III Huai Yang

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"¡Yu'er! ¿Estás dormido?"

La habitación estuvo en silencio por un tiempo. Cuando Si Yue reaccionó, quiso llamar al anciano, pero de pronto un aroma llegó a su nariz, y su resistencia empezó agotarse.

Sus ojos se nublaron gradualmente, luego cayó al suelo y se quedó dormido.

El anciano abrió la puerta con la lámpara en la mano y vio a Si Yue acostado en el suelo de un vistazo. La ventana detrás de él estaba abierta, moviéndose por el viento y la lluvia.

Rápidamente, apagó la lámpara y ayudó a Si Yue a ir a la cama, caminó hacia la ventana y miró pensativamente la lluvia torrencial fuera de la casa, observó como se produjeron ondas en el lago.

Al día siguiente, Si Yue abrió lentamente los ojos a la luz del sol abrasador, frunció el ceño y levantó la mano para frotarse las sienes, se levantó y bajó las escaleras, no había nadie, el patio estaba sospechosamente silencioso.

¿A dónde habrá ido el anciano?

Se sentó bajo el gran árbol del patio y cogió su taza de té y tomó un sorbo, aún estaba caliente, levantó las cejas, el viejo debería haberse ido sin más. Si Yue se levantó y se dirigió a la cocina, sonrió al ver las gachas blancas y humeantes.

Después de tomar un sorbo de las gachas en el patio, perdió el apetito. Hizo una mueca; el viejo era bueno en todo, sabía a leer, escribir y cuidar de su propia vida, pero esta habilidad para cocinar era realmente difícil de describir.

Aburrido, Si Yue subió las escaleras y cogió de la mesa un libro no ilustrado que no había terminado de leer antes, y se reclinó en su mecedora para leerlo. Desde su casa, mirando hacia fuera, podía ver claramente el manantial Qing Chi Quan.

Sintiendo la brisa de otoño y leyendo un libro. Si Yue ahora se siente muy cómodo, no le gusta salir y su único pasatiempo en los últimos años es tumbarse frente a la ventana y leer libros.

Cuando pensó en la noche anterior, sintió una punzada de fastidio y algo de miedo. Si el anciano no hubiera venido a buscarlo, ¿no habría sido envenenado?

"¿Yu'er? ¿Yue'er? ¡Baja ahora!"

La voz del anciano sonó desde el piso de abajo, giró la cabeza para observar fuera de ventana, pero no pudo ver nada, entonces dejó el libro que tenía en la mano, se levantó y bajó las escaleras, a medida que se acercaba más y más fue viendo mejor lo que ocurría abajo.

Había un hombre en la casa además del anciano, el hombre estaba vestido todo de negro, y por el material de la ropa no parecía un personaje de este pobre pueblo, pero por el aspecto de su cara gris debía estar en algún tipo de dificultad.

Si Yue estaba reclinada junto a las escaleras, mirando al hombre frente a él con interés, con cejas de espada, ojos estrellados, su nariz alta y ojos más profundos, pero el hombre solo lo miró fijamente.

Esa mirada peligrosa lo hizo fruncir el ceño incómodamente, "¡Yu'er! Este es Huai Yang".

El anciano que estaba al lado de Huai Yang vio que la atmósfera entre ellos era un poco aburrida, así que tomó la iniciativa de hablar.

Si Yue lo miró de arriba, abajo, pero no pudo encontrar nada que le gustara de esta persona, por lo que simplemente lo ignoró, dio un paso adelante y se sentó, dejando que el anciano conversara con la persona.

"¡Chico Huai! ¡Quédate aquí hoy y espera a que este anciano te lleve a la casa de Lizheng mañana!"

El hombre asintió con sinceridad, el patio era tan pequeño, no es imposible tener una persona más viviendo allí, solo que cuando los forasteros llegaban a la aldea, siempre era necesario pasar la palabra a Lizheng y llevar un registro.

[BL] No tienes seriedad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora