente y oh no... no otra vez "Tierra, trágame"
El chico de antes me mira burlón desde los escalones de entrada, sus mejillas levemente sonrosadas son muestra de que también tuvo que correr para llegar a tiempo y eso hace que un pequeño sentimiento de satisfacción me corra por dentro hasta que la comisura de sus labios se eleva en señal de diversión
-Debi imaginarlo ~niega levemente con la cabeza~ Ademas de fresa, loca ~murmura para si mismo mientras se voltea adentrandose en la institución
Para cuando logro reaccionar me lanzo a correr detras suyo
-!Yo no estoy loca! ~exclamo elevando mi voz
Varias cabezas se giran en mi dirección y el maldito me ignora como si no fuese con él
Lo sigo con las mejillas sonrosadas preparada para un enfrentamiento y se me pierde de vista en dirección hacia la sala de profesores
Bueno ya esta Eli, el día no podría ponerse peor, seguro ni te lo topas más en lo que queda de año
Es un chico como cualquier otro, sin importancia alguna, que debe vivir en un pueblo vecino
Me decia la parte optimista dentro de mí mientras la razón me dictaba que las coincidencias no ocurren y encontrarmelo dos veces en el mismo día solo podia significar que el destino habia hablado y mi nuevo karma acababa de aterrizar
Camino hacia mi aula, la misma que llevo ocupando desde el primer año de la prepa, encima de la puerta contiene el logotipo "Aula C"
Mis compañeros se encuentran enfrascados en conversaciones del tipo ¿como les fue en las vacaciones de primavera? ¿tienen algún plan para el finde? ¿que diferente estas? etc...
Observo la distribución de los asientos en la pizarra y definitivamente mi día acaba de mejorar, esta vez me tocó en el fondo del aula cerca de mis amigos de la infancia
-¡Eli por aquí! ~me saluda Sally Mackensie, quien se encuentra sentada junto a Mallory Prentis justo en la mesa que está delante de la mía
Sally es una bonita y tímida pelirroja de cabellos rebeldes cuya personalidad no concuerda con su manera de vestir y es que tiene un estilo tan único que hace que hasta el uniforme le quede bien
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Cuando las estrellas tocan el suelo
Ficção Adolescente¡Adolescentes, estrellas y deseos!